La carta se completa con propuestas creativas en las que cuidan al detalle el producto y la combinación de sabores
21 mar 2022 . Actualizado a las 11:11 h.Hace una década que las pizzas gourmet llegaron a A Coruña de la mano de Mamá Chicó, hoy todo un clásico en el centro de la ciudad, que, sin embargo, dio sus primeros pasos en un pequeño bajo de la calle Galera. Martín Presumido se embarcó en el negocio de la hostelería para que su padre, un panadero argentino incapaz de quedarse de brazos cruzados y disfrutar de una merecida jubilación en la ciudad, se encargase de las masas. Sobre ellas empezó a disponer ingredientes poco habituales en aquel momento como el foie, el jamón ibérico o el salmón ahumado rompiendo así con el tipo de pizzas a las que los clientes estaban acostumbrados.
Diez años después, su apuesta resultó un acierto y pocos coruñeses hay que no se hayan pasado por su establecimiento de la calle Picavia, un local con una decoración muy cuidada y al que bautizó con el mote de su madre, a disfrutar de alguna de las versiones tan particulares del icónico plato italiano. La de jamón ibérico huevos rotos, aceite de trufa y rúcula crujiente es original y resultona, pero a la par están otras como la de boletus, trufa, ricota y parmesano o la de verduras, donde la vinagreta de miel y mostaza realza el sabor del calabacín, berenjena y queso de cabra.
Uno de los secretos de su éxito reside en la producción artesanal de sus pastas y masas. «Todas las bases de las pizzas y los diferentes tipos de pastas se preparan en nuestro obrador», comenta el propietario. Fueron ampliando la carta «siguiendo la inspiración y las tendencias del mercado». En esa línea de cocina creativa uno puede encontrarse con el bao de salmón —el marinado y el ahumado lo hacen ellos— con hinojo encurtido y alioli thai, o los bocaditos de atún rojo rellenos de tartar de gambas y pico de gallo sobre una crema verde de espinacas y caviar de algas que encaja a la perfección. Las alcachofas con parmentier de foie y crujiente de jamón y la parmiggiana de berenjena, aunque son propuestas más clásicas, son todo un acierto.
Destacar alguno de los platos de pasta resulta complicado entre su gran variedad, pero cuentan opciones que se amoldan a todo tipo de paladares y gustos. Uno disfrutará prácticamente al mismo nivel si un día toma el raviolón de provola y tomate con ragú de osobuco, que el canelón de rabo de vaca guisada con bechamel trufada o los tradicionales espaguetis carbonara. Y si uno se decanta más por el mundo de las carnes, tanto la hamburguesa de rubia gallega como la picaña de novillo de angus satisfarán sus papilas.
La carta se completa con una variada selección de postres, en la que la carrot cake y la lemon pie ya son toda una institución. ¡Y cuidado con sus brunchs del fin de semana porque son un auténtico vicio!
MENÚ RECOMENDADO
-Alcachofas con parmentier de foie y crujiente de jamón.
-Raviolón de provola y tomate con ragú de osobuco.
-Pizza de jamón ibérico con huevos rotos, aceite de trufa, tomate y rúcula crujiente.
-Carrot cake.
-Precio para dos personas: 60 €, aproximadamente, bodega aparte.
Calle Picavia, 5?•?Abre todos los días desde las 9.00 a las 24.00. El domingo, de 11.00 a 23.00 horas•?881 913 657?•