La procesión de Cristo Rey y la Virgen de la Amargura, organizada por la Cofradía de Dolores, recorre las calles del casco histórico de la ciudad
12 abr 2022 . Actualizado a las 08:12 h.Había un cierto temor a que lloviese, pero el cielo se fue despejando conforme caía la tarde. Y mientras se acercaba la hora de la procesión, bajo la luz de abril, la plaza de Amboage resplandecía con el brillo de los capuces, de los hábitos y de las capas de los cofrades. Capas, hábitos y capuces que eran todos ellos, entre tantos colores y el perfume del aire -también la naturaleza está de fiesta estos días, en los que todo florece-, como silenciosas plegarias elevadas al cielo de una infinita primavera.
La Semana Santa de Ferrol, la mayor Pasión de Galicia (que es también, todo sea dicho de paso, la gran Pasión del norte), renace, y con una vitalidad excepcional, después del largo paréntesis de la pandemia. Tras dos años sin procesiones, la imágenes y los cofrades vuelven a salir a la calle en medio de una emoción y un entusiasmo que esta noche se han hecho especialmente patentes durante la procesión del Lunes Santo, que contemplaron miles y miles de personas.
La Cofradía de Dolores sacó, como es tradición en la ciudad, la procesión de Cristo Rey y la Virgen de la Amargura. La primera de estas tallas, que es propiedad de las religiosas del colegio Cristo Rey, ha dado nombre, a su vez, a un tercio formado por alumnos, exalumnos y familiares del citado centro educativo. La imagen de la Virgen es obra de Fernando Murciano Abad.
Desfiles procesionales del Martes Santo
Las procesiones del Cristo de la Buena Muerte, de la Orden Tercera, y de Jesús Atado a la Columna y de la Virgen de la Esperanza, de la Cofradía de Dolores, recorrerán este Martes Santo las calles de Ferrol. La primera saldrá a las 20 horas de la capilla de los terciarios y discurrirá, a través de Ferrol Vello, por Espartero, Baluarte, Mercé, Benito Vicetto y San Francisco. La segunda saldrá a las 21 horas, y recorrerá el centro de la ciudad. El trono de la Virgen de la Esperanza es portado por mujeres. Durante la retirada de la imagen, en uno de los momentos más bellos de la Semana Santa ferrolana, se canta, como es tradición, Una madre no se cansa de esperar.