Olleros y Maeso, dos talentos que se alían para echar una mano en el Mediterráneo

La explanada de la Praza do Corgo, en O Grove, volvió a ser este viernes una auténtica fiesta, sobre todo para el paladar, gracias al tapeo solidario mediante el cual se inauguraba el festival Nos Seus Pés. La cita benéfica reunió en la carpa institucional instalada aún en la zona portuaria, a varios cocineros con estrella Michelín entre los que se encontraban Javier Olleros, de Culler de Pau, Álvaro Villasante de Paprica y Daniel Guzmán, de A Nova. Olleros ha sido, desde sus inicios, uno de los promotores del festival, y es uno de los motivos por el cual durante varias ediciones participaron varios miembros del Grupo Nove. A ellos se sumaron también otros dos reconocidos chefs locales como son Álvaro Fuentes, de Meloxeira Praia, y Marcos Otero, de Afuego. Alrededor de las ocho y media de la tarde comenzaron a despachar los primeros pinchos. Por lo visto había hambre y mucha curiosidad por degustar los pequeños manjares, pues se acabaron bastante antes de lo previsto, dejando a algunos asistentes con las ganas de probarlos. Y es que no siempre se pueden degustar esos bocados a precios populares, así que no había que desperdiciar la ocasión.

Simultáneamente se vendía dentro del espacio merchandising del festival como sudaderas, camisetas o chapas, y se retransmitía a través de twich el evento. Las huchas de recaudación comenzaban a pesar ya antes de los conciertos. Hacia las once dieron comienzo las actuaciones musicales de Technocracia, un espectáculo participativo muy innovador y la pinchada de More Amore Dj, que juntaron a docenas de jóvenes en O Corgo.

Fue, al parecer, un comienzo bastante exitoso, tal y como lo confirmaban los organizadores, mientras reponían fuerzas para afrontar la larga jornada del sábado. Ayer amenizaban la sesión vermú las pandereteiras de Cinco en Zocas y la banda Batuko Tabanka. Se sirvieron callos y otras tapas, así que a pesar de que la mañana se presentaba lluviosa hubo una buena afluencia de gente. Entre las actividades había también un mercado solidario con ropa de segunda mano donada para la ocasión. Entre tanto, la organización continuaba vendiendo rifas para sortear los numerosos regalos donados por empresas de la localidad: cenas en taperías como Pataghillón o Portiño, lotes de artículos del colectivo Grovemakers, un cuadro de Pablo Ozores, productos de Elesma Bikes, Sargadelos o A Botica da Praza.

Por la tarde hubo merienda y actividades para niños, con pintacaras incluidas, y ya por la noche una larga jornada musical con un buen nivel, que fue posible gracias a las actuaciones del toledano Julián Maeso, la banda Lisdexia y Treintañeras Cañeras y el dj local Manu Tf. Un elenco que logró reunir en la carpa de conciertos a muchísimos vecinos, que aún con la resaca de la Festa do Marisco quisieron aprovechar los últimos coletazos de la temporada.

Lo cierto es que no es solidario quien no quiere, porque la programación es posible gracias al trabajo desinteresado no solo de grupos musicales y cocineros sino también de voluntarios, camareros y un largo etcétera de personas movidas por un loable fin: contribuir a que los refugiados tengan una vida mejor. El festival terminará hoy tras las sesiones vermú de los dj Ze y Pitu, a los que acompañarán pinchos y nuevos sorteos. Y se prevé que como en anteriores ediciones se recaude una buena cantidad de dinero para enviar a las oenegés con las que el festival colabora desde hace varios años, como Proem Aid, que presta ayuda en el Mar Mediterráneo.

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