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Vestigios de los tiempos del vapor en la estación de ferrocarril de Monforte

Felipe Aira

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Grúa de la antigua aguada para la carga de máquinas de vapor en la estación de Monforte
Grúa de la antigua aguada para la carga de máquinas de vapor en la estación de Monforte LUIS BLANCO

Cerca de Rioseco aún existe la aguada que alimentaba a las antiguas locomotoras

18 nov 2024 . Actualizado a las 19:43 h.

Los depósitos de agua o aguadas eran elementos imprescindibles para el funcionamiento de las estaciones ferroviarias en los tiempos del vapor. Se encontraban en los depósitos de locomotoras y servían para suministrar agua a las máquinas. El dicho tan común hace décadas entre los ferroviarios de «hacer aguada» aludía a la operación de rellenar los tanques de agua de las locomotoras, imprescindible para generar el vapor que produce el movimiento. La aguada constaba de dos elementos: un depósito metálico de forma cilíndrica sobre castillete donde se almacenaba el agua y una grúa hidráulica para conducirla hasta los tanques. Ambos se levantaban sobre una base de madera o, en el caso de la que se conserva en la estación monfortina, de sillería con picos redondeados.

La grúa hidráulica tenía en la base una llave de paso para el líquido y su brazo móvil se desplazaba mediante una cadena que quedaba anclada al piquete cuando no era utilizada. En la parte de arriba llevaba un disco que indica al maquinista la posición del brazo, con el propósito de que no hubiese accidentes por colisiones. De la aguada primitiva que tuvo la Compañía del Norte en la estación de ferrocarril, en las inmediaciones del paso a nivel de Rioseco, todavía hoy se puede ver la base de granito —de muy buena calidad— de los dos depósitos, que tiene más de ciento veinte años de antigüedad.

Gestiones del museo

También se conserva una de las grúas de la aguada de la Compañía del Norte. Las fotos que lustran este artículo fueron cedidas por Luis Blanco, director del Museo do Ferrocarril de Galicia, quien explica que las grúas-aguadas más modernas, de las que son tres las que se conservan, datan de los años 50. Blanco avanza que la dirección del museo tiene intención de solicitar próximamente autorización de la Gerencia Gallega de Mantenimiento de Infraestructuras Ferroviarias para realizar tareas de conservación de la histórica grúa-aguada que fue de la Compañía del Norte en Monforte.

Localizamos una referencia a esta dotación ferroviaria en el Boletín Oficial de la Provincia del 13 de julio de 1901. La Compañía de los Caminos de Hierro del Norte solicita entonces autorización para derivar del río Cabe el caudal de 300 metros cúbicos de agua diarios, con destino a la aguada de la Estación de Monforte. El punto de toma se establece en la presa denominada del Penedo existente a 1.250 metros aguas arriba del puente de Ribas Altas, con el compromiso de que se repararía de forma que conservase su altura. Desde ese punto, el agua se conduciría a los terrenos del ferrocarril situados al pie de dicho puente.

La derivación se proyectaba, según detalla el ingeniero Julio Murúa en el BOP, «por medio de una cañería de hierro que ocupará primero el cauce de riego que corre por la izquierda del río Cabe, siguiendo después por el camino vecinal paralelo a la orilla izquierda de dicho río». En virtud de esta petición se instruye expediente para la declaración de utilidad pública de las obras, a los efectos de la expropiación del caudal que se solicita y de la imposición de servidumbre forzosa de acueducto.

La Gaceta de los Caminos de Hierro se hace eco del proyecto en el año 1903. «Examinado el expediente incoado por la Compañía de Ferrocarriles del Norte —se puede leer en esta publicación— solicitando autorización para derivar 300 metros cúbicos de agua diarios del río Cabe para la aguada de la estación de Monforte, su majestad el Rey conformándose con lo propuesto por la Dirección General de Obras públicas, y de acuerdo con lo informado, se ha servido acceder a lo solicitado». La autorización a la Compañía de los Ferrocarriles del Norte era «para tomar y aprovechar del río Cabe, en la provincia de Lugo, término de Monforte, y sitio denominado la Fraga, un volumen de 300 metros cúbicos de agua diario o sea un caudal de 3,47 litros por segundo».

Prohibido el riego

Ese caudal tenía como objetivo «satisfacer las necesidades de explotación del ferrocarril de Ponferrada a La Coruña, en la estación de Monforte», sin que las aguas del Cabe pudiesen ser aplicadas «al riego ni a otros usos distintos del mencionado». «Si el caudal de agua objeto de esta concesión —detallaba la autorización— lo toma la compañía no directamente del río, sino del aprovechamiento que utilizan para riego los actuales usuarios de la presa de Fraga, denominada también de Penedo, esta queda obligada a expropiar e indemnizar previamente a los dichos usuarios de la parte de aguas que les prive en su aprovechamiento, caso de que lo tengan legalmente adquirido»

La conducción de las aguas desde el punto de toma hasta los depósitos o cubas de la aguada de la estación de Monforte se haría por medio de una tubería de hierro, ajustándose su instalación a los planos presentados por la compañía, previa la tramitación del oportuno expediente de servidumbre forzosa de acueducto. En la entrada se establecería una compuerta o llave para interrumpir la corriente en caso de avería, y en la entrada de la tubería de la estación de Monforte habría una llave de aforo para regular el gasto y que no excediese la cantidad concedida, quedando la dicha llave fija y sellada.

Base de granito de los depósitos del agua para las locomotoras de vapor
Base de granito de los depósitos del agua para las locomotoras de vapor LUIS BLANCO

Las tomas de agua dentro de la estación para los diferentes servicios referentes al de explotación del ferrocarril se debían hacer en la cañería que salía de las cubas o depósitos referidos, quedando en absoluto prohibido abrir toma alguna en la conducción a los dichos depósitos. No se podía cambiar el destino de este aprovechamiento y era necesario devolver al río las aguas sobrantes del mismo, las que no podrán aplicarse a otros usos fuera de la estación. La concesión de otorgaba a perpetuidad, dejando a salvo los derechos de propiedad sin perjuicios a terceros.

Una segunda autorización para mejorar su capacidad

La autorización establecía que las obras debían empezar en el plazo máximo de seis meses a partir de la fecha de la publicación de la concesión en La Gaceta de los Caminos de Hierro. Se señalaba además un plazo de un año para su ejecución, contando desde el día en que se diese principio a los trabajos. «Las obras se replantearán y ejecutarán bajo la supervisión del ingeniero de Obras públicas de la provincia, quien levantará al replanteo un acta por triplicado en que conste la conformidad con el proyecto, del cual se remitirá un ejemplar al ministerio, otro a la compañía, y el tercero se archivará en la jefatura», detalla el expediente. Los gastos ocasionados por la inspección técnica de las obras una vez concluidas corría por cuenta de la compañía ferroviaria.

Años después, el Boletín Oficial de la Provincia de Lugo de fecha 4 de mayo de 1928, informa de una disposición de la División Hidráulica del Miño relativa a esta instalación de la estación de ferrocarril monfortina. «Se ha presentado por el administrado-director de la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España —señala el BOP— el proyecto de aprovechamiento de dos litros y treinta y dos centilitros por segundo de agua de río Cabe, con destino a la mejora de la aguada de la estación de Monforte».

Una nueva tubería

El proyecto, según indica esta publicación, se reducía a la sustitución de la tubería instalada en virtud de la concesión que le fue otorgada en el año 1903 «por una de 20 centímetros de diámetro que permita el paso de los 300 metros cúbicos diarios ya concedidos juntamente con el caudal de 2,32 litros por segundo que ahora se solicitan, sin hacer obra alguna en el embalse de Rioseco». Esta captación estaba emplazada 1.750 metros aguas arriba del puente de Ribas Altas.