La Noria de Neira la construyó el tatarabuelo de un vecino, fue rehabilitada por la Diputación pero abandonada a la suerte del río
08 may 2023 . Actualizado a las 09:40 h.Por la vieja carretera de Lugo a Sarria, la LU-546, se pueden ver algunos carteles que señalan atractivos de las Terras do Miño. Uno de ellos es la Noria do Neira. Aunque si uno sigue las indicaciones, ya solo se encuentra un tumulto de maleza, ramas y hierros oxidados. La también llamada Noria do Cela, por la aldea de sus propietarios, era un sistema de riego atípico en Galicia, que fue restaurado por la Diputación de Lugo pero dejado a merced de las riadas.
El dueño de la antigua noria y de las fincas pegadas es Marcial Pérez, vecino de la aldea de Cela, en O Corgo. La construcción de la curiosa noria fue obra de su tatarabuelo. Está situada en el río Neira, cerca de Ponte de Neira. «Él traballou pola zona de Valencia e ao volver implantou o sistema de riego que era típico de alí», recuerda. Asegura que él solo tiene constancia de otra similar en A Coruña, siendo algo inusual en Galicia.
Esta noria hidráulica era un sistema para regar sus fincas. El mecanismo aprovechaba la propia energía del agua para distribuirla por los terrenos. Conformada por una rueda y palas, también tenía unos recipientes que se llenaban de agua, la elevaban y la volvían a soltar.
La vida de la Noria de Cela se remontaba a varios siglos, por lo que se fue deteriorando y su padre la reformó instalando un motor. Esta reliquia terminó siendo un atractivo para la Diputación de Lugo.
Restaurada por la Diputación y abandonada a su suerte
Con Francisco Cacharro como presidente del organismo provincial, se restauró por completo la noria, creando casi una nueva entre 1999 y el año 2000. Fue a través de fondos europeos del extinguido Instituto Lucense de Desarrollo Económico e Social. El mecanismo ganó de nuevo hace 20 años un aspecto totalmente renovado.
Marcial Pérez recuerda que la nueva construcción no fue óptima, con demasiada madera o los metros equivocados, que provocaron que la noria no recogiese el agua correctamente. «Non funcionou ben, pero dende entón desentendéronse da noria e era súa a responsabilidade de mantela», asegura.
La Diputación, por su parte, explicó este jueves que «non ten vinculación algunha con este ben, xa que tampouco figura no Inventario Provincial que foi actualizado no último Pleno Provincial».
La falta de mantenimiento fue incapaz de parar las riadas que poco a poco fueron rompiendo y tirando la noria hasta hacerla desaparecer hace unos años. «É unha pena porque era algo curioso de ver, xa que non hai máis por aquí, estaría ben instalar unha praia fluvial e que o Concello a recuperase», defiende Marcial Pérez.
Eso sí, lo que continúa presumiendo de noria son las señales turísticas ubicadas en la carretera que, según el regidor de O Corgo, Felipe Labrada, «instaláronse hai uns anos».
Uno de los varios proyectos en los ríos de Lugo
No fue el único proyecto de la Diputación en los ríos de Lugo. Rehabilitó varios espacios como centros de interpretación de la naturaleza reconvertidos al mismo tiempo en negocios. Su explotación se ofrece como concesión a particulares. Son por ejemplo varios clubes fluviales de la provincia, el Mazo de Santa Comba, el área recreativa Os Robles o el restaurante Terras do Miño.