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Los lavaderos públicos, abandonados por el pueblo y reclamados por los peregrinos en Google Maps

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA LUGO / LA VOZ

VEN A GALICIA

Estas antiguas construcción ya aparecen señalizadas en Internet para facilitar su localización

18 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

A principios del siglo pasado los lavaderos públicos eran un lugar de encuentro de las mujeres de las aldeas. Esta construcción cambió igual que lo hizo el rural lucense. Los vecinos apenas se pasan ya por estos espacios pero su reclamo cada vez es mayor entre los peregrinos. Los tradicionales lavaderos son una ubicación más de Google Maps junto con los restaurantes o los alojamientos a los largo del Camino.

La construcción del lavaderos en las aldeas con más población a finales del siglo XIX brindó a los vecinos uno de los mayores puntos de socialización. Al encontrarse en los pueblos más grandes, todas las mujeres de la zona acudían al mismo lavadero para convertirlo en una tertulia. Además de compartir su día a día, la construcción sirvió para facilitar el lavado de la ropa a las mujeres, ya que no tenían que agacharse tanto como en los ríos. Además, estas construcciones singulares conservaron los materiales de la arquitectura tradicional de la provincia, hechos con piedra y tejados de pizarra. Las nuevas tecnologías los hicieron prescindibles pero, sobre todo, la despoblación los dejó en el abandono.

En muchas aldeas lucenses que cuentan con este espacio apenas tienen vecinos y en los núcleos rurales principales, como la capital de Triacastela, ya no tienen agua porque no se emplean. Sin embargo, sí tienen usuarios. Ahora son los peregrinos los que reclaman agua a los largo de su trayectoria. Como aseguran albergueros de pueblos donde todavía se conservan, especialmente en verano o en épocas de buen tiempo, los emplean para refrescarse, asearse, limpiar algunas de sus heridas, como lugar de descanso o para el viejo oficio de lavar la ropa. Si también tienen fuente con agua potable, se pueden convertir en «oasis» para grupos de caminantes. Encontrarlos es ahora más fácil que nunca, si uno busca «lavadero público» en Google Maps, aparecen en una perfecta línea que sigue el trayecto del Camino Francés desde O Cebreiro hasta Palas de Rei. Además, todos ellos están documentados con fotografías para que los caminantes sepan cuánto les falta para llegar y cómo es la construcción. Se encuentran en Liñares, o Alto do Hospital, Fonfría, Renche, San Cristovo do Real, Barbadelo, Capela de Morgade, Mercadoiro, Portomarín, Lestedo y Palas de Rei.

Sin acondicionar

Algunos lavaderos, como el de el Alto do Hospital, ocupan un lugar en el centro de la aldea y están totalmente conservados. Sin embargo, peregrinos y responsables de negocios del Camino también denuncian que hay otros sin acondicionar. En San Cristovo do Real, en Samos, una tormenta rompió el techo en febrero y, desde entonces, está precintada por la Xunta de Galicia pero todavía no se rehabilitó. En esta aldea el lavadero es una pieza arquitectónica más, junto al río, como el resto de casas que muestran las construcciones tradicionales de Lugo.