Patrocinado por

Estos restaurantes gallegos cocinan la Nochebuena y la Navidad por ti

VEN A GALICIA

Manxares de Co, en Vilanova de Arousa.
Manxares de Co, en Vilanova de Arousa. Mónica Irago

Visitas de familiares, los niños, unas cañas con los amigos, el vermú, el tardeo... Demasiadas ocupaciones navideñas como para pararte a cocinar. Estos locales te dan la solución

12 dic 2025 . Actualizado a las 17:37 h.

Cada vez son más las personas que se niegan a pasarse cocinando la tarde de Nochebuena o la mañana de Navidad. Y, por tanto, cada vez son más también los negocios hosteleros que se ofrecen para prestar ese servicio.

Es el caso, por ejemplo, de Manxares de Co, una popular casa de comidas que desde agosto del 2024 regentan, en Tremoedo (Vilanova de Arousa), Columba Fernández y Zequi Aloy. Además de las propuestas que conforman su extensa carta, ya sean entrantes, mariscos, ensaladas o raciones, Manxares de Co ofrece una serie de platos especiales de cara a la cena de Nochebuena y la comida de Navidad: almejas a la marinera, rape con salsa de almejas, salmón en salsa verde, pata de cordero lechal asada y carrilleras de cerdo ibérico. «Los elaboramos como si fuesen para nosotros. Es cocina tradicional y casera al 100%», comentan. De hecho, aprovechan el estar en el corazón del fértil valle del Salnés para aprovisionarse de verduras de proximidad. Y el estar tan cerca de la ría de Arousa para contar con marisco siempre fresco.

Uno de los platos más populares de Manxares de Co es el cocido. Lo hay los domingos y el local llena siempre ese día sus dos comedores, con capacidad para 170 personas. Pues bien, quien lo desee también podrá contar con cocido en su casa en estas fiestas. «Nos han hecho un encargo grande de cocido para el día de Navidad, así que, ya que lo tenemos que hacer, lo ofrecemos también para llevar», explican.

Eso sí, el último día para poder reservar estos platos especiales que Manxares de Co ofrece de cara a Navidades es el domingo 21. Y quienes lo hagan deberán recogerlos el 24 o el 25 al mediodía. «Esos días no abrimos ni por la tarde ni por la noche».

Además de estas propuestas navideñas, quien se acerque a Manxares de Co en cualquier momento del año no debería dejar pasar por alto algunas de sus muchas especialidades, como el risoto de pulpo, langostinos y queso de Arzúa, el citado cocido de los domingos (imprescindible reserva) o los pescados, siempre en función de lo que ofrezca la lonja. Como ellos mismos apuntan: «La cocina de esta casa se basa en calidad, frescura, honestidad y respeto a la tradición». Manxares de Co cierra los lunes y las noches de domingo a jueves.

EMBUTIDOS Y MARISCOS

«Las abuelas se han hecho mayores y la gente no quiere ponerse a cocinar durante horas», reflexiona Montse Rodríguez, directora de Pazo do Castro, en O Barco de Valdeorras. El hotel monumento cerraba tradicionalmente durante estas fiestas, pero cada año eran más los que preguntaban si habían cambiado de idea. Así que las Navidades pasadas decidieron probar. Y salió bien, así que repiten. El restaurante estará abierto en Navidad y organiza una gran cena de Nochevieja con fiesta y cotillón. Además, recoge encargos para llevarse el menú de Nochebuena a casa. «Solo sería calentar y servir», remarca Rodríguez. En algunos platos, ni siquiera es preciso el primer paso. Esto permite cumplir con la tradición de salir de vinos antes de cenar sin la necesidad de que nadie se quede en casa cocinando.

Pazo do Castro, O Barco de Valdeorras.
Pazo do Castro, O Barco de Valdeorras. Santi M. Amil

En Pazo do Castro ofrecen una larga carta con opciones para todos los gustos, desde las bandejas de canapés, quesos o embutidos ibéricos al salpicón y todo tipo de mariscos. Como plato principal se puede elegir entre pescado —lomo de bacalao y otras especies salvajes— y carne —como paletilla de lechazo asado o cochinillo estilo Segovia—. Como es obligado en una fiesta, no faltan los postres. Y también es posible elegir en una amplia carta de vino, cava y champán.

Dependiendo del plato hay raciones mínimas (dos o cuatro). Rodríguez propone un menú: crema de bogavante, vieiras con bechamel de txangurro y langostino, jarrete de ternera gallega estofada con setas y puré de patatas y cañas fritas de postre rellenas de crema. Sale en unos 50 euros por cabeza. Todas las opciones están disponibles a través del perfil de Facebook del Pazo, para que el cliente pueda elegir con tranquilidad. «Cerramos los pedidos cinco días antes de la fecha», apunta Rodríguez, que explica que piden el pago de una reserva por una parte del importe total. En Nochebuena los pedidos han de recogerse antes de las cuatro de la tarde y el día de Navidad a partir de las doce del mediodía. ¡Y a disfrutarlo!

PLATOS DE CAZA

Tras cruzar el puente de la Barca, donde se desdibujan los límites entre Pontevedra y Poio está Casa Ces, un restaurante de esos de toda la vida. Ya en su fachada pone que se inauguró en 1908. Y tiene al mando de la cocina a Inés Cameselle. Ella y su hermana Bea son la cuarta generación de un restaurante que lleva su comida a decenas de casas durante las fiestas. El día de Nochebuena, además de dar el servicio en el comedor, entregan paquetes hasta las seis de la tarde. Llevan años haciéndolo y cada Navidad suman nuevos clientes que se pirran por sus platos, en especial, por los de caza. No son las cien gaviotas de Mikel Erentxun, son las cien perdices de media que cada Navidad salen de Casa Ces. «Estamos en temporada de caza y son los platos que más se demandan. También sale mucho venado y jabalí», añade Inés Cameselle, que a sus 30 años, lleva en las venas la cocina tradicional que mamó de su abuela y su madre. «Nuestra comida es la de siempre, supertradicional y eso suele gustar», comenta una de las responsables de este histórico restaurante que, además, acaba de conseguir un Solete de Navidad de la Guía Repsol, por ser uno de esos locales «para celebrarlo todo». Ya han empezado a recibir los primeros encargos para los festivos. Aunque lo más demandado son las perdices, el marisco también tiene mucho tirón. Y ellas dan opciones. «Si nos traen las tarteras ya les metemos la comida en ellas, pero tenemos opciones de táper. Igual que el marisco, se lo cocemos y lo llevan entero o puede ir para servir ya en la mesa», apunta Inés. De lo que sí está segura esta cocinera es de que este es un negocio en pleno crecimiento porque «cuando le toque a los de mi generación cocinar para la familia, vamos a recurrir más a los encargos». Lo único que tiene un límite son las empanadas. «Las hago yo y no me puedo desdoblar», dice con una sonrisa antes de ponerse el mandil y arrancar la jornada.

Casa Ces, en Poio.
Casa Ces, en Poio. Ramón Leiro

EN EL LOCAL O EN CASA

El restaurante Gaia Medieval se ha convertido en uno de los favoritos de los compostelanos. Son especialistas en brasas —están integrados en el Club Abrasador— y han conseguido diseñar una atractiva carta que podrán disfrutar en toda su extensión los que se animen a cenar allí esta Nochebuena o Nochevieja. Será uno de los pocos restaurantes de Santiago que abran sus puertas para los que no quieren pasar la tarde en la cocina, «porque todos sabemos que el 24 es una buena noche menos para los que tienen que cocinar», explica su propietaria, Almudena López Prados. Serán vísperas complicadas y cargadas de trabajo en el Gaia Medieval, porque este local de la calle Galeras también ofrecerá opciones de cocina para los que prefieren llevarse la cena a casa. «No estará disponible toda la carta. Hay cosas que no funcionan si se tienen que recalentar». De ahí que tengan unas opciones más limitadas, pero con garantías de éxito. «En cuestión de carnes, lo ideal sería llevarse cordero o cochinillo, que lo hacemos riquísimo, aunque es imprescindible reservar con la mayor antelación posible. Era nuestra gran especialidad, pero es cierto que en los días que corren se iba un poco de precio, por eso decidimos abrirnos a las carnes a la brasa, que siempre tienen rangos más accesibles para todo el mundo». Y si se prefiere algo del mar, Almudena apostaría por pescados en formato caldeirada, como el rape o el rodaballo, «porque se calientan y no pierden nada». Y si se quiere arrancar con algo sin complicaciones, recomienda el jamón al corte, el centollo o el buey de mar. Almudena y su equipo también escuchan propuestas sobre las especialidades de la carta, pero siempre que el resultado al disfrutarlo en casa esté a la altura del restaurante, que ya está entre los de mejor reputación de Santiago.

Gaia Medieval, en Santiago.
Gaia Medieval, en Santiago. Sandra Alonso

CANELÓN Y TORRIJA

Comer bien en estas fechas es casi tan importante como los regalos de Papá Noel o de los Reyes. En algunas familias, la cena navideña está liderada por chefs que lo son solo por un día; en otras, son las madres quienes despliegan sus dotes culinarias en versión alta gama. Y hay unas últimas en las que se alejan de los fogones y prefieren encargar la comida. Hacerlos en restaurantes como el Culuca, en el corazón de la ciudad, se ha convertido en una opción cada vez más popular entre los coruñeses.

Culuca, en A Coruña.
Culuca, en A Coruña. M. M.

Chisco Jiménez (a la derecha de la imagen), dueño del establecimiento, explica que los días más potentes en pedidos son Nochebuena y Fin de Año, aunque en Reyes también se nota un aumento. «La gente viene a por todo: desde un par de platos hasta ocho, y muchos aprovechan también para comprar vino y champán», comenta. La cifra exacta de pedidos varía cada año, pero según Jiménez, pueden rondar los ochenta diarios durante estas fechas.

El restaurante prepara un menú especial para la ocasión, combinando platos de su carta habitual con creaciones exclusivas para la temporada. Entre los platos más solicitados de la carta se encuentran los canelones, que elaboran con jarrerte estofado, o el tomate confitado. Otros productos estrella de la carta de Culuca son la berenjena a la brasa, la ensaladilla o los fritos de lubina.

No obstante, en estos meses tienen mucha salida los pescados, como la merluza o el bacalao. Después, en el terreno de las carnes, los clientes se animan con recetas propias de esta época del año como la perdiz.

Para el postre, la estrella indiscutible es la torrija, que suele venderse en cantidades mucho mayores que cualquier otra opción. «Es de largo lo que más nos piden», confirma Chisco. Otros postres famosos en el local es la tarta de queso y lima.