En el festival Iacobus Maris Experience, que durará hasta el domingo, los interesados podrán visitar embarcaciones históricas y aprender el oficio de los nudos
28 jul 2023 . Actualizado a las 22:46 h.«Es el sueño de una época jipi». Así describió Martín Casanova, miembro de la tripulación del Atyla, el barco construido en el País Vasco que esta mañana recibió a cientos de personas en la dársena de Portocultura del Puerto de Vigo. La nave, fabricada en la década de los ochenta, nació fruto del empeño de un piragüista de Soria, Esteban Vicente Jiménez. A día de hoy, el Atyla, que recibe ese nombre del perro de su creador, sigue siendo propiedad de su familia.
El barco imita el modelo de goleta del siglo XVIII. Lo construyeron con madera de ribera y únicamente con métodos tradicionales. Este es el segundo año que participan en el Iacobus Maris, la ruta de peregrinación por mar en la que varios barcos repiten el camino que hicieron los discípulos del Apóstol para llevar su cadáver hasta Santiago. Con motivo de su parada en Vigo, este fin de semana se celebra el Festival Iacobus Maris Experience en el que, además de poder acceder al barco de manera gratuita, los asistentes podrán disfrutar de la sesión de conciertos «Sons do porto» en el recinto del festival.
El Atyla no fue el único barco en amarrarse en Portocultura. A su lado se hallaba el Hidria Segundo, una embarcación todavía más antigua. Se trata del único barco a vapor que sigue navegando en España, y también recibió a los curiosos que lo querían conocer por dentro. Durante las tardes de mañana y del domingo, organizarán varios talleres de nudo y de pesca artesanal.
«Está muy bien, también para los niños. Así pueden saber cómo es por dentro un barco histórico», comenta Susana, una de las visitantes del Atyla. Ella, como muchas otras familias, hizo la reserva para poder acceder a la embarcación el viernes, pero las visitas se podrán hacer también durante las mañanas del sábado y del domingo. Destacó también el gran número de personas que se animaron a conocer el Atyla. «Muchos extranjeros, sobre todo franceses. Son turistas que acaban de llegar al puerto y se encuentran con esto», comentó.
La lluvia acompañó al festival durante la mañana, y los organizadores llegaron a temer no poder ofrecer el plato fuerte de la jornada: la salida del Atyla y la travesía por la Ría de Vigo. «Mañana seguramente mejore el tiempo, pero hoy dependemos de algo que no podemos controlar», admitió Celso González, director del festival. Pese a que las precipitaciones no cesaron, no supusieron un problema para que la embarcación levara anclas. La excursión terminó a las 20.00 horas, cuando comenzaron los conciertos de varios grupos gallegos. La entrada para esta salida cuesta 49 euros para adultos y 29 euros para niños de hasta doce años, y se pueden reservar a través de la página web del buque.