Más de 225.000 peregrinos llegaron a Santiago entre enero y julio, un 15% más que en el mismo período del año 2019

Caminar tras las flechas amarillas está en auge. Hacer el Camino de Santiago o alguno de sus tramos durante las vacaciones de verano es un plan ganador y las cifras de peregrinos siguen creciendo imparables. Desde enero hasta finales del mes de julio llegaron a Compostela más de 225.000 peregrinos, lo que supone un 15% más que en el mismo período del 2019, antes de la pandemia, según datos hechos públicos por la Oficina del Peregrino. 

La ruta preferida, elegida por la mitad de los que cogen la mochila, es el Camino francés (49 %), seguido del portugués (20,9 %), el portugués por la costa (11,4 %) y el inglés (5,2 %). En cuanto a la procedencia, el 30 % de los peregrinos son nacionales y vienen principalmente de Andalucía, Madrid, Comunidad Valenciana y Cataluña. Entre los extranjeros, que suponen un 37 %, los más numerosos son los estadounidenses, italianos, alemanes y portugueses. Es destacable el crecimiento del número de peregrinos procedentes de Estados Unidos, que en el 2019 solo suponían el 6 % y ahora, con un 7,5 %, lideran la lista de foráneos.  El resto de peregrinos no desvelan su origen.

Peregrinos sénior

En cuanto al medio, más del 92 % hacen el Camino a pie y sube hasta un 6 % el porcentaje de los que van en bicicleta, en plena época estival. La franja de edad más numerosa es el intervalo entre los 46 y 65 años, un 40 % de los peregrinos, seguida de los jóvenes de entre 18 y 45, que suman un 35,6 %. Y respecto al género, las mujeres son mayoría, superando el 52,5 % de los caminantes.

Destaca que la motivación para emprender la marcha hacia Compostela sigue siendo exclusivamente religiosa para el 44,5 % de los peregrinos, una mezcla de razones religiosas y de otro tipo en el 33,7 %, y solo no religiosas para el 21,7 %.

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