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Agosto dulce para la hostelería de Ferrol: «He tenido un 200 % más de gente que el año pasado»

Beatriz García Couce
Beatriz Couce FERROL

VEN A GALICIA

Pablo Rebollo, dueño del Gastrobar Nuá
Pablo Rebollo, dueño del Gastrobar Nuá José Pardo

Algunos establecimientos se saturan en comidas y cenas mientras otros esperaban más de las fiestas de verano

28 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

No hay unanimidad en el calado pero sí una corriente generalizada de que está siendo un buen verano para la hostelería ferrolana. Mientras para algunos profesionales del sector julio fue un mes flojo en actividad y facturación, otros aseguran sentirse satisfechos y haber registrado un aumento de las ventas muy notable. «He tenido un 200 % más de gente que el año pasado, y un aumento de las ventas del 125 %», afirma satisfecho Pablo Rebollo, del Gastrobar Nuá. Incide —como el resto de profesionales consultados— en que este verano se ha acercado a Ferrol «muchísima gente de fuera», turistas que animan las calles y las cajas de los establecimientos.

Las vacaciones y el aumento de la afluencia turística ha propiciado que, tanto en el mes de julio como en el de agosto, Nuá cuelgue el cartel de completo al mediodía y a la noche. «Ahora, si no llamas con cuatro o cinco días de antelación, casi no puedes coger una reserva. Tenemos lleno a la comida y a la cena», afirma. Pablo Rebollo considera que los conciertos organizados por varios hosteleros —entre los que se encuentra— en la calle también han repercutido en la actividad.

Otro clásico del sector hostelero en el barrio de Ultramar es el Mesón Mateo. Su propietario, Jesús Mateo, se muestra muy satisfecho con el balance estival. «Nosotros llenamos para comer y para cenar», afirma, y se suma a la principal apreciación del sector: «Hay mucha gente de fuera. Los domingos de noche y los lunes trabajamos con muchos peregrinos».

Alejandro Casteleiro es propietario, junto a Gabriel Prego, de Casa Maruxa
Alejandro Casteleiro es propietario, junto a Gabriel Prego, de Casa Maruxa José Pardo

Otra consideración generalizada es la de que el mes de julio fue más flojo que el de agosto. «Julio fue mediocre. Después la primera quincena de agosto funcionó muy bien, pero de nuevo empezó a bajar. Tenemos gente, pero no como el año pasado, que llené todos los días hasta la bandera. La inflación se nota», afirma Alejandro Castrillón, propietario de Casa Maruxa, ubicado en el Cantón.

En el bar Manolo, también en A Magdalena, Manuel Antón comparte esa opinión. «En julio hubo menos gente, y en agosto mejor. Se notan las fiestas. De todos modos, el consumo está bajo, se sale, pero no hay tanto gasto», afirma. No obstante, está contento con la marcha del local este verano.

Para algunos hosteleros, la comparativa con épocas estivales anteriores es complicada, debido a casuísticas diferentes. «Este verano no hace prueba para nosotros, con la calle levantada, aunque hemos trabajado bien. Funcionamos con las reservas, porque por aquí casi no pasa nadie. Aún así, vemos que hay muchos extranjeros», comenta Blanca Tello, del restaurante Frank, ubicado en la vía San Francisco.

Para Pablo Freire, propietario de Casa López, el verano pasado no tiene nada que ver con el presente, ya que el anterior solo funcionaban con take away —comida para llevar—, mientras que desde el pasado junio se ha trasladado al antiguo Café Moderno, en donde cuenta con un bonito comedor. «En mi caso la verdad es que funcionamos muy bien, estamos contentos», afirma. 

En la calle Pardo Bajo, uno de los epicentros de la hostelería en el centro de la ciudad, las terrazas llenas evidencian una actividad creciente. «Julio siempre empieza más flojo, pero en agosto ya llegó el bum», aseguran desde Casalexo. «Además, hay mucha gente de fuera», reseñan, esperanzados de que se mantenga la tendencia de otros años, con buenos niveles de ocupación también durante la primera quincena de septiembre. 

Sin la Feria de Muestras

No puede ser mejor el balance que realiza el propietario del Caserío Vasco, Eduardo Castro, quien considera, no obstante, que la desaparición de la Feria de Muestras provocó que se resintiera mucho la actividad hostelera en julio en la ciudad. «Agosto está siendo perfecto», subraya, con mesas copadas para comidas y cenas a diario.

La llegada del turista nacional —que ya se ha apreciado durante los fines de semana del año— y extranjero se deja notar en el sector. Fran Fajardo, encargado del Café Derby, también incide en este aspecto. «Está siendo un buen verano, igual que el pasado, quizás con más gente de fuera, aunque esta primera semana de fiestas es más floja que otros años», apostilla.