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Parajes inolvidables del Camino Portugués

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VEN A GALICIA

M.MORALEJO

De Tui a Arcade, la ruta jacobea está jalonada de referencias históricas al Apóstol Santiago

14 jun 2023 . Actualizado a las 00:23 h.

Cuando los romanos emprendieron la ocupación de Galicia, crearon una serie de vías para enlazar los distintos lugares que fueron urbanizando. Una de ellas, la XIX, fue trazada por el camino más cómodo. Es decir, el que presentaba menos accidentes geográficos. Aprovechaba la depresión geológica meridiana que va desde Tui hasta Carballo, ya en la provincia de A Coruña. Ese itinerario, que se sigue utilizando hoy en día en su primer tramo, bajo la denominación de Nacional 550, y más arriba incluso como la Autopista del Atlántico, sirvió durante siglos para que los peregrinos jacobeos alcanzaran Compostela desde el país vecino. Es el Camino Portugués, que sigue viviendo un período de esplendor. Es el segundo más utilizado de las vías de aproximación a la catedral de Santiago.

Entre Tui y Arcade hay en torno a cuarenta kilómetros jalonados por elementos patrimoniales pertenecientes al ámbito cultural y natural. La ciudad de Tui es uno de los principales atractivos de ese camino. Dentro de la propia catedral se abre una capilla dedicada a Santiago en la que se puede ver un retablo, realizado por José Domínguez Bugarín a finales del siglo XVII, en el que está el apóstol. También en el coro de la sede obispal se representa la aparición de la Virgen del Pilar a Santiago y, uno de los órganos, está presidido por una imagen ecuestre del santo.

En el exterior de la catedral se alza el antiguo hospital de peregrinos, hoy en día, dedicado a acoger el Museo Diocesano. En él podían permanecer los caminantes un día y una noche, a no ser que estuvieran enfermos, en cuyo caso, se prolongaba el permiso de residencia.

Ya en la parroquia de Rebordáns se sitúa la iglesia y el conjunto situado ante ella, todo de gran interés artístico. Cerca de allí se llega al puente medieval de A Veiga, con sus cuatro arcos, que ayuda a pasar el río Louro en su recta final hacia el Miño. Atravesado el puente, el paseante hallará la capilla de la Virxe do Camiño, protectora de los peregrinos y con una pasado muy relacionados con la ruta hacia Compostela.

A partir de ese punto, el espacio natural gana presencia y se hace agradable para los caminantes ya que está apartado de las principales vías de comunicación y no presenta grandes dificultades. En ese trayecto se localiza otro puente de pequeñas dimensiones y una historia ligada a San Telmo, Ponte das Febres, en este caso, situado sobre un afluente del Louro. «Caminante aquí enfermó de muerte San Telmo en abril de 1251. Pídele que hable con Dios a favor tuyo», se puede leer en un monolito. Un nuevo puente, el de la Magdalena, da paso a las Gándaras de Budiño, un lugar que sigue siendo estudiado como el principal yacimiento paleolítico de Galicia, y también de gran valor natural. En este espacio natural hay un observatorio de aves. Y poco después se alcanza O Porriño. Las crónicas jacobeas sitúan un hospital en la villa que ya no existe. Los curiosos del patrimonio aquí deberán centrarse en la huella del arquitecto Antonio Palacios, con ejemplos tan notables como la casa consistorial, la botica familiar o una de las bocas del metro de Madrid.

Tras pasar O Porriño, el camino continúa hacia el norte paralelo a la N-550. Se sucederán, ya en Mos, el pazo de los Marqueses de Mos, la capilla de As Angustias y el cruceiro de Os Cabaleiros, para iniciar ya el ascenso hacia la capilla de Santiaguiño de Anta, un topónimo que hace referencia a enterramientos neolíticos. Es un hermoso pasaje para reponerse de la subida realizada. En sus proximidades se encuentra un miliario romano que nos recuerda que estamos en la vía XIX. Al igual que se hace hoy en día en las carreteras, los romanos indicaban a los usuarios de las vías el punto miliario (kilométrico) en el que se encontraban. No hace mucho, este elemento patrimonial fue vandalizado por alguien que todavía no alcanza a comprender el valor del patrimonio común. Ya estamos en el término municipal de Redondela, en Vilar de Infesta, donde hay una hermosa iglesia dedicada a San Martiño. Después ya pasaremos por Chan das Pipas y el camino se hace descendente hasta Redondela.

Santiago ecuestre

La villa de los viaductos es el punto de confluencia con el Camiño da Costa, que empieza en el Miño recorre la costa por Baiona, Nigrán y Vigo. Desde, al menos, el siglo XVI, la villa tuvo un hospital de peregrinos, y el albergue actual está en el antiguo palacio renacentista de la familia García Prego de Montaos, construido en el siglo XVI. También hay una iglesia referenciada a Santiago, cuya imagen ecuestre está en la fachada. Hay otra en su interior. En el medio de la villa hay una fuente con otra imagen ecuestre de Santiago.

El último tramo del camino antes de alcanzar el río Verdugo-Oitavén se realizar por la carretera paralela a la nacional, que se coge entrando por la zona deportiva de Santa Mariña. Las vistas son agradables ya que se abre a la ensenada de San Simón. Desviándose un poco de la ruta está Cesantes, con la isla de San Simón a un tiro de piedra y la iglesia de San Pedro. Siguiendo del Camiño Real, se vuelve a cruzar la carretera nacional para ganar panorámica del fondo de la ría.

El último tramo, antes de Arcade, se realiza por la nacional 550. Por el casco urbano, en línea recta, se alcanza el puente medieval de Sampaio, una referencia histórica que tuvo su culmen en el encuentro bélico de la Guerra de Independencia, en 1809. Pasado en río, los peregrinos podrán continuar hacia Pontevedra.