Luis Latorre, miembro del Senado del Arde Lucus: «Después de conocer otras fiestas, digo que esta está muy bien organizada»

Tras semanas de preparativos, llega una nueva edición del Arde Lucus. Luis Latorre lo vive como miembro del Senado, del que forma parte desde el 2013. Afirma que la celebración no solo está consolidada en Lugo ciudad sino que marca de hecho el inicio de la temporada de fiestas en Galicia. Cree que la participación está al alcance de cualquiera, pero resalta que los miembros de las asociaciones disfrutan del Arde Lucus de una manera más intensa.

-¿Cuál es la fuerza real de las asociaciones en la potencia que ha conseguido el Arde Lucus?

-Las asociaciones son la esencia de la fiesta. Sin el Ayuntamiento podrían llegar a hacer un Arde Lucus, pero sin las asociaciones el Arde Lucus es inviable. El apoyo institucional y la coordinación son importantes, pero la implicación de los lucenses es insustituible.

-¿Cómo funciona es el diálogo entre ambas partes?

-Muy bien. El entendimiento es muy bueno. Después de conocer otras fiestas similares, puedo decir que el Arde Lucus está muy bien organizado, y hay una gran implicación ciudadana.

-¿Por qué cree que se ha logrado ese arraigo entre la población?

-Por la forma en que nació. El Arde Lucus lo inventaron unos hosteleros del casco histórico. Se había hablado de hacer alguna fiesta para retener a la gente en el centro en el San Xoán. Se hizo una experiencia de sacar las barras [e los negocios de hostelería a la calle; y con la implicación del Concello, sobre todo de las concejalas Rosana Rielo y Carmen Basadre, se le dio impulso. Surgió la Cohors; luego, otras asociaciones. La fecha cuajó, el clima suele acompañar...

-En el Arde Lucus suelen desfilar alumnos de colegios de Lugo. ¿Es eso garantía de relevo?

-Es fundamental. Si no hubiese esa implicación de la gente joven, no habría futuro. Es muy visible, por ejemplo, el apoyo de un colegio como el de los Salesianos. Nosotros, en el Senado, hacemos charlas en los institutos.

-¿Ve el ciudadano medio esta fiesta como algo propio?

-Sí. Cuando vas a otros sitios, no ves tantas tiendas para comprar ropa de época como hay aquí. Para la gente que tiene que alquilar o comprar ropa es importante, y económicamente el Arde Lucus ha dado nueva vida a la artesanía, y cada vez hay más opciones.

-Sueñe un momento. ¿Qué incorporaría al programa del Arde Lucus?

-Nada. Se puede caer en la tentación de incorporar más cosas. No. Hay que mejorar lo que hay; no hay que obsesionarse por aumentar. La Feria de Abril de Sevilla es igual todos los años y funciona.

-¿Cómo describiría la fiesta a un forastero que viniese por primera vez?

-Se la explicaría como un homenaje de la ciudad a su pasado romano. Le diría que visitase los campamentos; que no fuese a todo, porque es imposible, pero sí que repitiese porque tendría mucho que ver.

-¿Se vive igual la fiesta desde dentro, formando parte de una asociación, que desde fuera, como simple ciudadano que intenta disfrutar?

-Es completamente diferente. En una asociación tienes unos compañeros en los que te apoyas. Si me apuras, casi lo paso mejor con los preparativos. Hay amigos que crean una asociación. En nuestro caso fue diferente, porque hubo una convocatoria del Ayuntamiento, y de ahí surgió un grupo de amigos, con una unión maravillosa. Eso sí, hay que supeditarse a un horario; de hecho, nos perdemos muchas cosas del Arde Lucus, porque si estás en el macellum (mercado), no estás en el circo. Da trabajo, pero recomiendo a toda la gente que se meta en una asociación.

-¿Qué significa, dentro del trabajo de todas las asociaciones que participan en el Arde Lucus, estar en el Senado?

-Somos una asociación más, ni más ni menos que otras. Lo importante es la parte que tenemos como recreación histórica, no como asociación. Para los romanos, Roma y el Senado eran una misma cosa. Nosotros cambiamos el lema clásico, SPR (Senatus Populusque Romanus), por SPL (Senatus Populusque Lucensis). Hay además una cosa muy curiosa, y es que la gente de fuera que viene al Arde Lucus nos identifica fácilmente porque vamos vestidos de blanco.

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