Enoturismo para descubrir los secretos de Viños da Terra: «Un grupo tenía una visita de cuatro horas y les gustó tanto que se quedaron cuatro días»
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Una visita guiada permite conocer cómo se elaboran los caldos de la bodega Entre os Ríos
29 oct 2024 . Actualizado a las 15:56 h.El tipo de tierra en el que están plantadas las viñas, la humedad, las condiciones meteorológicas, los sulfatos, el tiempo de maduración e incluso las posibles plagas que pueden afectar a las uvas hacen que una especialidad de vino nunca sea igual a otra y que todas escondan sus particulares secretos. Algunos de ellos quedan al descubierto en la ruta de enoturismo que desde hace tres años organiza la bodega Entre os Ríos de A Pobra, para mostrar a los visitantes cómo es proceso de elaboración de sus caldos, incluidos dentro de la indicación geográfica protegida (IGP) Viños da Terra de Barbanza e Iria.
El recorrido, según explica el viticultor Francisco Crusat, comienza con un paseo por los viñedos de su propiedad, donde se explica cómo se lleva a cabo la plantación de las cepas, las condiciones que tiene que reunir el terreno, cuánto tiempo debe transcurrir hasta que comienzan a dar sus frutos, o cómo se lleva a cabo la vendimia. La segunda parte de la ruta cambia este escenario natural por el de las bodegas, «donde les hablamos de todo el proceso de elaboración del vino, la utilidad que tienen todas las máquinas y su funcionamiento, y las singularidades de todas las marcas que producimos. A los visitantes franceses, un país con mucha experiencia, siempre les asombra lo que hacemos con los tintos de caíños», reconoce el bodeguero.
La charla, que puede impartirse en castellano, gallego, inglés o francés —dependiendo el origen de los participantes—, acaba siempre con una cata de varios vinos de Entre os Ríos. Además, dependiendo de la opción que elijan los asistentes, pueden acompañarlo de un pequeño picoteo o maridar estos caldos con una cena más elaborada a base de productos locales, «desde mejillones a navajas o berberechos, empanadas caseras o una tortilla de patatas», apunta Francisco Crusat, que reconoce que estas rutas de turismo enológico también son una buena oportunidad para dar a conocer la gastronomía de la zona.
Normalmente la duración de la ruta y la degustación se suelen prolongar durante unas dos horas, pero todo depende de la curiosidad que muestren los asistentes, «porque hay muchas veces que el ambiente es tan agradable que nos enrollamos, se pasa el tiempo volando, y llegamos a las tres horas». Recuerda especialmente a un grupo de farmacéuticos y químicos que se mostraron muy interesados en todo el proceso que se lleva a cabo en las bodegas, «y estaba previsto que la visita durara cuatro horas, y les gustó tanto que se prolongó cuatro días».
De hecho, reconoce que las singularidades que tienen los Viños da Terra do Barbanza suele ser lo que más llama la atención de los participantes, puesto que muchos no conocían la gran tradición viticultora de la zona.
A estas rutas de enoturismo, la bodega Entre os Ríos también añade otras actividades en las que el vino y la gastronomía maridan de la mejor forma. «Una vez a la semana nos solemos reunir un grupo de amigos con otros visitantes nacionales o internacionales para celebrar una comida especial. En la última el chef del restaurante Nojira, Luis Arijón, y yo preparamos patos a la naranja para probar distintas especialidades de vinos», señala.
LOS DATOS
Visita tradicional. Incluye recorrido por los viñedos y la bodega y una cata de tres vinos y tres aperitivos por un precio de 25 euros.
Premium. Además de todo lo anterior, el recorrido acaba con una cena elaborada con productos típicos de la gastronomía local (40 euros).