Patrocinado por

El Camino de Invierno sigue sin despegar ocho años después

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

VEN A GALICIA · Exclusivo suscriptores

Un peregrino del Camino de Invierno cruza el Miño por el puente de Belesar entre O Saviñao y Chantada
Un peregrino del Camino de Invierno cruza el Miño por el puente de Belesar entre O Saviñao y Chantada CARLOS CORTÉS

La última ruta jacobea oficial atrae muchos menos peregrinos que las demás

08 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El Camino de Invierno cumplió este verano ocho años como una más de las rutas jacobeas oficiales. Reconocido como tal el 16 de agosto del 2016, ha ido ganando desde entonces infraestructura de acogida, pero sigue siendo el que menos peregrinos atrae de todos los Caminos de Santiago. De acuerdo con los datos de la oficina del peregrino, durante el 2023 fueron 2.022 los peregrinos que llegaron a Santiago y consiguieron la compostela después de recorrerlo.

Esa cifra de 2.022 peregrinos que usaron el Camino de Invierno en el 2023 palidece si se pone al lado de los datos de los demás itinerarios de peregrinación a Santiago que tienen reconocimiento oficial. Su peso sobre el total de peregrinos que llegaron a Santiago, que ese año fueron algo más de 438.000, es de solo el 0,54%.

Antes del 2016, estaban reconocidos como tales otras siete rutas jacobeas que terminaban en Santiago. Incluso dejando al margen las tres más populares, que son el Camino Francés y las dos variantes del Portugués, las cifras de las otras cuatro superan con mucha claridad las del Camino de Invierno. Por la segunda menos utilizada, la Vía de la Plata, pasaron en el 2023 casi 8.000 peregrinos, cuatro veces más que por el camino jacobeo que pasa por la Ribeira Sacra.

Estampa familiar

Hace tiempo que la estampa de los peregrinos emprendiendo viaje a primera hora de la mañana dejó de ser una rareza en Quiroga, Monforte, Chantada o cualquiera de las otras localidades al paso del Camino de Invierno. Ya no lo era tampoco en los años previos al del reconocimiento oficial. Fue el resultado del papel divulgador que ejercieron durante años, y prácticamente en solitario, asociaciones de amigos del Camino de Invierno como la de Valdeorras o la Ribeira Sacra.

Estos colectivos cuestionan con frecuencia las estadísticas que difunde la oficina del peregrino, un departamento que depende del arzobispado de Santiago, y apuntan que el tránsito de peregrinos es en realidad mayor. Aunque esas cifras puedan no ser exactas, lo cierto es que no son las únicas que apuntan a que el uso de esta ruta es muy minoritario.

Para empezar, lo apuntala la propia evolución de los números que facilita la oficina del peregrino. Independientemente del número concreto, lo cierto es que la cantidad de usuarios del Camino de Santiago que dicen haber hecho este recorrido no evoluciona al alza. Hay momentos en los que incluso retrocede.

En el 2023 fueron 2.022, pero es que en el 2022 habían sido 2.352. Es cierto que entre esos dos años la mayoría de las rutas perdieron peregrinos, pero las hubo que ganaron muchos, así que el balance general fue positivo, porque marcó un crecimiento global del 0,89%.

El albergue de Diomondi

Pero también se pueden cotejar las estadísticas de uso de los albergues públicos titularidad de la Xunta. En este campo la comparación es más difícil, porque en el Camino de Invierno solo hay uno, el de Diomondi (O Saviñao). En los diez meses que van entre enero y octubre de este año hicieron noche en él exactamente 400 peregrinos. La media no llega a dos diarios.

La entrada natural a Galicia, menos expuesta a los rigores del mal tiempo

El Camino de Invierno empieza en Ponferrada y se desvía de la ruta francesa hacia el sur para entrar en Galicia por el cauce del río Sil, En su recorrido de algo más de doscientos kilómetros de longitud pasa por la comarca de Valdeorras y por la Ribeira Sacra, donde enfila hacia el norte para acercarse a Santiago a través de O Deza. Un poco después de Lalín, este itinerario se une a la Vía de la Plata hasta su final en Santiago. El Camino de Invierno es una alternativa más cómoda que el Camino Francés, porque permite evitar las nevadas y las cumbres de Os Ancares (y los desbordamientos de los ríos del valle de Valcarce, en el Bierzo). El Camino de Invierno aprovecha la entrada natural a Galicia por el valle del Sil.

La infraestructura de acogida sí que ha crecido: ahora hay quince albergues

 El reconocimiento oficial del 2016 llegó sin que hubiese una infraestructura turística de acogida suficiente al paso del Camino de Invierno, pero en estos ocho años la situación ha cambiado. En aquel momento apenas había más albergue que el de Quiroga, pero en estos momentos hay 15 establecimientos de este tipo desde el inicio de esta ruta en el Bierzo hasta Lalín, el municipio de O Deza en el que se une con la Vía de la Plata. En este tiempo, la Xunta ha abierto además su primer albergue en esta ruta, en el municipio de O Saviñao.