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Carles Sans: «"¡Por fin solo!" reúne las historias y anécdotas de Tricicle en un monólogo»

La Voz OURENSE

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Carles Sans
Carles Sans

El humorista ofrece su espectáculo en Ourense y el sábado estará en Ferrol

19 may 2023 . Actualizado a las 22:19 h.

Reconoce Carles Sans (Badalona, 1955) que la incertidumbre fue una compañera de viaje a la hora de enfrentarse a su nuevo proyecto artístico. Cuarenta años siendo la tercera parte de Tricicle imponen y hacen que el listón no sea de los que se superan fácilmente. Y precisamente ha sido con una propuesta «muy triciclera», como la define, con la que se ha metido en el bolsillo a más de 60.000 espectadores. «El guapo de Tricicle» —así figura en la documentación de su proyecto— no solo ha recuperado el habla sino que está más que contento con la respuesta del público. En estos días recorre Galicia. Hoy estará en el Teatro Principal de Ourense (20.00 horas) y el sábado cerrará su gira en el Teatro Jofre de Ferrol (20.30 horas). «¡Por fin solo!» cuenta las anécdotas y los secretos de una de las compañías más reconocidas y queridas por el público, un espectáculo donde los fieles de Carles Sans, Paco Mir y Joan Gràcia podrán conocer alguna de las situaciones más disparatadas vividas por los miembros de Tricicle... y mucho más.

—¿Necesitaba estar solo y poder hablar o es un recurso creativo?

—No es exactamente que lo necesitase. Respecto al monólogo sí, se trata de un título con mucha ironía para referirme a esta nueva etapa. Es más, de los tres era el que más dudas tenía a la hora de poner fin a Tricicle.

—¿Quería continuar?

—Consideraba que un par de años a mayores podría seguir funcionando bien el proyecto. Pero luego, y eso tengo que reconocerlo, vi que había sido perfecto poner el final en los 40 años.

—¿Consensuó el espectáculo con sus excompañeros por aquello de ser historias compartidas?

—No. Por la sencilla razón de que no era necesario. Soy muy consciente de lo que se puede comentar y lo que no. Y en el caso de Por fin solo! no hay nada que no sea conocido ya que se trata de anécdotas, historias o situaciones que hemos comentado a lo largo de estos años. En este caso aparecen reunidas en un monólogo de casi hora y media, contadas por mí y con una puesta en escena acorde a la propuesta.

—¿Y ese particular jurado como ha reaccionado?

—Bien. A mis excompañeros de Tricicle les gustó y eso siempre es algo muy importante. Tenía un poco de incertidumbre respecto a cómo podía salir este primer proyecto pero mis dudas se disiparon desde el primer momento al ver la reacción del público. En el caso de Paco y Joan tengo que decir que los tres siempre fuimos muy críticos en la etapa de Tricicle. No te lo creerás pero no eramos nuestro mejor público: siempre incidíamos en lo que estaba mal para tratar de mejorarlo en la próxima actuación.

—¿Cómo ha sido tener a José Corbacho de director?

—Ha ido todo rodado. No se trataba tanto de contar con un director como de tener una visión externa y otra perspectiva para asesorarte. Con Corbacho tengo una gran amistad desde hace años, me gusta su trabajo y es una persona con la que resulta muy fácil entenderse porque tiene unas ideas muy buenas.

—Ofrece un espectáculo con una importante faceta triciclera. ¿Cuál ha sido la reacción de los fieles?

—Creo que extraordinaria si tenemos en cuenta el resultado. Y, efectivamente, podía haber ese resquemor, pero se superó con creces. A modo de ejemplo una anécdota; el otro día estaba cenando en un restaurante, se me acercó un señor mayor y me dijo: «Fui a verlo hace unos días. No quería e iba con unas expectativas muy bajas, porque llevo siguiendo a Tricicle toda mi vida, y me he reído tanto o más que cuando venía a verlos a ustedes».

—¿Lo de que el público se ríe entre 4 y 5 veces por minuto es un reclamo?

—Para nada. No paraban de insistirme en que la gente se lo pasaba de miedo. Me fui junto al regidor y le dije que tomase papel y bolígrafo para que apuntase. Pero no cuando la gente sonriese, sino cuando eran risas con todas las de la ley. Salieron 400 veces, que divididas por una hora y veinticinco minutos da la cuenta.

—Metido en esta vorágine inútil preguntar si trabaja en algún nuevo proyecto.

—Siempre los hay, pero puse en marcha esta obra y dos años y medio después —y más de 60.000 espectadores— aquí sigo. Tengo escrita una obra de teatro, para dos actores, y me apetece dirigirla. También un programa para televisión... ¡hablado!.