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Santa Margarita se va de romería y Novo Mesoiro, de carnaval

Carla Varela / Jaime Pena / R. D. A CORUÑA

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Amigos y familiares de los ciclistas del club Novo Mesoiro.
Amigos y familiares de los ciclistas del club Novo Mesoiro. CLAUDIA DOCABO

Agosto llega a su fin, pero no sin antes celebrar dos de las fiestas más esperadas de este verano

27 ago 2022 . Actualizado a las 18:57 h.

La romería de Santa Margarita y el carnaval de Novo Mesoiro son los protagonistas en A Coruña de este fin de semana. El parque despide agosto de la mejor de las maneras, con música, comida tradicional gallega y mucho folklore. El anfiteatro gozó este sábado de actividades para todos los públicos desde por la mañana hasta por la noche, que tendrán continuidad mañana domingo. Las familias llenaron el parque a media mañana y no dudaron en acercarse a donde había más ambiente. Los más pequeños conquistaron la explanada de la Casa de las Ciencias. La mañana estaba pensada para ellos. Dos hermanos disfrutaban de la actuación de Pablo Díaz mientras dibujaban en un folio en blanco el propio espectáculo para, tal y como comentaron, «llevarnos un recuerdo». El cantante presentó los temas de su disco Coas miñas mans y animó al público que lo seguía a pasárselo bien.

Mañana de romería en el parque de Santa Margarita.
Mañana de romería en el parque de Santa Margarita. César Quian

La familia Rodríguez Méndez estaba paseando por el monte cuando vio todo el despliegue que se había montado allí. «No éramos conscientes de que las fiestas eran estos días, nos ha pillado por sorpresa», aseguró Carmen, la madre. Algunos vecinos de la zona tampoco se habían enterado, como Ana Castro: «Ayer de noche no sabía de dónde venía la música que escuchaba desde mi habitación, pensaba hasta que estaban las Tanxugueiras por aquí», dijo entre risas. A pesar del despiste de algunos, la gran mayoría había esperado ansiosa a que llegaran estas fechas. Los hijos de Lucía Sánchez llevaban varios días deseando que se celebrasen, comentaba. Que haya tantas actuaciones musicales y de otra índole para ellos es lo que les hace ilusión, «no solo se pueden divertir los mayores», añadió su hijo. 

El concurso de empanadas no se celebró este año y eso hizo que algún que otro nostálgico lo lamentase. «Yo me acuerdo de venir hace años y el ambiente era espectacular, aunque lo mejor de todo eran las empanadas», comentó Pedro Silva sobre las ediciones anteriores. En esta no habrá empanadas, pero sí esá cargada de actuaciones musicales. Hoy actúa la Banda Municipal, Os Gaiteriños, Pansenfron, Arredores, Milladoiro y Xisco Feijoo. El lunes lo hará Manu Chao...

Al mismo tiempo, Novo Mesoiro festeja este fin de semana su Entroido de Verán. Este sábado, se respiraba un ambiente muy agradable, protagonizado por unos disfraces y una gran paellada a cargo del bar Mi Barrio. El sol y el calor acompañaron la jornada. La gente aprovechó la ocasión para disfrazarse, sobre todo los más pequeños, que portaban atuendos de películas como Supermán o Peter Pan. Cristina Pereira, vecina, acudió a la fiesta con sus amigos y su familia. «Vivimos aquí y siempre que hay las fiestas venimos», explicaba. El club de ciclistas Novo Mesoiro también hacía presencia usando su equipación y sus medallas como un disfraz, además diseñaron un podio con cajas de cartón para que los niños se subiesen imaginando ser los mejores ciclistas del mundo. 

Al ritmo de la charanga, el líder Rubén Carro y el resto de músicos hacían bailar a todo el barrio con su cálida y movida música. «Somos un grupo de amigos que decidió hacer la charanga e ir de fiesta por los pueblos. Después de dos años de pandemia, agradecemos mucho poder tocar en la calle». Era la primera vez que acudían a estas fiestas, y afirman que volverían siempre por el buen trato que recibieron. De este modo, tubas, trompetas, saxofones, un trombón, una batería y un bombo armonizaban la sesión vermú. Los que decidieron no bajar a la fiesta salían a los balcones para escuchar la música desde su casa.

Juan, el propietario del bar Mi Barrio, mostraba su alegría por poder llenar el local y ofrecer paella gratis a todo el que quisiese. Con tan solo un año abierto, el dueño ya se mostraba agradecido por el trato amigable que le da todo el vecindario. «La gente respondió muy bien a este evento, hay muchas ganas de fiesta». La paella se cocinó a las once de la mañana, y tras 40 minutos de preparación, salió un sabroso arroz, según los vecinos de Novo Mesoiro, que llevaba además verduras, berberechos, gambas, pollo y secreto.

José Ferreño fue con su pareja, su hija y su nieto al campo de la fiesta, en el que había un palco para la orquesta, puestos de comida y un montón de hinchables en los que los niños daban saltos y reían a carcajadas. «Es muy relajante ver esto. Después de dos años esto significa volver a la normalidad, que falta nos hacía», explicaba José.