El catálogo oficial incluye la presencia de 110 especies marinas y limícolas
10 oct 2022 . Actualizado a las 23:27 h.Mucho se habla en la ciudad sobre el aeropuerto y sus circunstancias mientras olvidamos que la ría de Vigo cuenta con otro aeropuerto que especialmente estos primeros días de otoño registra un importante movimiento de vuelos internacionales. En la ensenada de San Simón comienzan a llegar las aves migratorias que tras un viaje de miles de kilómetros aterrizan aquí para pasar el invierno.
Para que se hagan una idea de la riqueza biológica de San Simón este es el listado únicamente de las aves presentes en la ensenada incluidas en el catálogo de especies en régimen de protección especial, y que cada una de ellas merecería su correspondiente artículo: Cisticola juncidis, Delichon urbica, Dendrocopos major, Egretta garzetta, Emberiza cia, Emberiza cirlus, Erithacus rubecula, Falco peregrinus, Falco subbuteo, Falco tinnunculus, Gavia immer, Gavia stellata, Haematopus ostralegus, Hippolais polyglotta, Hirundo rustica, Larus marinus, Larus melanocephalus, Limosa lapponica, Limosa limosa, Lullula arborea, Motacilla alba, Motacilla cinerea, Motacilla flava, Numenius arquita, Numenius phaeopus, Oriolus oriolus, Otus scops, Pandion haliaetus, Parus ater, Parus caeruleus, Parus major, Phalacrocorax aristotelis, Phoenicurus ochruros, Phylloscopus ibericus, Picus viridis, Platalea leucorodia, Pluvialis apricaria, Pluvialis squatarola, Podiceps nigricollis, Prunella modularis, Pyrrhula pyrrhula, Saxicola torquita, Sterna hirundo, Sterna sandvicensis, Strix aluco, Sylvia atricapilla, Sylvia melanocephala, Sylvia undata, Tachybaptus ruficollis, Tadorna tadorna, Tringa erythropus, Tringa nebularia, Tringa totanus Tyto alba.
Pero a pesar de ser lo más llamativo visualmente las aves son una pequeña parte de los valores naturales de la ensenada, que incluye nada menos que 18 tipos diferentes de hábitats y 83 especies de flora y fauna incluidos en Directiva Europea 92/43/CEE relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres, 110 especies, incluyendo aves, en el catálogo de especies en régimen de protección especial y una docena de especies incluidas en el catálogo gallego de especies amenazadas. Poder contemplar semejante concentración de aves marinas y limícolas entre otras en un espacio relativamente pequeño ? para un espacio natural 2.252 hectáreas no es mucho ?es un engañoso privilegio, porque nos indica también que cada vez tienen menos lugares donde pasar por ejemplo a partir de estos días su hibernación.
Muchos de sus hábitats tradicionales han desaparecido (por eso se reúnen tantas en los pocos sitios que les quedan). Tampoco se lo estamos poniendo fácil a nuestras primas en el entorno de la Enseada de San Simón. A pesar de formar parte de la Red Natura europea y ser una ZEC (zona de especial conservación), y por tanto siendo un lugar de importancia comunitaria para la conservación de su biodiversidad la cabecera de nuestra ría no deja de sufrir agresiones directas e indirectas y aquí el listado podría ser muy amplio incluyendo vertidos de aguas residuales urbanas e industriales, limpiezas mecanizadas de playas, furtivismo, proyectos de presas y trasvases en el río Verdugo que amenazan el equilibrio de agua dulce y salada fundamental para el ecosistema, nuevas infraestructuras, puertos deportivos, arrastre de áridos y cenizas por erosión, declive vertiginoso de las aves marinas, contaminación lumínica, altos niveles de metales pesados en los fondos, especies invasoras, barcos de recreo y motos de agua navegando ilegalmente a toda velocidad por la ensenada y un largo etc.
La conclusión podría ser que tenemos al lado un tesoro no suficientemente conocido ni valorado, que sus medidas de protección son más papel que realidad y sobre todo no deberíamos olvidar una ley básica de la ecología: la interdependencia. Todo lo bueno, o lo malo, que le suceda a ese espacio y sus especies repercutirá directamente en nuestra propia especie, y en tantos sectores económicos que dependen de que esta ensenada siga albergando vida.