El sector se esfuerza por ajustarse a las condiciones sanitarias impuestas por la pandemia
29 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Es un comentario recurrente en los corrillos en torno a un café o una caña en cualquier parte de la comarca. Este verano Pontevedra y todos los municipios del entorno, tanto da si son costeros o de interior, están llenos hasta la bandera. El segundo verano del covid es muy distinto al 2020, pero también lo es a su vez a la época anterior a la pandemia. ¿En qué ha cambiado la forma de hacer turismo?
El sector en la comarca y especialmente Sanxenxo ha capeado mejor el temporal que otros grandes destinos de España. El cierre de fronteras del 2020, las mil y una normas contradictorias de un país a otro y la escasa oferta de vuelos se aliaron para reducir al mínimo la presencia de extranjeros. Sanxenxo, con un turismo familiar y volcado hacia los españoles, experimentó un retroceso menor de lo esperado por la ausencia de los portugueses (su principal mercado foráneo). La primera temporada estival de la era covid tuvo un arranque tímido, porque se venía de un confinamiento estricto en España, pero la imagen de seguridad que proyectó la capital turística de las Rías Baixas hizo que fuese un buen verano, si se tiene en cuenta el contexto. El Consorcio de Empresarios Turísticos de Sanxenxo (CETS) estimó en un 50 % la ocupación hotelera en junio y en un 65 % en agosto del 2020. Este año las cifras han crecido exponencialmente y julio escaló hasta el 77 % de ocupación hotelera, mientras que es de esperar que agosto vuelva a registros casi normales de tiempos anteriores al coronavirus.
La inmensa mayoría de los concellos de toda la comarca se esforzaron por dotar a sus arenales de medidas de urgencia para hacerlos seguros. Las cuadrículas y las estacadas de Silgar, en Sanxenxo, dieron la vuelta al mundo. También se creó una profesión nueva, de carácter efímero porque este ya no existe: acomodador de playa. Este año no hay cuadrículas y Silgar está mucho más llena, pero no se han trascendido contagios de covid en los arenales en ningún lado de la ría de Pontevedra.
Mayor higiene en los baños
Del primer verano de la era del coronavirus ha sobrevivido la preocupación por las condiciones higiénicas de los baños públicos. Entiéndase bien, no quiere decir esto que antes de la pandemia no se limpiasen los aseos. Sin embargo, el covid ha provocado que se intensifiquen las veces que se desinfectan los baños en las playas y que se hayan repuesto con mayor precisión puestos de socorristas, material sanitario y aseos móviles.
Otra de las cosas que vino para quedarse, aunque su acatamiento por las personas es muy variable, son las mascarillas. No son necesarias en el momento de ir al agua, pero sí lo son en los paseos por la orilla cuando en las playas hay afluencia de personas y no se puede mantener la distancia social. Fuera de la arena, en paseos marítimos como Silgar o Baltar, la Policía Local patrulla el entorno, advirtiendo y multando a las personas que no cubren su boca y su nariz, porque en estas zonas es imposible pasear respetando la separación recomendada.
Frente al verano pasado, en la actual temporada estival las playas se cierran por las noches. Los infractores se exponen a multas. También se han multiplicado los controles policiales y de la Guardia Civil para impedir el botellón en las calles. Es una práctica prohibida, antes y después de la pandemia, pero muchas personas hacían la vista gorda.
Algunos concellos han optado también por una mayor difusión digital de su información sobre playas. Es el caso de Marín, donde los carteles en las playas informan del aforo y de las recomendaciones sanitarias para los vecinos.
Además de las playas el turismo de la era covid también ha cambiado, y mucho, a la hostelería. Aquí las normativas varían en numerosos factores de concello a concello, y de semana a semana, según se clasifica cada municipio en el nivel de incidencia de la pandemia y las decisiones que adoptan las Administraciones. Los aforos en los interiores son más restringidos que los de las terrazas. En algunos concellos se han ampliado las superficies habilitadas para terrazas como en Marín, sobre todo para locales que apenas tenían plazas en el exterior y que tenían pocas posibilidades en interiores. El sector hostelero se siente maltratado por las Administraciones, por las exigencias sanitarias y el constante cambio que se produce con estas normas.
Conciertos sentados
Las fiestas del 2020 se suspendieron todas, por precaución y porque no había vacunas. Los festejos volvieron este verano, incrementándose la oferta según avanzó la vacunación. Eso sí, no se están realizando conciertos al uso ni verbenas con miles y miles de personas abarrotando las plazas. Por ahora, y parece que será la tendencia hasta el final de la pandemia, para por que las citas musicales tengan un aforo limitado y por que el público se siente en sitios prefijados y cante con mascarilla.
Por su parte, la incidencia del covid sí que se ha notado en la afluencia de peregrinos por el Camino Portugués. El coronavirus ha modificado la forma de transitar por la ruta lusa en el Año Xacobeo. El verano pasado apenas hubo peregrinos. En la actual temporada estival, el albergue, que funcionó a un tercio de su capacidad, puede abrir ya con la mitad de las plazas. No obstante, los peregrinos están siendo fundamentalmente españoles y algunos portugueses, cuando normalmente la ruta sería una pequeña babel. La razón se encuentra en las dificultades para viajar desde muchos países europeos y las cuarentenas que tienen que guardar los peregrinos al regresar a sus hogares.
Alfonso Martínez, presidente del CETS: «En Sanxenxo nos adaptamos con rapidez y ofrecemos un plus de seguridad y tranquilidad»
La temporada estival del 2021 ha rebasado su ecuador con buenos resultados tanto de visitantes como pernoctaciones, según consta en el informe de la coyuntura hotelera de junio y julio del INE.
-¿Qué es prioritario este verano?
-A la gente ahora lo que le preocupa más es la salud y quieren que se cumplan todos los protocolos posibles sobre la limpieza y la seguridad sanitaria. En el resto no veo una gran diferencia en Sanxenxo. Cuando estuvimos en julio con el nivel máximo de restricciones, la gente al final vino igual. Lo que quiere y valora es tener la seguridad de que se cumplan los protocolos y las normas. En lo demás, desde el punto de vista de disfrute de los clientes, la gente lo que quiere es volver a tener la vida que tenía antes, aunque hay que añadir ahora el componente de salud.
-Vistos los buenos resultados del INE para este julio, ¿cuál es la clave de este resultado en Sanxenxo?
-Yo creo que no es fruto de la casualidad, sino de muchos años de trabajo tanto por el Concello como de los empresarios y sobre todo de la colaboración público privada que permitió crear una marca que está ahí y que se refuerza de año a año. Los empresarios están profesionalizados, tenemos los sellos de calidad como las Q y el Sicted que nos avalan. Nos hemos sabido adaptar a la nueva situación con mucha rapidez y ofrecer ese plus de seguridad y tranquilidad. De todas formas, Sanxenxo siempre fue un destino con clientela muy fiel y eso juega a nuestro favor.
-Este año han venido muchos más que en el verano del 2020.
-Sí, el año pasado mucha gente no vino por miedo, no a Sanxenxo sino en general porque estaba todo muy reciente. Ahora toda esa gente ha vuelto a Sanxenxo. El trabajo del sector privado turístico hay que reconocerlo. Puede parecer que esto es muy fácil, pero no lo es. El sector se supo poner al día en la nueva situación.
-¿En qué ha tenido que cambiar su forma de operar?
-Ha habido una aplicación estricta de protocolos de sanidad y limpieza, algo que ya se venía haciendo bien, pero que ahora hay que atender más, como el tema de aforos, tanto en los hoteles como en la restauración.
-¿Cómo está siendo el perfil del turista de este verano?
-Básicamente es el mismo que teníamos habitualmente. Es un turismo de familias y nacional y sobre todo personas que se desplazan en su propio vehículo. Al final el turismo nacional es mayoritario. Hubo un pequeño repunte del turismo portugués, pero todavía no llegamos a los niveles que estábamos antes de la pandemia.
-¿Se nota de alguna manera el Xacobeo?
-El año santo crea efecto llamada para toda Galicia y como Sanxenxo está en Galicia al final sí, pero está claro que en el Xacobeo el beneficiario es Santiago.
-¿Cuál cree que será el balance turístico de este agosto en Sanxenxo?
-Nosotros teníamos una previsión de en torno al 80 % pero estoy seguro de que vamos a estar por encima de esa cifra.
-¿Qué espera de septiembre?
-De momento va yendo. Estimamos el 60 %, sobre todo en la primera quincena, pero vamos a depender mucho lógicamente del tiempo, aunque bueno julio no fue tan bueno como era esperable y al final se trabajó bien.
-¿Hay cambios en las estancias de los visitantes?
-Estamos observando que son estancias más largas, aunque también depende de la tipología del establecimiento. Se alargan más en los de pensión completa. Yo creo que la estancia media va a subir.
Dulcinea Aguín, presidenta de Aviturga: «La gente que vino por primera vez el año pasado, repite este verano»
Dulcinea Aguín es la presidenta de la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia (Avirtuga), con gran implantación en toda la comarca.
-¿Cómo está siendo este verano para las viviendas de uso turístico en la provincia?
-Muy bueno, porque tanto en los meses de junio hasta ahora y la previsión que tenemos para septiembre son datos mejores que antes de la pandemia. La duración de la estancia media también es superior y la gente que nos visitó por primera vez el año pasado repitió este verano.
-¿Por qué cree que la gente se decanta tanto por una oferta turística como la de Aviturga?
-Por la comodidad, por las ventajas que ofrece poder desplazarse por cualquier parte de Galicia y tener a disposición una vivienda para alojarse, además de por la calidad que tienen nuestras viviendas.
-¿Qué se han visto obligados a cambiar los propietarios con respecto a años anteriores a la pandemia?
-Lo que ya hacíamos. Nosotros nos esforzamos día a día adaptarnos a las demandas de nuestros clientes. Somos el único establecimiento de este tipo que admite mascotas, atendemos cualquier demanda de los clientes. Nosotros tenemos todos los servicios que necesita una persona como si estuviese en su propia casa. Con el covid, quiero recordar que nosotros todos los días cumplimos con los protocolos de desinfección.
-¿Cree que esta alta demanda de viviendas turísticas seguirá tras la pandemia ?
-Sí, yo creo que se va a mantener e incluso se va a incrementar. Es un modelo atractivo, que gusta, que permite flexibilidad en todos los horarios y los servicios. Tienes donde elegir si quieres ir al rural, si prefieres la montaña o si lo haces por la costa. Te permite viajar a donde quieras en el momento que quieras.
Tino Lores, presidente de Amigos del Camino Portugués: «Este verano se echa de menos a los extranjeros»
Tino Lores es uno de los máximos promotores del Camino Portugués y le ha tocado lidiar con la puesta a punto de la ruta en la era covid.
-¿En qué ha cambiado la forma de peregrinar con el covid?
-Primero, la manera de viajar porque la gente viene con mucha más precaución. En el albergue ya no se puede dormir ni en el sitio ni cómo se quiere. Antes llegabas al albergue como peregrino y si no había sitio, dormías en cualquier lado. Ahora ya no se puede ni en cualquier lado ni de cualquier manera. También hay muchos peregrinos que ya avisan que están vacunados y tienen que usar siempre mascarilla. Ha cambiado la forma de relacionarse. Antes había muchos abrazos y ahora se han eliminado. Eso en cuanto a los comportamientos.
-¿Y en la infraestructura del Camino?
-El Camino físico no ha cambiado, al contrario, es bueno porque es un sitio donde puedes caminar libremente sin problemas de masificación. En el único punto de la ruta donde se puede encontrar mucha gente es al llegar a los albergues, pero tampoco se permite que se amontone la gente. Piense que teníamos un aforo máximo de un 30 % y en uno como el nuestro en Pontevedra nos quedamos con 28 camas. Nos sobraba albergue por todos los lados y también se notaba en el ambiente. Además, se tuvieron que limitar los cuartos de baño y las duchas para que no hubiese problemas a la hora de limpiar o de que coincidiese la gente.
-¿Ya se notan los extranjeros?
-Se echan de menos. Las condiciones de viaje son complicadas. Todavía hay muchos países que te piden una cuarentena para volver, entonces claro, se nota mucho que no vienen los peregrinos de Alemania y del otro lado del Atlántico viajar a Europa también es complicado.