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«Peregrino, no llames a los perros»: alertan de que todos los días se pierden canes que se marchan por el Camino Portugués

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

COSAS DEL CAMINO

Fosco, un perro que se perdió recientemente y recorrió diez kilómetros por el Camino Portugués hasta que los peregrinos avisaron de su presencia.
Fosco, un perro que se perdió recientemente y recorrió diez kilómetros por el Camino Portugués hasta que los peregrinos avisaron de su presencia.

Los caminantes suelen avisar de la presencia del animal cuando ya han pasado kilómetros, lo que está supone un grave problema para los dueños, protectoras y servicios de emergencia

04 oct 2022 . Actualizado a las 18:25 h.

Hace unos días, los dueños de un perro llamado Fosco, que vive cerca de las marismas de Alba, en Pontevedra, y todavía es un cachorro juguetón, hizo un agujero en la verja de la finca de sus dueños y se plantó en el Camiño Portugués. Se marchó por la ruta siguiendo a unos peregrinos que, al llegar a Barro, alertaron de que el can llevaba más de diez kilómetros con ellos. Los dueños de Fosco recurrieron a las protectoras para que difundiesen el mensaje de que su perro había desaparecido. Y, en cuestión horas, la asociación Cadeliños de Barro les comunicó que Fosco estaba en este municipio. Cojeaba y estaba muy cansado, pero pudo abrazar de nuevo a sus dueños.

El problema es que el caso de Fosco no es aislado. Protectoras pontevedresas y servicios de emergencia alertan de que todos los días se pierden perros que se marchan siguiendo a los peregrinos. Indican que se trata de un problema en auge en el Camiño Portugués y de que no todos los casos acaban bien. Así que, con una misma voz, lanzan un mensaje claro: «Peregrino, no llames a los perros y avisa pronto si ves que uno te está siguiendo». 

Pilar Perille, presidenta de la Asociación de Rescate Animal Cadeliños de Barro, explica lo que está ocurriendo: «Con bastante frecuencia nos encontramos con perros que llegan hasta Barro desde Pontevedra o incluso desde más lejos siguiendo a los peregrinos. Es importante que los caminantes den aviso en cuanto vean que avanza con ellos, porque algunos andan muchos kilómetros y, si tienen chip, se localiza a los dueños pero con los que no lo tienen es mucho más complicado». Perille indica que hay que evitar llamar o hacerle carantoñas a los perros que están cerca de la ruta. 

Algo similar cuentan también desde Protección Civil de Caldas, donde desemboca la etapa que parte de Pontevedra. Así lo cuentan desde este servicio de emergencias: «Nos está pasando un día tras otro que llegan perros hasta aquí siguiendo a peregrinos. En muchos casos, como el Camino pasa pegado al cuartel de la Guardia Civil, son los agentes los que nos avisan para que vayamos a buscarlo», indican. Dicen que lo que hacen es dar parte a la perrera provincial CAAN y que luego los dueños, si aparecen, tienen que ir a recoger allí al animal.