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Carlos Tarque, de M-Clan: «El artista que más público arrastra es Fito, no es Quevedo»

CARLOS CRESPO

VEN A GALICIA

M-Clan.
M-Clan.

El PortAmérica será la última ocasión para ver a M-Clan en Galicia en 3 o 4 años. El grupo anuncia un descanso y su cantante nuevos proyectos

07 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya lo hicieron hace unos años, coincidiendo con la publicación del primer disco de Tarque. Y ahora repiten el modelo. M-Clan se toma un descanso a partir de septiembre. Un mes después se publicará el segundo álbum en solitario de su vocalista. Así que el concierto del sábado 15 en el PortAmérica será el último de la banda en Galicia en una larga temporada. Eso sí, advierte Carlos Tarque, que merece y mucho, la pena. «Los bolos de esta gira son el sueño de los fans, porque estamos tocando las canciones de siempre y no dando la turra con temas nuevos».

 —«Un baño de nostalgia». Así titularon la crónica de uno de vuestros últimos conciertos. ¿Estás de acuerdo?

—Bueno, es la opinión de un periodista. Pero la nostalgia no tiene por qué ser mala. Si escuchas a los Beatles, ¿es un ejercicio de nostalgia? Pues claro que sí. Y maravilloso. Quiero ser nostálgico toda mi vida. El pasado es el que nos hace estar aquí.

—En el PortAmérica tocáis justo antes que Bad Gyal.

—No sé quién es.

—Una artista de música urbana que lo está petando.

—¡Ah! Pues maravilloso. Yo he ido a festivales en los que he descubierto bandas que de otro modo no habría ido a ver. Este tipo de festivales son una plataforma para conocer otros estilos y acercarse a otros públicos. No siempre tienen que ser los cuatro de toda la vida.

—Hasta hace no muchos años, el rock solo estaba presente en los festivales del género. Ahora también se le da cabida en los festivales «mainstream».

—A mí me parece estupendo. Nosotros fuimos con Tarque al Sonorama y fue un bolo brutal. ¡Y después tocaba Taburete! Creo que esa mezcla rompe los prejuicios de las tribus urbanas que arrastramos, sobre todo los más viejos. «Es que yo soy roquero y no puedo ir a ver a no sé que grupo, no vaya a ser que me vean». ¿Por qué? Si te gusta... La música es música.

—Imagino que de los agoreros del fin del rock estás hasta los mismísimos.

—Es que lo llevo oyendo desde hace tanto tiempo... ¿El rock ha muerto? No. ¿Está de moda? Tampoco. Pero es que no lo ha estado nunca desde que yo tengo uso de razón.

—Guns and Roses metieron 30.000 personas en Vigo hace tres semanas.

—Ya, pero los agoreros te dirán que es que es un grupo de pasado. Sí es verdad que ahora mismo no hay un grupo de rock actual que tenga la batuta. Pero el artista que más gente metió en gira en España el año pasado fue Fito, no fue Quevedo.

—Y el pasado fin de semana, el Resurrection congregó en Viveiro a más de 130.000 personas.

—Efectivamente, el tan denostado en nuestro país heavy metal y ahí lo tienes. En cualquier caso, estamos en un momento en el que hay mucho espacio para todos los estilos.

—¿Están siendo las salas las que están pagando las consecuencias de esta bonanza de la música en directo?

—Seguramente sí, pero yo sostengo que hay grupos para todos. Esto es como la globalización. Si tú tienes un centro comercial al lado de casa, al final vas a acabar yendo allí y vas a dejar de ir a la zapatería a la que ibas o a tu carnicería de confianza. Es el signo de los tiempos. La solución pasa porque la gente se conciencie o porque el pequeño comercio se especialice. Con los festivales, pasa algo parecido. Ahora tienen inversores y dinero, y pagan los cachés de los grandes artistas sin pestañear. Las salas tienen que asumir que son el caldo de cultivo de los grupos emergentes. Sé que es un trabajo duro. Pero también hay que insistir en que si tú abres un negocio, eres tú quien tienes que ganarte a la clientela. No van a ir 500 personas a tu sala el primer día.

—Tarque lleva el veneno de las salas dentro. Nunca has dejado de hacerlas...

—Las salas tienen esa autenticidad de que sabes que la gente que ha ido a verte no pasaba por allí. Para mí es como una cena íntima con amigos. Cómo me gustan a mí las metáforas [se ríe]. De hecho, muchas veces ir a una sala no es rentable. Pero es darle algo a tus fans y que sepan que es solo para ellos.

—M-Clan nació en 1993. Es decir que en este 2023 cumplís 30 años. ¿Habrá alguna celebración especial?

-No, no. La pandemia nos tumbó el proyecto que teníamos de celebrar el veinte aniversario del Sin Enchufe y como que se nos ha ido diluyendo todo. Estamos tocando, que para mí ya es una celebración. Pero sin el bombo y el platillo de aquello de ¡30 años!

—El último disco con canciones nuevas de M-Clan data del 2016. ¿Para cuándo un nuevo trabajo?

—No lo sé. Yo saco en octubre el segundo disco de Tarque y estaré un par de años de gira. Con M-Clan tenemos algunas ideas de cara al futuro. Hacer un disco de versiones, quizá. Pero no está decidido. Cuando nos volvamos a juntar, dentro de tres o cuatro años, haremos lo que se nos ocurra. Lo que está claro es que seguiremos. Mientras M-Clan continúe funcionando y emocionando a la gente, ¿por qué enterrarlo?

—¿Qué nos puedes adelantar de ese segundo disco de Tarque?

—Estoy muy ilusionado con él. Mantiene un poco la esencia del primero, rock clásico y hard rock, pero me siento como más afirmado. Todos mis amigos que lo han escuchado dicen que es mejor.