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¿Es posible medir realmente cuántos turistas llegan a Galicia?

Mónica Pérez Vilar
m. p. v. REDACCIÓN / LA VOZ

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Vista de la playa de Silgar el pasado mes de julio
Vista de la playa de Silgar el pasado mes de julio CAPOTILLO

Las estadísticas de ocupación de alojamientos dejan fuera realidades como las viviendas de uso turístico o las autocaravanas; los expertos abogan por reforzar los estudios e integrar distintas mediciones

02 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Recibió Galicia a casi tres millones de viajeros en los tres primeros meses del verano? Sí y no. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) son fiables y estadísticamente impecables. Pero hay que entender bien qué cuentan y conocer sus límites. La información dada a conocer el martes, que permite sumar los turistas de junio, julio y agosto (unos 2,93 millones), corresponde a las encuestas de ocupación hotelera y extrahotelera, que tal y como explica Belén González Olmos, subdirectora general de estadísticas de sectores económicos del INE, permite conocer el número de personas y las noches que han dormido en los alojamientos reglados: establecimientos hoteleros, cámpings, alojamientos rurales, albergues y apartamentos turísticos (de uso solo comercial, no confundir con las viviendas de uso turístico, que son de uso residencial, pero se ceden a terceros). 

«Hasta hace unos años era una buena aproximación al dato real porque la elección de estos alojamientos era mayoritaria», indica González Olmos. Pero a día de hoy, hay otras opciones muy utilizadas por los viajeros que no figuran en esta encuesta centrada en los negocios más tradicionales. Así que los datos comentados este martes indican que Galicia recibió de junio a agosto, como mínimo, esos 2,9 millones de turistas. Pero la realidad es que fueron bastantes más porque hay modalidades de viaje que no están contempladas.

Entre ellas están los pisos turísticos de particulares, las oficialmente conocidas como viviendas de uso turístico, una opción creciente entre los turistas. «Estímase que arredor do 30 % do turismo emprega estes aloxamentos, que representan unha porcentaxe que se ven incrementando e non están recollidos nestas enquisas de ocupación. Tampouco se inclúe a xente que vén en autocaravana, agás que a estacione nun cámping, e esta é outra modalidade en alza», comenta Iria Caamaño, profesora da Facultade de Turismo da Universidade da Coruña (UDC). 

«Esta tamén o problema dos aloxamentos ilegais, que non figuran en ningures, o da xente que queda en casa de familiares ou amigos e o tema dos excursionistas, as persoas que visitan un lugar un día pero sen quedar a durmir, e que engaden moitísima presión turística», añade Miguel Pazos, profesor de Xeografía y miembro del Observatorio Turístico de la Universidade de Santiago (USC).

Estadísticas experimentales

El INE es consciente de todos estos fenómenos. Por eso cuenta con distintos estudios que complementan las encuestas de ocupación. Está, por ejemplo, la estadística Frontur, para medir el turismo extranjero, la encuesta de turismo de residentes, que proporciona datos de viajeros sin tener en cuenta el tipo de alojamiento, y también otras estadísticas aún experimentales que buscan tener más y mejores datos sobre las viviendas de uso turístico e incluso estudios basados en las señales de los teléfonos móviles que buscan medir la llegada de viajeros a los distintos municipios. «El INE trabaja continuamente buscando nuevas fuentes de información. El objetivo es poder integrar todas estas nuevas fuentes (telefonía móvil, tarjetas de crédito…) con las encuestas tradicionales para obtener información más desglosada y puntual», señala González Olmos.

«Rexistrar o cen por cen é imposible», advierte Iria Caamaño. Sin embargo, también señala que es crucial disponer de más datos. «Non existen datos reais sobre as dinámicas turísticas e o seu impacto económico, social e ambiental. Defínense políticas e regulacións, pero con menos información da que hai noutros sectores. Sería moi bo ter, por exemplo, unha conta satélite —un estudio que combina y sintetiza distintas estadísticas y parámetros—, unha radiografía máis real que nos permita medir mellor o verdadeiro impacto do turismo en Galicia», defiende la profesora de la UDC, que también apuesta por la creación de observatorios turísticos territoriales, que se mantengan en el tiempo para lograr series de datos históricas y estables. Potenciar las oficinas de turismo de los concellos, homogeneizando la información que recogen, es otras de sus propuestas. Y advierte: «Os datos cuantitativos son importantísimos, pero tamén hai que ter datos cualitativos, hai que darlle alma a esa información, combinar o tan falado big data co small data».

El caso del excursionismo 

En Santiago están muy volcados en conseguir un retrato lo más real posible del turismo que llega a la ciudad y lo que supone. Una de las líneas en las que están trabajando especialmente es en la medición de los excursionistas.

«Esta é un lugar especialmente complicado porque é unha cidade turística, pero tamén de peregrinación, e tamén un centro administrativo», señala Miguel Pazos. No resulta fácil diferenciar quién llega para pasar el día disfrutando de la urbe y quién para hacer gestiones. En todo caso, se están investigando modos de medir el fenómeno: «O máis fácil é contabilizar o excursionismo que chega en autobús, pero tamén estamos traballando cos aparcamentos municipais, por exemplo. E en novembro teremos un encontro de expertos no que se estudarán tamén as posibilidades da intelixencia artificial neste campo. Non hai nada pechado, seguimos traballando», detalla Pazos.