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Eduardo Rosas, actor: «Desde los 13 años paso mis vacaciones en Ares»

VEN A GALICIA

Eduardo Rosas
Eduardo Rosas Andrés García Luján

El madrileño acaba de estrenar la película El aspirante sobre las novatadas en los colegios mayores justo después de finalizar sus vacaciones en Galicia, donde ha disfrutado de verbenas de orquestas como la París de Noia

18 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde que les dijo a sus padres en Ares que quería ser actor, Eduardo Rosa (Madrid, 1993) no ha parado. Lo hemos visto en la exitosa serie mexicana de humor La casa de las flores, en la trilogía del Baztán, en la superproducción norteamericana In From the Cold o en comedias españolas como Poliamor para principiantes o Pollos sin cabeza. Ahora el intérprete, que también ha participado en MasterChef Celebrity, vuelve a la pantalla gigante con El aspirante. «Es bestial, es para ver en el cine, vivir la tensión y quedarte con el mensaje», avanza el madrileño de un filme que aborda las novatadas de los colegios mayores.

—¿Cómo definirías a tu personaje?

—Pepe es un seductor nato que adora la fuerza intelectual. Tiene una aversión hacia la debilidad del intelecto llegando a sentir casi repugnancia por los que considera débiles en ese sentido. Para él, el mundo es de los fuertes, pero no físicamente. No toca a nadie, pero intimida igual. Es un tipo que se alimenta del poder que le da su mente, de su capacidad de manipular. Es un personaje con muchas capas, así es como me lo presentó el director, Juan Gautier.

—¿Qué es lo que más te atrajo de él?

—Su mundo interior es muy potente, es como un vampiro. Tiene esa energía de alguien que se alimenta de los demás. Me fascinó el arco del personaje, el viaje que podía construir desde el principio hasta el final, enseñando su evolución. Juan Codina, mi coach, me ayudó a darle forma. Yo siempre trabajo con animales y, para mí, Pepe es una serpiente: te seduce, pero si te dejas, te destruye.

—¿Conocías el mundo de los colegios mayores y las novatadas?

—Hace años visité algunos donde tenía amigos y pude ver el ambiente. La película está basada en hechos reales, pero todo pasa en una sola noche para darle más intensidad. He visto jóvenes de 18 años tensos, hablando de usted a otros chicos de 22 años y haciéndoles beber hasta vomitar. En el rodaje participaron extras que viven de verdad en estos colegios, lo que le dio más autenticidad. Recuerdo el ambiente de tensión. Los figurantes me miraban con miedo cuando me acercaba, con la luz baja y la voz amenazante. En el festival de Mallorca, una periodista nos dijo que había vivido las novatadas y que la película le generaba ansiedad porque le recordaba su experiencia. Nos comentó que parecía un documental. El problema de las novatadas es que no hay un árbitro, no hay un control para asegurar que no se sobrepase la línea entre una broma y un delito.

—¿Has sentido alguna vez esa presión de hacer algo obligado?

—No, por suerte no. Estuve en un internado cuando tenía 18 años, pero creo que esa presión es más común en la universidad, cuando fuera de casa sin el acompañamiento de tus padres, las drogas y el alcohol pueden hacer que las cosas se salgan de control.

—Te has declarado feminista. ¿La película aborda la masculinidad tóxica?

—Sí, hace una crítica a esas conductas y te pone en una posición de ser más consciente de lo que es aceptable y de lo que no.

—Has pasado del papel de galán al de malo, ¿cómo vas de uno a otro?

—Para mí, es importante tener claro el contexto de la película y el mensaje que queremos transmitir. A partir de ahí, empiezo a componer al personaje desde un folio en blanco, teniendo en cuenta su psicología.

—Volviste de Galicia justo para el estreno de «El aspirante», ¿cómo ha sido tu verano?

—Genial. Tengo 31 años y desde los 13 años paso mis vacaciones en Ares. Es un lugar maravilloso, tranquilo, con playas preciosas y una temperatura perfecta. Tengo amigos allí y para mí poder salir de la vorágine de Madrid y del calor sofocante que hace allí en verano es un respiro. También he ido a alguna verbena. He visto a la París de Noia y al Grupo América, que es más rock. Me lo pasé muy bien.