No sabemos si son visibles desde el espacio, como diría Abel Caballero, pero en casa de los Vérez Fernández, en Xermade, el espíritu de la fiesta brilla a la máxima potencia
17 dic 2024 . Actualizado a las 09:57 h.Nada más preguntar por el nombre de cada miembro de la familia, el pequeño de la casa dice resalado: «Eu sei! Eu sei! Primero el mío y luego el de los demás: Raúl Vérez Fernández, Alfonso y Félix Vérez Prieto [padrino y padre de la criatura], Raquel Fernández Bellón [madre]». Pregunto si hay más gente en casa: «¡La abuela Carmen: Carmen Prieto Seijas!». Me impresiona la celeridad verbal del niño. Tanto como la escena previa. Llego a Penamoura, en Roupar (Xermade). Es de noche. Conduzco. Niebla más espesa que el chocolate. Veo un resplandor a un kilómetro. ¿Será un ovni? ¡No, es la Navidad en casa de los Vérez Fernández! Aparco. Ante mí, un jardín profusamente decorado y archibrillante. Timbro a horas intempestivas. La familia me recibe en pijama. Si lo sé, traigo el mío de reno recién comprado en la bella Praga.
Hace cuatro años que el clan familiar comenzó a decorar el exterior. Se les fue de las manos. Alfonso tuvo la «arroutada»: «Sempre me gusta facer cousas, e o bricolaxe. Necesito facer proxectos. Fíxate a cantos estamos de decembro que xa estou proxectando o do ano que vén!». Tiembla, Vigo. Empezó «cun hinchable e un par de luceciñas... nada máis». «En luces, son case dous quilómetros liñais», señala. A mí se me va la mente hacia la factura eléctrica, justo ahora que me acaba de dar dolor de cabeza cambiarme de suministradora. Comenta: «Ao ser todo led, 240 vatios é pouca potencia». Raúl continúa con su dialéctica infantil aplastante: «¡Amigo, é electricista!». Empezaron con los trabajos un mes antes, porque «o 1 de decembro sempre ten que estar listo». Es la norma doméstica. Lo tendrán hasta el día 7 de enero, regresando entonces ya a la normalidad lumínica.
Un trineo que les acaban de regalar
Llama la atención a todo el que pasa por la carretera general, dice Raquel, quien subraya que la llegada de Raúl fue un motor fundamental para intensificar el espíritu navideño: «La verdad es que lo tienes todo más adornado cuando viene un niño». A mayores, al rey de la casa le ha llegado un trineo con mensaje: «Fue una idea en colaboración con las empresas Seawind Global y Nao, que están aquí en Roupar. Está hecho de materiales renovables, que transforman las palas eólicas y les dan una segunda vida».
«La verdad es que lo tienes todo más adornado cuando viene un niño»
En su jardín hay arbolitos, la casa de Papá Noel, inflables, photocall, Apalpador y osito (favoritos de Raúl), pingüinos, renos, gnomos, más muñecos, el hórreo, el pozo o el merendero (que parecen la discoteca Hermo de Muimenta en sesión tecno-house), un tren... El peque va a tener que abrir lista de espera en su cole.
¿Y si viniese una ciclogénesis explosiva? Tras la fase inicial, ahora ya lo tienen todo reforzado por si sopla el viento de O Xistral con ganas. «Me molaría poner el trineo y que suban los elfos para arriba como si salieran despegados», sugiere Raquel. En A Túa Tenda NG Gourmet le dijeron que este año salían en el periódico. Así ha sido. Primera vez.