Más allá de la playa y el Camino: cinco maneras diferentes de hacer turismo en Galicia
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Dormir en un faro, conocer la apicultura gallega o disfrutar del cielo estrellado, son algunas de las opciones al alza
29 ene 2024 . Actualizado a las 15:42 h.El sector turístico quiere convertir a Galicia en un destino que funcione todo el año. Y también que los viajeros se repartan por toda la comunidad, para que los beneficios del turismo lleguen al mayor número de concellos posible. Para lograrlo, es fundamental diversificar la oferta. Aunque las playas gallegas sigan siendo uno de los mejores reclamos, y el Camino de Santiago nuestra carta de presentación en todo el mundo, cada vez cobran más fuerza nuevas formas de disfrutar de viajar por Galicia.
Seis Destinos Starlight para disfrutar del cielo estrellado
En el 2006, Eduardo Martín y su pareja abrieron en la parroquia de Valdín, en A Veiga, una casa rural que bautizaron como Eido das Estrelas. «Los abuelos y los padres de mi pareja nacieron en la zona y a nosotros, cuando la visitamos, nos impactó el cielo que había. Nos dimos cuenta del potencial que tenía eso como reclamo turístico», explica. Se adelantaron así a la declaración de la zona de Pena Trevinca como Destino Starlight --se hizo en el 2015--, una certificación internacional que reconoce las excelentes cualidades para la observación del cielo de determinadas zonas del planeta y su compromiso con la conservación de ese atractivo.
Hoy Galicia cuenta con seis Destinos Starlight, ganchos perfectos para un cada vez más pujante turismo astronómico. A Trevinca se han ido sumando Muras, Lalín, el Parque Nacional Illas Atlánticas, la Costa da Morte, y la reserva da Biosfera Mariñas Coruñesas.
«Este tipo de zonas tienen muchísimo tirón entre profesionales de la fotografía y de la astronomía, pero también entre el público general. Es un atractivo más, como el paisaje de montaña, o la nieve, cada vez más escasa en Galicia. Nosotros tenemos la casa abierta todo el año, y acabamos de recibir, por ejemplo, huéspedes llegados de Singapur o de Suiza», confirma Martín.
Miel, paisaje y patrimonio para atraer a los viajeros
¿Puede una actividad económica convertirse en un gancho turístico? Sin duda. El sector apícola gallego lo tiene claro, y por ello llevan tiempo promoviendo rutas y actividades para hacer de la apicultura un recurso que atraiga viajeros al entorno rural gallego y, al mismo tiempo, apoye la comercialización de sus productos.
«Queremos poñer en valor un patrimonio apícola moi antigo, e ademais moi diferente ao que existe noutras partes do mundo», explica Suso Asorey, de la Asociación Galega de Apicultura (AGA), para luego describir la cara de asombro que unos viajeros austríacos pusieron al ver una impresionante albariza de la montaña lucense. Las alacenas de la Costa da Morte, las colmenas de paja del sur de Galicia o los lagares de cera son otras de las estructuras que llaman la atención a los visitantes.
Junto a esas construcciones, y al paisaje que las rodea, el turismo apícola se apoya también en la degustación de productos. «O apiturismo tamén é gastronomía, é probar unhas filloas con mel, e que ao visitante lle dean ganas de comprar mel da zona, o que tamén supón novas vías de comercialización», dice Asorey, que explica que hay cada vez más interesados en participar en estas iniciativas, sobre todo entre la gente joven que quiere hacer de la apicultura y la montaña su forma de vida.
Ver amanecer sobre el mar o dormir al arrullo del temporal
En pocos lugares del mundo es posible pasar la noche en un faro. En Galicia, sin embargo, puede hacerse. El faro de Lariño es, desde hace un par de años, un hotel con encanto. Los semáforos marítimos de Bares y Fisterra también se han reconvertido en alojamientos, y el antiguo faro de Ribadeo, en Illa Pancha, acoge dos apartamentos para turistas. A ellos se sumará este verano el faro de Cabo Silleiro, donde está previsto habilitar 16 habitaciones.
«É unha opción que encaixa á perfección co turismo experiencial, de emocións, que cada día é máis buscado. Durmir nun faro unha noite de temporal, ver amencer xusto sobre o mar... É unha opción moi atractiva, e perfecta para desestacionalizar a chegada de viaxeiros», dice Jesús Picallo, gerente del Hotel Faro de Lariño y del Semáforo de Fisterra. «Ademais é moi bonito recuperar un patrimonio tan importante, que antes salvou vidas e agora axuda a salvar a economía do territorio no que está», añade.
El reclamo de la cultura del vino y su huella en el paisaje
No es La Rioja ni Oporto, pero Galicia puede presumir de que sus vinos, y la cultura que los rodea, son un perfecto atractivo para los viajeros. «O viño xa é un recurso turístico, e as zonas vitivinícolas están en camiño de se converter en zonas turísticas», dice rotundo Juan Casares, presidente del Consello Regulador de la D. O. Ribeiro y de la Ruta do Viño do Ribeiro.
Las cinco denominaciones de origen gallegas tienen una de estas rutas, entendidas como asociaciones que buscan potenciar los recursos y atractivos de sus zonas de producción. «No Ribeiro temos viño, temos unha historia ligada á súa produción que deixou pegada e patrimonio, temos paisaxe, temos termalismo... Témolo todo para ser un destino turístico de calidade, e ademais desestacionalizado, que sexa atractivo todo o ano», defiende Casares, que reclama para consolidarlo poder aprovechar el potencial de la llegada del AVE con un plan de transporte dentro de la provincia de Ourense.
Conociendo los atractivos de Galicia en ferrocarril
Hasta 14 rutas tendrán este año en Galicia los trenes turísticos de Renfe. Una manera diferente de conocer distintos atractivos de la comunidad. La ruta de los faros, la de los monasterios, la de los quesos, los pazos, la lamprea o la de la camelia en flor, son algunas de las opciones que los viajeros podrán elegir en este 2024.
Los trenes funcionarán entre los meses de marzo y octubre. Esta temporada está previsto ofertar un total de 2.600 plazas, repartidas en 34 salidas.