Tres espacios han sido descartados y prohibidos por el mal estado de las aguas
08 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Tras los días de lluvia volverá el sol y el calor y, con el verano, los ourensanos buscarán las playas fluviales para refrescarse. El control de sus aguas depende de la Consellería de Sanidade que informa sobre su estado, teniendo la potestad de prohibir el baño si considera que no cumplen con los requisitos mínimos. Ourense entró en el verano con un total de 22 playas aptas para el baño. A lo largo de la época estival esta lista podría variar si, por ejemplo, sucede un episodio de cianobacterias o algún accidente ecológico.
Comienza junio con aguas excelentes en el río Casal en Entrimo, Portoquintela en Bande, O Ribeiriño y el parque náutico en Castrelo de Miño, Cardiego y Rabal en Chandrexa de Queixa, las playas de Os Franceses y Coinedo en A Veiga, las piscinas fluviales de Carballeda de Valdeorras, Valderías en Avión, O Corgo en Muíños, Magro y Doade en Beariz y la playa de la Antena en la ciudad de Ourense. Estas tiene una calidad excepcional. Se consideran buenas o «aptas» para el baño las del Támega en Verín, el Sil en O Barco de Valdeorras, Soutelo Verde y Correchouso en Laza, Ribeira en A Gudiña, Cenza en Vilariño de Conso y Edo en Castro Caldelas. La única que se desaconseja, aunque no se prohíbe, es la de Regueiro Seco en Laza.
Actualmente están en evaluación, para determinar su estado, las aguas del Támega en Tamicelas, Laza. Sanidade prohíbe el baño, tras al menos cinco años seguidos con malos datos, en las de Orille en A Bola, O Caneiro en Baltar y Arzoa en Vilardevós.
Ademas de las playas includias en el listado de Sanidade, hay concellos que guardan rincones donde los veciños y visitantes se dan un chapuzón. Es el caso de Acearrica en Allariz o del Avia a su paso por Leiro.
Sin humos o pendientes de las cianobacterias
En trece de las 22 playas fluviales de Ourense se prohíbe fumar. Son las de Portoquintela de Bande, Cenza en Vilariño de Conso, Edo en Castro Caldelas, Magros y Doade en Beariz, Valderías en Avión, Os Franceses y Coinedo en A Veiga, las playas de Castrelo de Miño, Regueiro Seco en Laza, Sil en O Barco de Valdeorras y en la playa de la Antena de la capital.
El informe de Sanidade hace referencia, además, a las playas cuyas aguas podrían verse afectadas por la presencia de cianobacterias. A día de hoy están al nivel 1. Esto quiere decir que no son tóxicas ni malas para la salud, pero que es necesaria su vigilancia durante el verano por si aumenta su presencia. Estas son las de Portoquintela en Bande, O Corgo en Muíños, el parque náutico de Castrelo de Miño, Cardiego en Chadrexa de Queixa y Os Franceses en A Veiga.
Más allá de las playas
Al margen de los espacios controlados por los concellos como zonas de baño, existen otros espacios que son visitados durante el verano para darse un chapuzón. Los más concurridos son las pozas que forman muchas de las cascadas que hay en la provincia, siempre que la sequía permita que corra el agua.
Las más famosas son las de Melón, aunque también unas de las más peligrosas. Las baña el río Cerves, que nace en la Serra de Faro de Avión, a unos mil metros de altura y va creando los distintos huecos entre las piedras a su bajada, con cascadas incluidas entre medias. En pleno parque natural del Xurés, en Lobios, está Corga da Fecha. Se llega tras hacer una ruta por el antiguo trazado de la Vía Nova entre Braga y Astorga. A 50 metros del puente que cruza el regato de Corga da Fecha es posible bañarse en pozas de agua cristalinas.