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Las bromas y la confesión de Robbie Williams sobre lo que vivió en Santiago

La Voz SANTIAGO

VEN A GALICIA

Xoán A. Soler

Tras enamorar en el Monte do Gozo con un concierto cargado de sentimiento, ironía y gamberrismo, el músico británico compartió en sus redes una reflexión: «Sucede a mitad de la gira y no me estoy haciendo más joven»

10 jul 2023 . Actualizado a las 10:22 h.

«Santiago, qué linda eres. Bendita seas por una multitud tan encantadora. Me lo pasé muy bien. Se sentía como si estuviéramos todos juntos en esto». Con estas emotivas palabras arranca su último post en Instagram Robbie Williams, el cantante británico que este pasado sábado derrochó carisma, entrega, provocación y energía en el Gozo Festival, metiéndose rápidamente en el bolsillo a sus más de 25.000 asistentes. Un buen rollo y sentido del humor del que también hizo gala en sus redes sociales justo antes y poco después de su actuación en el Monte do Gozo de Santiago.

Antes del ya para muchos «inolvidable concierto», el que fuera niño mimado del pop británico sorprendió a sus seguidores bebiéndose del tirón en la cama de un hotel de Santiago un litro de agua de una conocida marca gallega. Según apuntan algunos medios, el cantante británico suele tomar cuatro botellas similares antes de cada concierto.

Una tradición sobre la que se pronunció en Instagram. «Para todos los que os lo estéis preguntando... acabé todas las botellas de agua y necesito ir al baño», remarcó desde los bastidores del Monte do Gozo, un backstage del que ironizó que veía «unsexy». Tras señalar a un compañero y defender que él era lo más sexi que había allí, quiso realizar el protocolario guiño a la ciudad: «Santiago, tú sí que eres muy sexi».

Pero más allá de estos clásicos, el músico británico también quiso compartir en sus redes una confesión sobre lo que sintió durante su concierto en el Monte do Gozo, algo que pasó desapercibido para el enfervorizado público, pero que él no quiso pasar por alto. En su último post de Instagram Robbie Williams, junto a varias fotografías de los asistentes o un vídeo en el que se ve cómo corean su nombre, reflexiona sobre lo vivido. «Me sentía fuerte mentalmente... pero físicamente mis piernas no estaban funcionando muy bien. Sucede... A mitad de la gira... Y no me estoy haciendo más joven», ironiza el músico de cresta plateada, que suma 49 años y lleva 25 demostrando con creces que no es un simple ex de Take That.

Robbie Williams reflexiona a continuación sobre ese cansancio físico que asegura tener y que en cierto modo atribuye a su papel como padre. «Acababa de pasar el tiempo con mi familia. Y luego ser papá y esposo tan pronto como salgo del escenario es surrealista. Como dos mundos separados que necesitan dos tipos diferentes de atención», defiende, sin dejar espacio a malentendidos. «Mis bebés son mi porqué, el principio y el final... Nada tenía sentido antes de que vinieran. Y ahora porque están aquí. Nada tiene que tener sentido. Todo simplemente ''es''. Me necesitan, pero yo los necesito más de lo que nunca sabrán. Esto es para nuestros bebés», añadió refiriéndose a su papel de padre de familia numerosa y a sus cuatro hijos. 

Ya de camino hacia Luxemburgo, el músico quiso volver a acordarse de Compostela —«Santiago, Dios te bendiga»—, aclarando a continuación que esa introducción era solo una excusa para mostrar en vídeo su llamativa camisa. 

Esta fue la despedida a un fin de semana compostelano cargado de sentimiento, ironía y gamberrismo. Vestido completamente de dorado, con el pelo canoso, de punta, el músico empatizó desde el primer momento con los asistentes, acercándose a ellos y entablando casi una conversación con ellos, en un repaso musical a toda su trayectoria en la que también hizo mención a sus vivencias personales con las drogas y el sexo.

«¿Podemos ser amigos, Santiago? Dejadme entreteneros. La regla número uno es amar al público», declaró Williams ante un Monte do Gozo entregado.