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Ahora es cuando la Ribeira Sacra brilla más

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

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El otoño es la mejor época para disfrutar los paisajes de laderas cultivadas en el Sil y el Miño

18 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Las laderas cultivadas de la Ribeira Sacra son un paisaje único que se puede disfrutar todo el año, pero cuando más brilla es ahora. El otoño convierte las viñas de la viticultura heroica en un muestrario de colores en el que caben todas la variaciones de ocre, del amarillo al rojo. Los tonos y su intensidad van cambiando a medida que avanza la estación, pero quedan al menos tres semanas para disfrutar del espectáculo.

Las viñas empiezan a cambiar de color verde en cuanto pasa la vendimia, pero hay que esperar hasta finales de octubre para que los ocres empiecen a ganar la partida al verde. El proceso avanza y se hace más intenso durante las semanas siguientes y generalmente se prolonga todo el mes de noviembre y dura todavía hasta los primeros días de diciembre.

No hay un lugar claramente mejor que otros para disfrutar de ese despliegue cromático, pero sí unas indicaciones básicas de partida para que cada uno elija donde prefiere verlo.

Para empezar, es bueno saber en las parroquias ribereñas del Miño que forman parte del territorio de la denominación de origen Ribeira Sacra, las de los municipios de Chantada, Taboada y O Saviñao, es más fácil encontrar viñas con presencia significativa de vides de garnacha tintorera.

Esta variedad, denominada también alicante, que está en retroceso desde que en 1996 se puso en marcha la denominación de origen Ribeira Sacra. La nueva DO relegó esa variedad a la condición de «admitida» ven vez de «preferente», con el objetivo de empujar su progresiva sustitución de otras como la mencía o godello, más identificadas con la singularidad de los vinos de este territorio. Pues bien, igual que la garnacha tintorera deja huella en la cuba y da lugar a tintos oscuros también se deja ver en el paisaje, porque sus hojas otoñean con un color rojo intenso.

La garnacha tiene menos espacio en las laderas que caen al Sil y al Cabe, así que en municipios como Sober, Pantón, A Teixeira o Parada de Sil las imágenes del otoño las pintan otras variedades.

Como la mencía, la uva mayoritaria en toda la Ribeira Sacra, cuyas cepas se preparan para la parada vegetativa del invierno vistiéndose primero de amarillo y después de ocres más oscuros, pero nunca tan intensos como el del rojo de la garnacha.

También en la mesa

Los visitantes que todavía quieran disfrutar de los paisajes de otoño en la Ribeira Sacra deben saber además que pueden disfrutar la estación también en la mesa. El consorcio de turismo de la Ribeira Sacra ofrece en su web información sobre las nueve casas de turismo rural de este territorio que ofrecen menús especiales en esta época del año, además de actividades complementarias como paseos a caballo, descensos en canoa o visitas culturales.