Patrocinado por

Y los peregrinos volvieron a abrazar al Apóstol Santiago, pero sin fotografías

O. P. SANTIAGO / LA VOZ

VEN A GALICIA

Xoán A. Soler

La Catedral recuperó en la mañana del miércoles un rito que viven con gran emoción, y prohíbe las fotos para agilizar las visitas

14 jun 2023 . Actualizado a las 20:25 h.

A las 10.30 horas había ya una tímida cola en la Praza da Inmaculada, en la puerta norte de la Catedral de Santiago que permitirá cada día desde hoy miércoles, en horario ininterrumpido de 8.30 horas hasta el cierre del templo hacia las 21 horas, visitar la tumba del Apóstol y abrazarlo en su camarín; la única interrupción, desde diez minutos antes del inicio de celebraciones litúrgicas y hasta su conclusión. Será un recorrido específico, con entrada por Azabachería y salida por la puerta de Abades, en la zona superior de A Quintana, para evitar aglomeraciones y controlar el aforo a la Catedral. El deán, José Fernández Lago, señaló esta mañana que «é unha satisfacción poder ofrecerlle á xente a posibilidade de abrazar ao Apóstolo de novo», un gesto que peregrinos y fieles echaban en falta desde que se prohibió en marzo del 2020 por la pandemia del coronavirus. Lago recordaba con una anécdota personal el arraigo de esta tradición: «Cando eu estudaba en Roma e nos visitaba o cardeal Quiroga Palacios, dicíanos: 'En canto chegue xa lle darei unha aperta ao Apóstolo da vosa parte'».

Por su parte, el director de la Fundación Catedral, Daniel Lorenzo, indicó que siempre hicieron todo lo posible por no cerrar el abrazo, recordando que los nuevos peldaños de acceso estaba preparados para el año 2021; pero la pandemia impidió hasta ahora el regreso del abrazo. Lorenzo recordó la importancia de evitar besar la esclavina y de apoyar el rostro en la imagen, por higiene, y destacó la conveniencia de agilizar al máximo el rito del abrazo para permitir que puedan acceder el número máximo de fieles. Para ello, se prohibirán las fotografías en ese momento: «Non hai que buscar a imaxe permanentemente, senón ter esa experiencia, que é o verdadeiramente importante». Y la fórmula, en estas primeras horas, está funcionando: la gente efectúa el recorrido con fluidez.

Xoán A. Soler

Lo sabe Juan Bautista Cano, de Xátiva (Valencia), que abrazaba al Apóstol junto con su esposa hacia las 11 horas. No era la primera vez, porque peregrinó hace cuatro décadas ya a Santiago. En esta ocasión hicieron el Camino Portugués desde Vigo, y en la salida de la puerta de Abades, relataba su sentimiento al recuperar el rito: «Espectacular, ha sido algo maravilloso». Lo mismo señalaba Petri Melo, brasileño de 29 años, ingeniero en Sao Paulo, que hizo la cola para el abrazo sin saber siquiera para qué era ni que hoy se recuperaba la tradición. Reconocía que tuvo mucha suerte, porque esa acción le permitió sentir algo «especial, moi bo, unha paz de espíritu que non ten igual. A oportunidade de pedir perdón por toda a vida e agradecer as próximas conquistas». En este primer día de recuperación del rito, se comprobaba que para otros muchos también era una absoluta novedad: veían al Apóstol, contemplaban la nave central de la Catedral desde su altura, pero no abrazaban la imagen.

También celebran la vuelta del rito las medalleras instaladas en la Praza da Inmaculada, por el hecho de que el acceso se haga por la puerta norte allí situada: «A ver se así polo menos ganamos algo, e a ver se esta alcaldesa nova nos deixa volver para o Obradoiro», señalaba Loreto Rodríguez, toda una vida en ese trabajo. «Hoxe aínda non hai moito movemento, que é o primeiro día, pero malo será; temos esperanza de ganar algo máis, se non non sacamos nin para pipas». Lo mismo apunta Rosario López, que dice que hasta la fecha «esta plaza estaba prácticamente muerta, a las dos de la tarde no quedaba nadie. Aunque este no es un sitio para las medalleras, esperemos que se revitalice. Recuperar la tradición será bueno para la gente, que antes se iba con el disgusto de no poder abrazar al Apóstol, y para los comerciantes», concluye.