Una ruta que potencia el intercambio cultural y el encuentro
11 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La senda del Camino Inglés engancha especialmente, y en algunos tramos da gusto pasear, e incluso conversar, con los peregrinos que lo recorren. Una vez rebasado el polígono de A Gándara y el monasterio de O Couto, el camino discurre pegado a la ría por el trecho más agradable y menos urbano del primer tramo antes de llegar a Neda. Y cubriendo ese primer tramo nos encontramos con un nutrido grupo de peregrinos. Caminan casi juntos y en principio no se conocen entre sí, pero al detenernos para hablar con ellos se convierten en un grupo compacto. Una es compostelana y va sola, otro grupo más numeroso de seis personas aglutina a unos amigos que se han reunido en Ferrol para hacer el camino. Son de Madrid, Bilbao y Vigo. Y a ellos se une un grupo de ocho finlandeses que cada año eligen un camino a Santiago porque le han cogido gusto. Los 15 peregrinos siguen su marcha y comentan que disfrutan de la experiencia. Percibimos que es así, porque con solo decir hola el grupo comienza a intercambiar sus vivencias y a caminar juntos conversando. También es una torre de Babel, aunque con un poco de castellano e inglés es fácil entenderse. A poco que nos paramos, llegan más peregrinos. Buen camino a todos.