
Es un postre de siempre con muchos forofos. Estos establecimientos gallegos destacan por elaborarlo con maestría, por eso tienen fieles clientes dispuestos a repetir
19 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.No sé qué tiene la tarta de queso que es un éxito asegurado. Más que un postre, para muchos, es el postre por excelencia y no les duelen prendas en declarar su amor incondicional a ella. Algo tendrá este plato tan sabroso que hay una legión de fieles dispuestos a recorrer toda en busca de la mejor. Así, nos vamos de ruta. Al final, tendrás que decidir cuál es tu favorita o si eres incapaz de renunciar a ninguna de ellas.
OH!MYCAKE (A Coruña)

El proyecto comenzó en A Gaiteira, pero desde este año Miguel Carnero triunfa en un local junto a la playa, en Riazor 12. Las tartas de queso cremosas siguen siendo la especialidad. La de Nutella, pistacho o Lotus son algunas de las más famosas. Pero este verano ha conquistado con la de limón. Miguel resume su experiencia con ilusión: «Lo que empezó como un reto se ha convertido en un proyecto que me ha dado mucho más de lo que esperaba».
ADÉLIA CAFÉ (Santiago)

Es una de las últimas incorporaciones a la hostelería del casco histórico compostelano y ya cuenta con una buena cartera de clientes porque nació con una filosofía muy clara: hacer las cosas bien. Eso incluía un esfuerzo extra en el trato al cliente y un buen café. La guinda para tal arrollador comienzo fue el exitazo de su tarta de queso al horno al estilo La Viña, que sobresale entre una interesante carta de repostería casera y con la que sus propietarios, Áxel Moreira y Miguel Martínez experimentaron mucho antes de bordarla.
GUMER (Pontevedra)

El secreto de uno de los postres más demandados en Gumer es mezclar el queso de crema con el de cabra. Esta combinación hace de la tarta de queso de este restaurante uno de sus platos estrella. Elaboran una cada día y no quedan ni las migas. Su cocinero, Adrián Virgo, reconoce que no hay tarta de queso igual, pero todas esconden un secreto que las hace únicas. La ración la acompañan de una galleta tipo crumble, así que en el Gumer es obligatorio dejar hueco para el postre.
O TÍO BENITO (Barrantes, Ribadumia)

El cocido, los callos, los morunos, el bacalao, el vino tinto... La lista de tentaciones del local de Barrantes es muy amplia, pero en ella no puede faltar su mítica tarta de queso. «Hay clientes que cuando reservan mesa, reservan también la tarta, no se vayan a quedar sin ella», comenta Irene Lojo. ¿Su secreto? «Hacerla a diario para servirla recién hecha, sin nevera». También es importante el punto de cocción —«sacarla un poco líquida para que solidifique a medida que se enfría y quede esponjosa»—, utilizar para la base galletas Chiquilín —«no ninguna otra»— y elaborarla siempre con mantequilla —«nada de margarinas»—.
CASA SABINA (Vimianzo)

En este restaurante con solera ubicado en pleno corazón del valle de Soneira y en funcionamiento desde el 2006, el producto de temporada y los ingredientes de proximidad compiten en popularidad con una tarta de queso que triunfa cada fin de semana. La preparan al horno —explican desde el establecimiento— y la sirven fría para exprimir al máximo su cremosidad. Utilizan queso Cremette y la montan sobre una base de galleta.