El Ayuntamiento planea un evento para el próximo verano con el que rememorar los 30 años del certamen de 1993. El estadio se consolida como recinto para directos musicales tras la experiencia del Morriña Fest
30 jul 2022 . Actualizado a las 22:35 h.«La música regresó al estadio de Riazor para quedarse». La celebración del Morriña Fest a mediados de este mes supuso la recuperación de los conciertos en el recinto 29 años después y el resultado obtenido hace dos fines de semana sirvió a los responsables de María Pita para iniciar un camino en el que ya trabajan para darle continuidad en el 2023. Hace 30 años pasaron por el estadio artistas como Bob Dylan, Robert Plant, Neil Young, Chuck Berry, Wilson Pickett, Jerry Lee Lewis o Sting, entre otros. El festival duró tres días, del 8 al 10 de julio, y las crónicas de la época hablan de 80.000 personas en un evento que coincidió con la celebración del primer gran Año Xacobeo, todo ello impulsado por la Xunta.
El plan municipal pasa por organizar otro gran evento el próximo verano y que «sirva como conmemoración» —según fuentes municipales— del Concierto de los Mil Años que se celebró en 1993. Hasta este mes había sido la última ocasión en la que la música en directo había sonado en Riazor y en el Ayuntamiento quieren que el regreso de los conciertos no sea algo puntual.
En María Pita están «decididos» a no dejar pasar la oportunidad de conmemorar los 30 años y en los próximos meses darán forma a la idea, para la que se manejan diversas opciones. Una de ellas es la de organizar uno o dos grandes conciertos con artistas o grupos de renombre —además de teloneros— que puedan evocar a los que actuaron en Riazor hace 30 años. En caso de que finalmente se opte por un par de cabezas de cartel, estos se distribuirán en dos días para no restarse protagonismo entre ellos y que los asistentes tengan que pasar menos horas seguidas dentro del estadio.
Otra opción más similar a lo que ocurrió hace 29 años y este mes con el Morriña Fest es la de decantarse por un festival con un mayor número de artistas y con más horas de duración, sin descartar que incluso la próxima edición del Morriña pudiese convertirse en ese evento conmemorativo del certamen de 1993.
Proyección
El actual gobierno local, que aspira a revalidar la alcaldía en mayo con Inés Rey al frente, considera que la celebración de grandes eventos de diversa índole, como los culturales o los deportivos, son una manera para que la ciudad gane protagonismo a nivel nacional e internacional. Además, entienden que el retorno económico que producen estos eventos es una justificación válida para su celebración.
De ahí que ya estén diseñados proyectos como la ampliación del estadio para que tenga una capacidad de 40.000 espectadores. El objetivo principal es que Riazor sea sede del Mundial del 2030, al que España y Portugal presentarán una candidatura conjunta, y alcanzar esa cifra de asientos es uno de los requisitos que se solicita a los estadios.
El incremento de localidades, que iría acompañado de un plan para la reurbanización de Manuel Murguía con el soterramiento del tráfico, también redundaría en una mayor capacidad en el estadio para albergar asistentes a diferentes eventos. Esto supondría la posibilidad de contratar a algunos grupos o artistas que solo actúan a partir de un mínimo de personas y con venta de entradas. Para llegar a este escenario futuro y la conmemoración del Concierto de los Mil Años el próximo verano era necesario comenzar a dar pasos y ver el comportamiento del estadio en un evento musical después de casi tres decenios y ahí entró en juego el Morriña Fest, que en su segunda edición se trasladó de Culleredo a Riazor.
«Fue un éxito rotundo. El público, la hostelería y los políticos, quedaron todos contentos», resume David Méndez. El subdirector de Bring The Noise, la promotora detrás del Morriña y de los principales festivales gallegos como O Son do Camiño y el Resurrection Fest, señala que «el estadio respondió muy bien aunque hacía muchos años que no había música en directo, estamos muy contentos para ser la primera edición en la ciudad y en ese tipo de recinto». Asegura que todavía es pronto para concretar qué sucederá el año que viene con el Morriña, del que está seguro que habrá una tercera edición y que apunta a seguir en la ciudad. «El impacto económico son muchos millones de euros y ya es el tercer festival de Galicia por tamaño», destaca.
Mientras que la permanencia del Morriña Fest en A Coruña será una realidad salvo giro inesperado, una cuestión sobre la que podría haber cambios es la ubicación. La promotora está satisfecha con la respuesta de Riazor, pero reconoce que el estadio «está preparado para un partido de 90 minutos o un concierto de dos horas». «Es más difícil un festival de dos días, son muchas horas para el público y hay que dar un servicio», explica, aunque recalca que quedaron «muy contentos».
Alternativas
Así, uno de los aspectos a tratar en los próximos meses será la ubicación de la próxima edición. Con Riazor sobre la mesa, estarán abiertos a otras propuestas. «No es lo que nos guste a nosotros, es lo que haya y lo que se decida desde los estamentos locales. En la ciudad no hay muchos recintos para acoger este volumen de gente y este año solo estaba el estadio», apunta Méndez.
La capacidad no es el único requisito para albergar un evento de estas características, sino que hay que «encontrar un equilibrio entre varias cuestiones, como que sea cómodo para llegar o que beneficie a la hostelería». «Si aparece otro lugar, lo valoraremos», asegura Méndez, quien añade que «con dos escenarios», algo que no es posible en Riazor, puedes «contratar a más artistas y tener un cartel más completo».