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Canido: el barrio más fiestero estalla en flores con los Maios

Patricia Hermida Torrente
Patricia Hermida FERROL / LA VOZ

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La vecina Rosita, Charo bisabuela con sus bisnietas Sara e Icía, y Charo abuela con su hija Sabela. Todas ante la casa más famosa de los Maios de Canido
La vecina Rosita, Charo bisabuela con sus bisnietas Sara e Icía, y Charo abuela con su hija Sabela. Todas ante la casa más famosa de los Maios de Canido JOSE PARDO

Ancestral tradición «sempre dos veciños, nunca da Igrexa»

03 may 2023 . Actualizado a las 19:06 h.

Con la marea de invasiones que sufrió desde el confín de los tiempos, Ferrol se convirtió en un crisol de culturas volcadas en una apología de la felicidad y la naturaleza. Y alzados con alma celta, romana y griega se celebran desde hace cientos de años los Maios en Canido, tradición ancestral «que simboliza a eclosión da primavera». La investigadora Ánxela Loureiro, autora de Maios en Canido. Canido en Maios, destaca que «xa a finais do século XIX os veciños recordaban estas festas na súa infancia e recalcaban que eran pagáns, para pedirlle á terra boas colleitas». Con estos orígenes, el barrio más fiestero estalla en flores con 35 actividades culturales desde ayer y la traca final de la comida en las calles este domingo.

Desde hace días pueden admirarse casas decoradas como la de Charo Rocha y Ángel Folgar en la calle Alegre: «Aínda que somos de Canido de toda a vida, celebramos os Maios nesta casa desde 2003». Recuerda Charo que antiguamente se colocaban Maios tipo altar, «e agora decoramos a casa, un coche e un carro entre amigos e veciños, coas letras Viva o Maio». Usan cientos de flores, sobre todo rosas de su huerta, y frutas.Y colaboran cuatro generaciones de la familia: la propia Charo, su madre Charo de 91 años, su hija Sabela, sus nietas Sara e Icía, o vecinas como Rosita. Roberto Taboada, presidente de la asociación vecinal que es la organizadora, anima «a veciños e comerciantes a encher rúas e xanelas de flores, tamén con Maios de mesa».

Otra imagen de la celebración dos Maios en Canido
Otra imagen de la celebración dos Maios en Canido JOSE PARDO

Ánxela Loureiro destaca que «é unha festa sempre dos veciños e nunca da Igrexa», con la inspiración de diosas como las romanas Maia y Flora o las griegas Cloris y Deméter. «En 1879, houbo unha rogativa a Canido para a bendición de froitos que amosa que non había relación co cristianismo... e que continúa moi vixente ante o cambio climático», recalca Loureiro, que da hoy una charla en la Epapu Santa María de Caranza.

Aunque hasta principios del XX esta exaltación primaveral se ejecutaba en toda la ciudad, solo se mantuvo hasta hoy en Canido con su carácter agrícola y la tradición del Cruceiro. «O Cruceiro é un caso único que se fai cada ano dende séculos e que se pode considerar o maio principal, a orixe pode ser unha antiga Árbore de Maio que se cristianizou e converteu nun cruceiro de madeira ata 1679 e despois de pedra», apunta Loureiro. La foto más antigua del mismo pertenece a 1905, con la cruz completamente cubierta de flores hasta tapar los elementos religiosos.

La investigadora y escritora se muestra partidaria de fomentar toda esa tradición en torno al Cruceiro, «que era sempre como o maio principal». También hay vínculos con la adoración a la fertilidad, «como en Múnich onde tamén conservan os Maios como festa da primavera e a fertilidade». Canido recupera además los Maios altar, con elementos tanto religiosos como paganos «e un platiño para aguinaldos». Y tuvo en el pasado Maios humanos «con nenos vestidos de fiunchos», y las maias o arcos florales. De todo esto, Canido conserva la calle Maiola y el espíritu fiestero de sus habitantes.