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El Palacio de la Oliva, último gran proyecto no residencial del Casco Vello, recibe la licencia de apertura

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

ACTUALIDAD

M.MORALEJO

El inmueble tendrá dos restaurantes, una coctelería y salas para eventos

19 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El Palacio de la Oliva ya tiene licencia de actividad. La Gerencia de Urbanismo de Vigo concedió ayer el permiso para hacer del histórico edificio señorial un gran contenedor de actividades socioculturales, lúdicas y gastronómicas. La autorización viene precedida de informes sectoriales favorables y más de cinco años de obras, que estuvieron uno paradas para cumplir con todos los requisitos de seguridad. Los promotores modificaron además el proyecto para incluir, entre otras cuestiones, una majestuosa escalera de una sola pieza que, junto con las alargadas puertas, otorgan personalidad al inmueble.

La sociedad Getting Back Stones, de la pesquera Interatlantic, ya tiene vía libre para desarrollar su proyecto en el corazón del Casco Vello. La rehabilitación del Pazo de la Oliva es el último gran proyecto gestado en la parte antigua de la ciudad que no tiene un carácter residencial. La ejecución de las obras se disparó hasta los 1,7 millones de euros. Es una inversión privada encaminada a revitalizar el Casco Vello adaptándose a las necesidades de sus clientes con una respuesta de calidad.

La inversión ha corrido a cargo del grupo Interatlantic, liderado por Luis Cabaleiro, una de las más importantes compañía del sector pesquero del país, con sede en Vigo, que cuenta con una división inmobiliaria que está invirtiendo en la recuperación de antiguos inmuebles deshabitados para ponerlos en valor y satisfacer la demanda de obra nueva para viviendas de lujo en la ciudad. Garantía de esa calidad que los promotores quieren que sea marca de la casa es que el responsable de la oferta gastronómica será Pepe Solla.

El reconocido cocinero participó el mes pasado en una visita a las instalaciones y explicó cómo iba a estar organizada la oferta gastronómica. Contará con un restaurante para eventos que se adaptará a las necesidades de los clientes. Por otra parte, dispondrá de un comedor de entre 40 y 50 plazas que abrirá todos los días para «ofrecer un buen producto tratado con humildad y honestidad, donde se coma realmente bien». Además, habrá otra zona con mayor capacidad, que partirá de un bar coctelería donde también habrá una carta a disposición de los clientes para picar algo. El objetivo es que este espacio se convierta en un punto de encuentro para todo el mundo en Vigo, con la idea de «no monopolizar, sino dinamizar la zona». Según el expediente del proyecto redactado por los arquitectos Javier Villacé Rodríguez y Martín Cominges, el inmueble también servirá para acoger actividades de carácter social, cultural y recreativas como presentaciones, exposiciones, conciertos o conferencias. El aforo es de 962 personas.