Xacarandaina representó en escena una historia de amor por el Camiño de Fisterra
17 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Apoteósico. Endaterra, «Findaterra», el espectáculo montado por Xacarandaina y representado en Dumbría el sábado por la noche, levantó de sus asientos al público que llenó hasta los topes el pabellón de O Conco. Fue un espectáculo magno, una historia de amor por el Camiño de Fisterra a través del teatro y la música y el baile tradicionales.
Fueron dos horas vibrantes. Una peregrina británica, que viene a salvar su vida haciendo el Camino Inglés, se encuentra en el puerto de A Coruña con un joven que le huele mal. Los avatares de la caminante y el diálogo con su querida criada van salpicando la ópera, que recorre los distintos ambientes de la ruta por medio de la música y el baile. Sobre las tablas, voces masculinas atronadoras y escenografías que reproducen la vida en sus más diversos ámbitos.
El brillante Quique Peón pulió un diamante en el que fusionó lo escénico y lo etnográfico para recoger en escena aspectos como romerías, mercados, misas, cantos de taberna, una muiñada, una procesión o incluso un transgresor entroido. Especialmente destacable este último, con un cambio de roles entre mujeres y hombres y con una portentosa escenografía masculina aderezada con un exquisito vestuario. Valiéndose de un juego de luces, asoma Brandomil y un grupo de jóvenes lavando en el río. La creatividad es tal, que incluso con los utensilios que emplean para sus labores construyen una pieza musical. Tampoco faltaron las referencias al imaginario colectivo dumbriés, pues los aullidos del temible vákner resonaron en alguna ocasión durante la representación.
La magnitud de los aplausos fue directamente proporcional al tamaño del propio formato, construido con nada menos que ochenta personas en escena, entre bailarines y músicos de diferentes disciplinas. Nada baja de la excelencia en esta pieza, que nació fruto de la investigación y la recopilación de material por los 18 concellos por los que pasan los itinerarios inglés y de Fisterra. Hasta el mismísimo fin de la tierra se traslada la peregrina para dar el último adiós a su pasado y abrir la puerta a un nuevo futuro. El Camiño la ha salvado y el público dumbriés se gasta las palmas de las manos en aplausos al portento creativo de Peón y su equipo. Además de numerosa audiencia local, entre los asistentes estaban también representantes de asociaciones tradicionales de la zona.