El reto solidario que une esfuerzo, inclusión y esperanza en el Camino de Santiago: «Cada paso nos acerca un poco más a nuestros sueños»
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											Los peregrinos con discapacidad intelectual de la Fundación A La Par conquistaron la capital gallega en la quinta edición de «Cuando hace falta moverse», que volvió a contar con el apoyo de la empresa Alquiber
24 oct 2025 . Actualizado a las 13:59 h.Un cielo encapotado recibía ayer en la capital gallega a los peregrinos que llegaban a la meta del Camino de Santiago. Sin embargo, la emoción que irradian al pisar la plaza del Obradoiro, esa mezcla de sentimientos, cansancio y felicidad, es como un arcoíris que se abre paso por muy gris que esté el día. Brilla con especial intensidad en ciertos momentos, como sucedió con la llegada de un grupo de jóvenes peregrinos con discapacidad intelectual de la Fundación A La Par. Entre aplausos y la ovación de los presentes, dieron por finalizada una docena de chavales la quinta edición de la iniciativa solidaria Cuando hace falta moverse. Cinco años y cinco éxitos, que culminan con la entrega de una concha del peregrino bendecida, símbolo de protección para los caminantes.
	
				Ellos, generosos, quisieron compartir ayer su logro jacobeo con aquellos compañeros que, por diversas circunstancias, no pudieron acompañarlos en esta edición. Leyeron sus mensajes y buenos deseos para tenerlos presentes y hacerlos partícipes de esta aventura de superación. Con ella se buscaba, un año más, concienciar a la sociedad de las necesidades y capacidades de las personas con discapacidad intelectual, además de promover el deporte y la actividad física, que son pilares fundamentales en su desarrollo. La comitiva, formada por una veintena de personas —incluidos los acompañantes y profesores del equipo de A La Par— partió el lunes de Madrid a bordo de las furgonetas cedidas por Alquiber (compañía con sede en Fuenlabrada que cumple su 25 aniversario como líder del renting flexible, y que colaboró desde el primer año con esta iniciativa) y con el apoyo de la empresa Alkora, aportando vehículos tanto para los traslados como para transportar las vituallas y otras cuestiones logísticas.
Los peregrinos partieron de Melide y recorrieron 60 kilómetros del Camino, en un viaje que supuso mucho más que una ruta, según explicaban desde una fundación cuya historia se remonta a 1948, cuando Carmen Pardo-Valcarce fundó el Patronato del Niño Jesús del Remedio para atender a las personas con lepra en Guadalajara, siguió con esta vocación su hija y su nieta apostó por la integración social de otro colectivo, el de las personas con discapacidad intelectual (labor que continúa la siguiente generación, con Almudena Martorell a la cabeza, actual presidenta de A La Par): «Es una experiencia de aprendizaje, esfuerzo compartido y compañerismo, donde cada paso nos acerca un poco más a nuestros sueños».
«Por quinto año cumplimos nuestro objetivo: llegar al Obradoiro para demostrar que las personas con discapacidad intelectual son capaces de conseguir todo lo que se propongan», destacó por su parte el director general corporativo de Alquiber, José Ramón Calvo.