La grovense pone el foco en casas icónicas que forman parte de la historia del municipio meco
04 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.A Laura Meis (O Grove, 1988) se la conoce desde hace ya algún tiempo por ser la ilustradora del patrimonio meco, o al menos de parte de él. Su pasión por la arquitectura, su talento para el dibujo y la admiración por una antigua casa de la calle Aguieira, fueron las culpables de que se animara a crear una colección que cuenta ya con treinta casas emblemáticas de la localidad, algunas de ellas hoy en ruinas.
Todas transmiten, de una u otra manera, una pequeña parte de la historia meca y sus habitantes, y cobran vida sobre el papel conformando de alguna manera ese casco histórico que la península nunca tuvo. Fieles a la realidad y reconocibles gracias a sus trazos sobre lienzos en blanco o sobre la tableta gráfica despiertan hoy el interés de mucha gente. Laura recrea lo que se le ponga por delante, pero esas viejas casas decadentes, algunas desaparecidas ya, le han dado fama, a ella y a Grovemakers, el colectivo de artistas al que pertenece.
«Gustoume sempre o debuxo. Dende moi pequena encargábame de facer os carteis na escola, e encantábame inventar tipografías», cuenta echando la vista atrás. Ya apuntaba maneras a aquella edad tan temprana, «e as miñas notas en artes plásticas e debuxo técnico destacan sempre por riba das demais materias», recuerda. Por esos derroteros su futuro comenzaba ya a perfilarse. Eso la llevó años más tarde a profesionalizarse, se decantó por estudiar Diseño Gráfico y Tecnologías Multimedia en Sevilla, y de ahí se mudó a Dublín. Fue entonces, gracias a la morriña, cuando comenzó a ilustrar los primeros edificios. Aquel inmueble ubicado en Aguieira, que en su día perteneció a un conocido fotógrafo local conocido como Chalán, se le había metido entre ceja y ceja, y como no podía comprarlo decidió darle vida en papel pensando en que si algún día se convertía en ruina, al menos le quedaría el recuerdo. «A obra gustou e comezou a ter algo de tirón», explica. «Non é que fora especialmente bonita, pero é desas casas que gardan a identidade do barrio, do pouco que queda desa arquitectura en particular no Grove», dice. A la de Chalán le siguió el edificio de La Celestina, un inmueble situado en el corazón del municipio y que muchas generaciones recordarán por albergar el mítico pub Vinilo, y tras él había que plasmar el art déco impregnado en el mítico Bazar Concha de la calle Luis Antonio Mestre. La familia de casas comenzó a crecer, y ese imaginario barrio en papel se convirtió de alguna manera en un símbolo de identidad. Las viviendas, solitarias, extraídas de su entorno despiertan admiración a partes iguales en vecinos y turistas, dejando patente su talento con el pincel y el lápiz óptico, con el que tiene mucha destreza.
Así ha conseguido trasladar a los mecos a recuerdos de su infancia o adolescencia, haciéndolos bucear en experiencias vividas entre aquellas paredes de piedra. Pero este amor por el patrimonio y la arquitectura ha calado también en los turistas que llegan al municipio, buscando llevarse consigo la esencia y la identidad del pueblo, algo que no van a encontrar en el típico suvenir, pero si en una ilustración de las que ellas hace.
Doce horas de trabajo
«Non busco que sexan debuxos cen por cen realistas, senón que se identifique a vivenda e que se recoñezan os rasgos principais», dice Laura. Doce horas de trabajo separan la primera línea del resultado final. A mano le imprime su propio carácter y el ordenador, su herramienta digital, le ayuda con las texturas. Todo nace en su cabeza pero tiene maestría en ejecutarlo. Y, más allá de lo artístico, le impregna un carácter reivindicativo, y lanza un mensaje: «Estámonos cargando todo o que identifica arquitectonicamente a O Grove, por fins especulativos e por falta dunha regulación urbanística». Esas casas forman parte de la identidad de la localidad. «Saber cara onde queremos evolucionar implica ter claras as nosas orixes», reflexiona, apelando a la necesidad de salvaguardar ese pasado. Ella seguirá dibujándolas para que no se pierdan y piensa recopilarlas en un libro junto a sus propias historias.