Enamorada de la costa de Lugo, viene en busca de frescor y paz
18 oct 2024 . Actualizado a las 12:01 h.Belinda Washington, actriz, presentadora y cantante nacida en Inglaterra, aprovecha todos los veranos para subir desde la capital a la mariña lucense. Con una carrera frente a las cámaras que comenzó en el 91 y continúa a día de hoy, ha pisado múltiples cadenas de televisión españolas tanto en programas como en series, así como producciones de otras plataformas de streaming como Netflix o Amazon. Tras el último episodio de su recién estrenada serie «Eva & Nicole», publicado el 21 de julio de 2024 que por ahora solo ha podido ser vista en Atresplayer Premium, la actriz se prepara para disfrutar del verano en A Mariña lucense.
La actriz y presentadora creó «Los viajes de Belinda» hace un par de años —una organización que acerca a personajes de relevancia hasta A Mariña— para difundir y traer la atención de un turismo respetuoso a esta zona costera de Lugo. Habiendo invitado a algunos famosos como Jordi Sánchez, Antonio Velázquez, Harlys Becerra y al director Salvador Calvo, trata siempre de poner el foco en un turismo respetuoso, que busque la tranquilidad y la calma, cuidando el entorno mientras aprecian esta tierra que, según la actriz, son «paisajes que subyugan y se quedan en la memoria para siempre».
—¿Cuanto tiempo llevas veraneando en la costa de Lugo?
—Veraneo siempre en A Mariña, llevo viniendo más de 20 años y le tengo un cariño inmenso.
—¿Por qué escoges Galicia en lugar de irte fuera?
—¡Galicia calidade! ¡Nunca falta nada! Y además, creo que cada vez más gente piensa así. El turismo de esta zona, en la que hacen días maravillosos y otros días de lluvia o más fresquitos es algo que buscamos cuando vives en Madrid a 42 grados en verano. Hay gente que le encanta el calor, pero a mí, por ejemplo, no. Yo me acostumbré a vivir mi infancia en Escocia con lo cual sé lo que es ese tiempo que puede llover, salir el sol, o hacer viento: hay un poco de todo. Aquí en La Mariña pasa lo mismo. Hay veranos que son estupendos, y otros que sale menos el sol, pero eso no significa, para mi, que sean menos estupendos. Esta temperatura, este fresquito, no tiene precio. Esto es un auténtico lujo para quien lo quiera sentir.
—¿Qué es lo que más te gusta de tu lugar de veraneo?
— La paz, la calidad, los paisajes sobrecogedores y, sobre todo, la bonita gente que la habita.
—¿Qué te gusta hacer allí?
—Vengo a tener un rato de vida contemplativa y a reconectarme con la naturaleza. Es mi oportunidad de descalzar las prisas y el ritmo del tiempo. También disfruto pintando cuadros del natural en su sobrecogedora costa.
—¿Hay algún local que sea especialmente entrañable para ti?
— Soy fan de A Cofradía de Rinlo, del Parador de Ribadeo y del restaurante San Miguel.
—¿Existe alguna fiesta que no te pierdes nunca?
— Intento no perderme la Fiesta del Percebe en Rinlo, que ha sido hace nada, donde suelo echar una mano a mis amigos Sandra y Johnny atendiendo y vendiendo percebes. Para mí ya es una tradición. Alguna vez me han llegado a decir «Que mal está la tele que tienes que venir aquí a trabajar» y yo les digo «Sí, sí está fatal». Pero esa no es la razón. Lo hago de forma amistosa, altruista y desde el amor. También me gusta especialmente la Normanda de Foz, donde he sido pregonera.
—¿Qué otros lugares visitas?
— Estoy enamorada de toda la Mariña y por eso creé «Los viajes de Belinda», para difundir toda su belleza y que se dé a conocer, siempre desde el respeto al medioambiente y el slow travel. Creo que todas las zonas tienen paisajes y sitios que merece la pena conocer. Visito con ilusión siempre Sargadelos, Xove y Cervo —deseando volver al Callofest y a sus playas—, y también O Vicedo y su Fuciño do Porco. Siempre procuro volver a Foz, San Martiño, pasear por las calles de Ribadeo o en el barco de nuestro amigo Kiko…
—¿Se lo recomendarías a algún amigo?
—Sin duda, tanto a amigos como a desconocidos. Por eso hago «Los viajes de Belinda». Además, quiero destacar la ayuda de los gallegos, que siempre están por la labor de facilitar y ayudar. Después de estar viniendo más de veintitantos años, esa es la experiencia que tengo. La amabilidad, la empatía, la simpatía y lo agradables que son. En otros lugares la gente es más silenciosa y menos dispuesta a ayudar. En Galicia son generosos con la comida pero también son generosos en el trato y en la amabilidad. Y en la Mariña todavía más. Por cualquier sitio que vayas se come de maravilla y los paisajes son inolvidables. Hay tantas razones para enamorarte que lo difícil siempre es marchar.