Balizas centenarias, playas salvajes y espectaculares acantilados jalonan un trayecto de 200 kilómetros en ocho etapas
12 jul 2023 . Actualizado a las 04:47 h.Cuando nos referimos a la Costa da Morte pueden surgir dudas en qué punto empieza y donde termina este tramo de costa. Los estudiosos del tema coinciden en situar a Caión como el comienzo y su remate en Fisterra, aunque algunas voces lo circunscriben a Muros. Este espacio natural del Atlántico más indómito ha despertado el máximo interés de visitantes, tanto de Galicia como del resto de España, y nos sirve de ejemplo Malpica y sus alrededores, en donde la ocupación para julio y agosto roza el 100 %. En este contexto, el Camiño dos Faros cobra especial relevancia, puesto que transcurre por sus arenales, faros centenarios y espectaculares acantilados.
El Camiño o Ruta dos Faros no forma parte del Camiño de Santiago ni tiene paralelismo, por lo que debemos abordarlo de una manera muy específica. Si queremos un viaje organizado tenemos a dos entidades locales que nos pueden ayudar a finalizarlo de una manera controlada y efectiva: una sería Travels Finisterre (info@travelsfinisterre.com) y la otra, desde Malpica, kilometro cero, a través de la Asociación Salitre (salitremalpica@gmail.com). Y existen otros operadores nacionales e internacionales. También podemos optar por una aventura individual o en grupo para realizar esta senda, que merece la pena si nos va la marcha a pie, estamos medianamente en forma y queremos descubrir una naturaleza marítima única e impactante.
La infraestructura hotelera, hostelería y turismo ha crecido exponencialmente en la Costa da Morte, por lo que la Asociación de Profesionais de Turismo es la piedra angular de este desarrollo y en donde están los servicios que puede demandar cualquier visitante (aptcmcostadamorte@gmail.com).
En cualquier caso, tengamos presentes varias cuestiones: no es exactamente un plácido paseo por un sendero verde y bucólico, por lo que es recomendable el pantalón largo para evitar rozaduras con la maleza o rocas. Algunos puntos tienen su dificultad técnica, como es el caso del ascenso desde el puerto de Barizo al faro de punta Nariga, al igual que el descenso a la ensenada de la Barda y la elevada subida a la aldea del Roncudo. También en el Cachelmo (Muxía) tendremos un desnivel del 30 %. Junto a la Pedra de Moreira son los dos puntos de más esguinces si no somos precavidos. Y ya en el tramo final, desde la playa de Mar de Fóra al faro de Fisterra, la subida pronunciada nos ralentizará el remate de la etapa.
A tener en cuenta la poca cobertura en algunos puntos, por lo que conviene vigilar la batería, que al utilizar datos y el alto número de fotos que haremos con nuestro móvil se nos puede quedar a cero. Es recomendable un dispositivo de almacenamiento accesorio. Finalmente, si queremos total seguridad, alguien que realice la ruta en coche en paralelo nos proporcionará cualquier asistencia ante una eventualidad no prevista.
Consideremos un total de unos 200 kilómetros de ruta que se han estandarizado en una media de nueve horas de trayecto y alrededor de unos 25 kilómetros diarios, aunque cada uno lo fija según su forma física, disponibilidad y ritmo de caminata. En total son ocho etapas.
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Primera etapa, de 21 kilómetros. Aquí pasamos cerca de los arenales de Malpica, San Adrián y su ermita, Beo, Seiruga y Barizo, con un ascenso desde su puerto al Faro de Punta Nariga, con cierta dificultad técnica, pero no insalvable. El faro es diseño de César Portela y desde 1995 sirve de guía a la navegación por una zona muy golpeada por el duro Atlántico. Su entorno transmite cierta magia con unas formas de las piedras erosionadas por la naturaleza que lo hacen único.
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Segunda etapa, de 27 kilómetros. Discurre por antiguos caminos de percebeiros, en los que bordeamos el arenal de Niñóns, el embarcadero de Santa Mariña, la ensenada de la Barda y la subida a la pequeña aldea del Roncudo, aislada durante muchas décadas. Desde allí llegamos al faro de O Roncudo, que se erige sobre una base de granito y de titularidad competencial de la Autoridad Portuaria de A Coruña, que lo gestiona junto a Sisargas y Nariga. De allí a Corme puerto para dirigirnos luego a Balarés y sus soberbios arenales en una ría llena de vida y rematar en tierras de Pondal, Ponteceso.
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Tercera etapa, de 18 kilómetros. Pasamos de una zona de ría a una costa cantil intermedio con pequeños arenales como la playa Das Vacas, de fina arena, Rebordelo y San Pedro, para llegar a Laxe, que cuenta con importante puerto pesquero y faro en el cabo, similar al Roncudo, y que data de 1995, también de titularidad marítima del Puerto de A Coruña.
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Cuarta etapa, de 18 kilómetros. Son de costa abrupta, pero sin grandes acantilados. Soesto y Traba, consagrados como referencia europea del surf, ofrecen unas playas interminables para el visitante. Camelle nos sorprende con el museo de Man, el alemán, y su casa que hizo historia universal de su identidad con el duro mar de Camelle, para terminar en Arou, pueblo pescador en una zona donde azotan los vendavales.
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Quinta etapa, de algo más de 25 kilómetros. Discurre por un sendero que nos lleva a Santa Mariña, el Cementerio de los ingleses, que acoge a los fallecidos en la tragedia del Serpent, con la playa de Trece, para seguir por las de Reira y la de A Balea. Pasamos por el Faro de Cabo Vilán, el más antiguo de España —con la salvedad de la Torre de Hércules—, ya que se construyó en el período de 1854 a 1896 y está declarado de interés nacional desde 1933 . Actualmente es monumento natural. Camariñas, ya muy próxima, nos ofrece una costa más suave y abrigada del nordés.
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Sexta etapa, con más de 32 kilómetros. Empieza en la ría y pasa por ponte do Porto, playa do Lago, Merexo, Area Maior, Vilaverde e Borreiros. Entramos en las playas de Espiñeirido y Da Cruz para seguir por el santuario da Virxe da Barca, con faro-baliza y el mirador Jesús Quintanal. Sigue por los coídos hasta la playa de Lourido y el parador nacional da Costa da Morte, ubicado en un enclave inmejorable y con clientela nacional e internacional.
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Séptima etapa, de casi 26 kilómetros. Nos adentramos por el caserío de Cuño, playa de Moreira y faro de Touriñán, histórica construcción de 1898 y su faro nuevo de 1981. Son los puntos más occidentales de España. Luego transcurrimos por una costa media en altura antes de llegar a Nemiña.
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Última etapa, de casi 27 kilómetros. Un arenal inmenso en Nemiña nos da paso al tramo de Lires que finaliza en la playa del Rostro, Arnela y Mar de Fóra para ascender al Cabo Fisterra. El faro del fin del mundo data de 1853 y no ha dejado de iluminar la peligrosa navegación de este mar. Para miles de peregrinos Fisterra es el fin del Camino de Santiago, lugar más visitado de toda Galicia después de Compostela.