Los primeros campistas de O Son do Camiño: «Queremos estar cerca para ir ás primeiras actuacións»

Cargados hasta los topes con bolsas, mochilas, pero también sillas, mesas, lonas y hasta maletas. Así estaban los primeros campistas que ayer dieron el pistoletazo de salida a esta cuarta edición de O Son do Camiño. «Queremos estar máis cerca da zona porque moitos dos concertos que nos interesan empezan cedo», explican Fran Treus y Manuel Magariños, que el año pasado habían cogido un piso en Santiago «pero entre que vés, xa non che compensa». En su lista de preferencias no están Aitana, Maluma ni Bizarrap, sino Sila Lua, Fillas de Cassandra, Anaju y, principalmente, Delaporte.

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C. N.

Con intención de «vivir a experiencia» de disfrutar del festival sin moverse del recinto llegan desde Carral Marta Barbeito, Alba Gómez y Noa Blanco. Alguna ya había acudido a O Son do Camiño, pero nunca en el cámping. En su lista de «imprescindibles» están Aitana y Duki. Entre esos primeros campistas de los cerca de 5.000 de esta edición también figuran Arturo y Javier, de Logroño, que ponen el broche a un viaje por el norte de España. En años anteriores habían optado por otros festivales en el Mediterráneo, pero querían buscar un ambiente con mejor temperatura: «Allí acabas asado». ¿Y, los grupos? «Buscamos variedad, no somos fans de ninguno», dicen.

Y frente a los nuevos en el cámping, los ya veteranos, como un grupo de diez jóvenes de A Coruña, que decidieron adelantar su llegada respecto al año pasado para no tener que cargar con el más que amplio equipaje.

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