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En busca de la Mundaka del área de A Coruña: estas son las playas más surfeadas desde Bastiagueiro a Caión

Loreto Silvoso
Loreto Silvoso A CORUÑA

VEN A GALICIA

Eric Reberie surfeando la ola gigante conocida como «La Tóxica», entre O Portiño y la Edar de Bens
Eric Reberie surfeando la ola gigante conocida como «La Tóxica», entre O Portiño y la Edar de Bens Alex Laurel

Los arenales de nuestra costa concentran las más espectaculares olas de surf de la comarca

17 jul 2023 . Actualizado a las 21:52 h.

Vaya por delante que preguntarle a un surfista por las olas más poderosas de la comarca coruñesa es como pedirle a un candidato que revele su estrategia electoral antes de unos comicios. Pero cuatro de los más reconocidos y experimentados practicantes de este deporte han aceptado el reto de responder a la pregunta del millón sobre nuestra costa, aun a riesgo de que las mejores playas del momento se inunden de tablas. 

«Nosotros siempre decimos que en Galicia hay olas perfectas pero no sabemos dónde», ironiza Alberto Reimunde. Para el nuevo seleccionador de la Federación Galega de Surf y director de La Vieja Escuela, «nuestra casuística especial» tiene que ver con los bancos de arena. En un momento dado, un fondo se acumula y da unas olas increíbles pero, de repente cambia, y esas olas desaparecen y aparecen en la playa de al lado. «Es un poco variable. No hay una ola de world place como la Mundaka. Depende de si el fondo de arena está ahí para que esa playa sea increíble. Si se va, deja de funcionar». 

Una costa muy especial

Así lo explica este deportista, que está en la cresta de la ola profesional. «Todo depende de que ese fondo de arena se recoloque, por las lluvias, por cómo escarba el mar en él, el viento provoca esos sedimentos, una especie de lenguas sobre los que llega a golpear la ola de esa manera perfecta, que es lo que buscamos. Esas olas que abran para poder surfear durante más tiempo. A partir de ahí, todas las playas de nuestra zona, desde Bastiagueiro, el Orzán, Sabón, Repibelo, Valcovo, Barrañán, Caión y Baldaio, todas, tienen momentos del año perfectos para surfear. Por ejemplo, en Caión están muy bien en la época de primavera-verano, por los vientos del nordeste. Barrañán es una ola más de viento del sur, que necesita un poco más de mar y es más de invierno», continúa Reimunde. «En Sabón, las obras del puerto exterior provocaron unas corrientes que han dejado una ola muy buena. Pero también ese mismo espigón estropeó los fondos de la nudista, muy buenos para hacer bodyboard. La utilizábamos mucho y venía gente de fuera a surfearla. Desde hace unos años ya no está rompiendo la famosa ola de la playa nudista, que la llamábamos la nude. Ahora está lleno de rocas y ya no rompe», explica, mientras termina de entrenar en Caión. «Llevamos toda la semana viniendo aquí y hay unas olas estupendas, con la marea alta y con nordeste, porque está protegido por el pueblo. Ese viento hace que esté lisita la ensenada y hay unas olas increíbles». 

Seis veces sobre As Rubias

Un mito de las olas gigantes es Eric Reberie, franco brasileño con familia coruñesa, que lleva muchos años buscando cabalgar la masa de agua más grande jamás recordada en nuestra costa. Sus favoritas, cuando oleaje y viento soplan a favor, son las olas de piedra, porque no dependen del fondo de arena. Por eso se queda con As Rubias, la ola gigante que está en el medio del mar, frente a O Portiño, y que Eric ya ha podido cabalgar unas seis veces. «A Coruña tiene muchísimas playas buenas y la gran diferencia con muchos sitios del mundo es que tiene dos costas, así que puedes utilizar uno y otro lado del oleaje y de la dirección de viento», argumenta Reberie, cuya imagen surfeando La Tóxica, la ola gigante que está después de la Edar de Bens, acompaña este reportaje.

Alberto Reimunde cabalgando una ola en la playa de Valcovo (Arteixo).
Alberto Reimunde cabalgando una ola en la playa de Valcovo (Arteixo). Tanaka

Óscar Vales, otro referente del surf en la comarca coruñesa toma partido por las mejores playas para practicar surf: «Mi favorita es Valcovo, pero en general la gente prefiere Caión. En invierno la gente va a Bastiagueiro y en verano a Caión, porque es muy cómoda, tiene párking, tiene chiringuito, no es una playa peligrosa. Como está protegida del nordeste, es fácil. Casi siempre hay olas y el mar tiene mucha más fuerza», opina Vales, fundador de Vazva, sobre el arenal de As Salseiras. No hace falta irse al Nazaré luso. Lo que tiene claro toda la comunidad surfera es que Caión funciona en marea alta, La Cueva (Repibelo) en baja y Valcovo en media, pero para saber cómo está el fondo, hay que ir hasta allí. 

«Allá vamos todos»

Y Reimunde se sincera. «Cuando hay un chivatazo o alguien se entera de que está buena una playa, vamos todos para allí y la surfeamos hasta que desaparecen los fondos».

Orzán, una playa para bajar descalzo a surfear

Montero surfeando entre Matadero y Orzán
Montero surfeando entre Matadero y Orzán José Rodriguez Varela

Para el surfista coruñés Pablo Montero la mejor ola de por aquí es la del Orzán. En su caso, la respuesta tiene un componente emocional: «He vivido toda mi vida enfrente del paseo marítimo coruñés y esa es la playa que más surfeo y sigo surfeando a día de hoy, porque hay buenas olas y está el Matadero, que también es muy buena. Además, al tener forma de bahía, le pegan bien bastantes vientos. En el Orzán, más grandes o más pequeñas, suele haber olas todos los días. Y es una comodidad que esté aquí en la ciudad, porque puedes trabajar y luego, cuando tienes un rato libre, puedes surfear. Puedes ponerte el traje en casa, bajar cambiado y ya descalzo a la playa», explica Pablo, que hace dos años montó, junto a otro socio surfero, un bar que está a pocos metros del mar de sus amores. Se llama Twin Fin Bar, en la calle Perillana y el ambiente es surfero a tope. 

El mejor momento del día para surfear es «cuando hay marea baja, porque para que rompa en marea alta tiene que haber olas muy grandes. Y mejor por la mañana, que es cuando menos viento hay, pero hay que cuadrarlo con la marea baja por la mañana. A mí, sobre todo, me gusta mucho el atardecer, porque está el sol de frente y es súper bonito. Y el viento al atardecer suele bajar un poquito. Las olas, cuanto menos viento, mejor. Por eso cuando amanece sin viento también me gusta», explica. «El Orzan lo siento como mi casa, como si fuera mi habitación. Yo salgo a surfear todos los días y la mayoría de las veces aquí en el Orzán. Es una playa que recibe mar, entonces suele haber olas siempre», describe este apasionado del surf.