Anclado en una pared rocosa, cercano al Camino de Santiago por la ruta de la costa, este banco ha sido reparado mil veces. Tiene vistas de pájaro al escenario de una batalla de galeones llenos de tesoros que inspiró a Verne.
20 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El banco de Cedeira, anclado en un cerro a 300 metros de altura sobre las aguas del puente de Rande, ha recibido tantos cañonazos como los galeones del tesoro que inspiraron a Julio Verne. Tras sufrir muchos sabotajes y actos vandálicos, incluso incendios, el mejor banco de la ría de Vigo ha sobrevivido a todos los envites y sigue ahí con innumerables cicatrices y remaches de acero cual pirata de pata de palo. La palabra anclado lo describe bien: sus restauradores atornillaron las patas a la roca para que nadie más lo robase y lo forraron con cintas de metal para evitar la rotura de maderas.
Llegar hasta el banco de Cedeira requiere un poco de paseo silvestre por las rocas, aunque una corredoira conduce directamente hasta él. La vista da vértigo pero merece la pena: el paisaje abarca todo el escenario de la batalla de Rande: el estrecho por donde se apostó la flota angloholandesa, la torre de vigilancia, la isla de San Simón y el fondo de la ría donde quedaron acorralados los galeones de las Indias y se hundieron en llamas. Unas antorchas que ardían de noche, como publicó en primicia mundial la Gaceta de Madrid en octubre de 1702.
Las vistas. A la derecha, la isla de San Simón dominando la ensenada, los muelles de carga y las bateas. En el medio, el puente de Rande. Por algo, este escenario acogió al Nautilus del capitán Nemo en la novela 20.000 leguas de viaje submarino.
La historia del banco de Cedeira se remonta a hace una década, cuando el carpintero Fran Peixoto instaló un asiento de madera entre las rocas. Le pintaron en el respaldo el lema: «Galiza is different». Pronto se convirtió en un lugar favorito de los instagramers y serio competidor del banco de Loiba, en Ortigueira, elogiado como el mejor del mundo.
Pero el de Cedeira ha ganado el título de banco más sufrido del mundo. Sufrió, al menos, cuatro ataques vandálicos, e incluso ardió parte del banco. Dos vecinos, Antonio Sobrado y su primo Iván Castro, lo repararon varias veces, blindaron con remaches y lo anclaron a la roca. Y en el 2020 montaron una nueva versión metálica de chapa galvanizada para resistir mejor a los gamberros. Con ese historial, el banco de Cedeira o del Campo de la Rata, ya es leyenda.
Llegar a pie tiene su mérito porque está montado sobre una pared rocosa cortante y agreste. El lugar da vértigo. Uno siente que está tan encima del puente de Rande que parece que lo está sobrevolando y lo ve desde la ventanilla de un avión.
Hay varias rutas para llegar. Se puede aparcar el coche en la carretera de Vigo a Redondela (a la altura del museo de Meirande, con temática sobre la batalla de Rande), y subir a pie el monte por una empinada cuesta asfaltada hasta cruzarse con un mojón del camino de Santiago por la ruta de Costa. El banco está situado más arriba, en un cerro, pasado un descampado rocoso. Se baja luego por una corredoira. El lugar es incómodo y solo da para que se sienten dos personas.
Otra opción es acercarse en coche hasta el mesón Coto del Águila, y bajar por la carretera hasta el descampado.