En un entorno exclusivo y acogedor, el emblemático pazo reabrió hace unos meses y ahora cuenta con una terraza cubierta que permite disfrutar de riquísimos platos mirando al cuidado jardín
02 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Si hace mucho que no vas al pazo Villariza, en Pastoriza, te llevarás algunas buenas sorpresas. La primera, una magnífica terraza cubierta que en esta época estival permite comer al aire libre, en un espacio muy acogedor, frente al jardín de mil metros cuadrados que tienen. Pero, además, como explica Roberto Gestal, responsable ahora de la nueva etapa de este emblemático lugar, si de pronto el tiempo atmosférico cambia y se levanta, por ejemplo, un poco de aire desagradable, te ubican enseguida en uno de los comedores interiores que tienen pegados a dicha terraza. «Lo que buscamos, por encima de todo, es que el cliente esté a gusto y si por alguna razón cambia el tiempo, tenemos esa posibilidad; lo importante es que coma cómodo», especifica. Por eso, en el momento en que te sientas en la terraza, el personal se encarga de que así sea.
En la carta encontrarás algunas de sus especialidades (carne asada, paletilla de cordero, lubina, empanada...), y riquísimos postres, como el tiramisú o los donetes de chocolate blanco, una de sus sugerencias que no te puedes perder. Pero lo mejor es que disfrutarás de una comida en un espacio de los que ya no encuentras hoy en día.
Su seña de identidad Villariza no la ha perdido, con la majestuosidad de la piedra y los diferentes ambientes, pero ha ganado en confort por la intimidad que permite. «Tenemos siete comedores con un máximo de 90 personas y un mínimo de alrededor de 15, y eso el cliente lo agradece, porque si quieres hacer una celebración familiar, tienes el comedor para ti solo, sin necesidad de compartir con otros comensales ni el barullo que se pueda generar en otro tipo de restaurantes», explica Roberto. Él destaca de Villariza la oportunidad que ofrece para bodas que no son muy numerosas, porque se pueden hacer con todo el gusto y la tranquilidad de tener todo un amplio espacio para festejar. «Las parejas pueden reunir aquí a toda su gente, con el DJ, la zona de copas, la de cóctel en el jardín y lo que requieran. Disponen de todo el pazo para ellos», indica. Bautizos, comuniones, eventos de empresa y comidas de negocio tienen cabida en este magnífico lugar, que abrió por primera vez hace 26 años y desde el pasado mes de abril ha cogido otro impulso. Su ubicación, cerca de A Coruña y pegado a Arteixo, es otro de los reclamos para la gente de empresa que busca esa misma comodidad a la hora del mediodía, porque es llegar, aparcar en su párking privado y ponerse a comer en un ambiente exclusivo, relajado e íntimo.
RESERVAS PARA NAVIDAD
Además de Villariza, donde también se pueden celebrar fiestas de Navidad —«y ya hay gente que está reservando»—, Roberto Gestal gestiona el emblemático Mesón de Pastoriza, que ha recuperado el esplendor de antaño adaptándose a los nuevos tiempos, porque pocos lugares alrededor de A Coruña permiten dar de comer a mil personas, como hacen, atendiendo a la demanda a las enormes reuniones de empresas o los numerosos congresos que se celebran en la ciudad. «El próximo que tenemos es de 400 comensales», expone Roberto, que después de una etapa intensa trabajando en diversos ámbitos de la hostelería de Madrid, ha tomado las riendas de este negocio familiar del que ahora es el máximo responsable. «La gente en Villariza busca la comida sabrosa de siempre, con el plus de un cocinero que se ha formado en la Cordon Bleu, y un entorno muy agradable. Apostamos por el lujo de la tranquilidad gallega», concluye.