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Los abuelos de Cans: «Volvín ao cine despois de 83 anos e convertinme en xurado dun festival»

Monica Torres
mónica torres O PORRIÑO / LA VOZ

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M.MORALEJO

Los mayores repasan dos décadas de «agroglamour»

14 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El festival de Cans celebra estos días sus veinte años de trayectoria convirtiendo la parroquia en la capital del audiovisual gallego. El más popular de cuantos certámenes de cine hay en Galicia se inició con la pretensión de acercar la cultura al mundo rural y dos décadas de trabajo después es el rural el que más cultura exporta manteniendo intacto el «entusiasmo» que mueve a todo un pueblo bajo la coordinación del guionista Alfonso Pato. Es una inmersión de cine y una fiesta cultural sin parangón de las que hacen patria durante cinco días porque, uno de los pilares más valiosos e identitario es su capital humano.

De la mano de la asociación cultural Arela, todos los vecinos suman. Los abuelos del certamen comparten con esa misma fascinación la semana grande de su parroquia. «O festival puxo a Cans no mapa porque antes solo era coñecido pola estrada, polo mala que era a Nacional 120. É a maior ilusión que temos os veciños durante todo o ano», explica Juan Maceira Fernández. Con 92 años «ben andados», sin haber faltado ni un solo año al día de los vecinos y colaborando desde el primer día con el festival, explica con Fermina Fernández Pérez, de 98, cómo empezó y ha cambiado el pueblo.

No están todos los que son porque. La gran ausente de esta vigésima edición, por problemas de salud y estar residiendo fuera, será Alicia Sánchez González, de 95, «a raíña do festival», dicen Juan y Fermina y «un dos grandes iconos, porque representa moita alegría sempre», apunta Pato.

El ramillete de veteranos comparte una espléndida salud emocional y una memoria privilegiada. El primer contacto con el cine de Fermina y Juan, aunque de aquella no se conocían, «fueron en los cines que había en O Porriño en la década de los años 30 y 40». «Séguenme gustando as películas, pero máis cando as botan nos alpendres», dice Juan, que goza de una posición privilegiada durante el festival ya que además de colaborador, que aún hizo esta semana las casetas de madera para el equipo de música del certamen, es el dueño, con su mujer Carmen, del Invernadero de Juan y Mucha do Peso, donde cada año se proyectan cortometrajes de autores de renombre y algún que otro nominado al Goya.

«Volvín ao cine despois de 83 anos, aos 90, como xurado e entusiasmoume», recuerda con nitidez Fermina. Tanto ella como Juan fueron miembros del jurado de los vecinos, aunque en distintas ediciones. La vecina de mayor edad de la parroquia recuerda también la sorpresa de Pato cuando fue a casa para hablar con su hija sobre la posibilidad de que pudiera participar. «Pensou que eu estaba máis arruinada, pero cando me viu sachando con noventa anos deuse conta de que aínda podía ser xurado dun festival de cinema», explica emocionada.

«Agora, ata cada vez que vou ao hospital e me preguntan de onde son, todos saben onde é Cans porque grazas ao festival somos un mundo», dice. «É gracioso o que lle gusta ós artistas montar en chimpín», destaca Juan a la vez que desvela sus pretensiones para esta edición. «Gústanme todos os artistas pero a miña maior ilusión é volver a ver a Javier Gutiérrez e darlle un abrazo. Sempre que o miro na tele, digo : Aí está o meu amigo», deja caer.

GUSTAVO RIVAS

Y es que ambos fueron galardonados en el 2015. El actor con el Premio Pedigree y Juan Maceira, con el Pepe Puime (Chimpín de Prata), que luce en su solapa. Tiene fotos con cuantos actores y actrices se puede, «pero este ano foi o conselleiro de Cultura o que me pediu a min para facer unha con el», señala. Juan do Peso, carpintero y ebanista, construyó además hace unos años las casetas que diseñaron los alumnos de arquitectura de A Coruña. Tanto en el caso de Fermina como en el de Juan ya participan del festival hasta la tercera generación de la familia, porque es un proyecto de todos. «Para chegar así aos 92 anos hai que ter vontade e ganas de seguir facendo cousas. Non te podes quedar cruzado de brazos», advierte este último.

Director

«Eu creo que Juan é o maior de Cans que vexo con máis ilusión e máis brillo nos ollos cada vez que se vai a facer o festival. Despois da pandemia case choramos os dous cando nos puidemos volver ver de novo, é marabilloso», destaca el director del festival, Alfonso Pato. No escatima mimo tampoco con Fermina y Alicia.

«Fermina é un dos nosos grandes tesouros patrimoniais da aldea porque lembra cousas máis afastadas no tempo con case cen anos. Todo o que conta é un patrimonio incalculable e un luxo poder tela como testemuño cada vez que vas facer un documental», considera.

Este año es además una de las protagonistas del documental colectivo que coordina Juanma LoDo por lo que participará en el festival aunque no como público, para dar testimonio de una vida de mucho trabajo y una profesión hoy en desuso. «Era costurera pero, como no había coches ni nada, llevaba la máquina de coser en la cabeza e iba andando por todas las casas», recuerda Fermina.