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El repunte de contagios en los jóvenes amenaza al grupo de entre 60 y 69 años

Álvaro Soto COLPISA / MADRID

ACTUALIDAD

ALBERTO LÓPEZ

La baja tasa de vacunación de este colectivo será el mayor peligro de la nueva ola, que no obstante, no saturará las ucis

05 jul 2021 . Actualizado a las 14:04 h.

La quinta ola de covid-19 que asoma por el horizonte en España no se parecerá a las cuatro previas. En las anteriores, el repunte de los contagios y de la incidencia acumulada provocó un seísmo en los hospitales y amenazó a las ucis con el colapso. Ahora, la curva de la pandemia sube tan rápido como, por ejemplo, en la tercera ola, después de Navidad: se registran 12.000 contagios diarios, el triple que apenas hace una semana, y la incidencia aumenta 18 puntos al día, como lo hacía a mediados de enero. Sin embargo, nadie espera que las consecuencias sean tan dramáticas como lo fueron entonces (20.000 muertos solo en enero y febrero).

El hecho de que la edad media de los positivos, en este inicio de verano, se sitúe por debajo de los 30 años es una buena noticia porque en esa franja de edad, el covid-19 tiene menos riesgos para el propio contagiado y para el sistema. Pero eso no significa que esta nueva explosión de casos no vaya a tener consecuencias en el Sistema Nacional de Salud ni tampoco que todos los infectados vayan a salir indemnes.

La presión hospitalaria está ahora en los niveles más bajos desde el 22 de octubre, cuando el Ministerio de Sanidad comenzó a ofrecer esta información, y con toda probabilidad, también en mínimos de la pandemia. El número de camas ocupadas por pacientes covid se sitúa en el 1,99 % y en las unidades de cuidados intensivos, en el 6,39 %. Como comparación, el 1 de febrero, en el pico de la tercera ola, la ocupación de camas estaba en el 24,96 % y en el 45,30 %, respectivamente, casi duplicando los niveles que el semáforo covid del Ministerio de Sanidad marcaba como riesgo extremo (15% y 25%). Entonces sí, los hospitales volvieron a una gran tensión que ya no volverá a repetirse. En este sentido, la vacunación lo ha cambiado todo.

Casi todos los españoles por encima de los 50 años ya han recibido la pauta completa, incluyendo al 100% de los mayores de 80 años, según los datos del ministerio. Así, los grupos de más riesgo, susceptibles de acabar en los hospitales o incluso en cuidados intensivos en caso de contagio, están fuertemente protegidos contra el virus. Pero todavía quedan fallas que la covid-19 puede aprovechar para seguir haciendo daño.

Entre los de más edad, aparece como una isla un colectivo que tiene un porcentaje de vacunación relativamente bajo. Son las personas de entre 60 y 69 años, que recibieron hace ya muchas semanas la primera dosis de AstraZeneca y a los que aún no se les ha administrado la segunda (la que elijan entre AstraZeneca o Pfizer). Solo el 50,8 % de este grupo tiene la pauta completa, lo que supone un grave riesgo por dos motivos, uno científico y otro sociológico: primero, la variante Delta, cada vez más extendida, se contagia con altos índices entre quienes solo han recibido una dosis; y segundo, son, por edad, los padres de los grupos que más positivos están registrando ahora, de manera que pueden llegar a tener un contacto muy directo con el SARS-CoV-2.

Algunos jóvenes acabarán en las ucis

Y aunque los jóvenes enferman menos severamente de covid-19, no están exentos de todo peligro, como demuestra el ingreso en cuidados intensivos del Hospital General de Elche de un adolescente de 18 años que se había infectado en el megabrote de Mallorca. «Algunos jóvenes acabarán en las ucis y más si previamente sufrían una enfermedad crónica previa, como la diabetes», señala el epidemiólogo Pedro Gullón, profesor de Medicina Preventiva en la Universidad de Alcalá de Henares. Además, un porcentaje significativo sufrirá covid persistente, que les impedirá desarrollar en el futuro una vida normal. «Habrá menos jóvenes con complicaciones, pero al que le toque, no le va a hacer ninguna gracia», agrega Estanislao Nistal, profesor de Microbiología en la Universidad CEU San Pablo, que reclama una aceleración de la campaña de inmunización entre los menores de 30 años.

«No sabemos de qué dimensiones va a ser la ola que llega ahora y ni de lejos viviremos situaciones tan dramáticas como en ocasiones anteriores, pero tenemos que estar preparados y no debemos permitir que sigan aumentando los contagios. En los jóvenes tampoco existe el riesgo cero», señala Nistal, que considera que aún se necesita más información para conocer la prevalencia real de la variante Delta en los nuevos positivos.

Aviso en Atención Primaria

El foco de la nueva ola de contagios no estará esta vez en los hospitales, sino en la Atención Primaria. El hecho de que los nuevos contagiados sean menores de 40 años implica que sufrirán una covid menos severa, pero muchos de ellos tendrán que acudir a sus centros de salud para ser diagnosticados y tratados. Y allí sí puede producirse un colapso que ya han empezado a detectar los profesionales y que puede ocasionar otra consecuencia indirecta, un frenazo en la campaña de vacunación.

La Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria ha sido la primera en lanzar la voz de alarma y ha pedido «reciprocidad» de los profesionales de hospitales y de otros niveles asistenciales para que en estos momentos colaboren con el personal de los centros de Atención Primaria, que siguen a más del 85 % de los casos positivos en Cataluña. Porque además de tratar a los enfermos, en muchas comunidades, este nivel asistencial se encarga también de hacer las pruebas diagnósticas (PCR) y de realizar el rastreo de los contactos estrechos de los contagiados.

De hecho, los médicos comunitarios de Cataluña ya apuntan a la necesidad de incrementar los recursos en la Atención Primaria y, sobre todo, aumentar el número de profesionales -tanto médicos como enfermeras- que ya eran «insuficientes» antes del inicio de la pandemia.

«Podemos estar ante una situación difícil en la Atención Primaria», avisa el epidemiólogo Pedro Gullón. «Acudirán a los centros de salud casos leves, pero que necesitan ser atendidos. Y esto ocurrirá en verano, cuando disminuye el personal, lo que puede acarrear que haya desatención hacia otras patologías», subraya. Los centros de salud en España cuentan con 66.000 profesionales que también han sufrido con dureza el virus, además de por la mayor carga de trabajo: más del 20% de ellos se ha contagiado.