No le tienen nada que envidiar, aunque las viguesas se llevan la fama de ser paradisíacas, la costa gallega está llena de otras que merecen una visita.
24 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.De norte a sur nos encontramos con archipiélagos con aguas cristalinas, historias de piratas o lugares perfectos para la práctica de buceo.
Pancha, dormir en un faro es posible
En esta isla, conectada a Ribadeo por un pequeño puente, a dos kilómetros del centro urbano, podrás convertirte en farero por una noche. Así es, dispone de servicio de alojamiento con todos los servicios de un hotel y la originalidad del entorno. En este lugar, en el que se mezclan las aguas del río Eo con el mar Cantábrico, podrás avistar numerosas especies de aves que emprenden camino al Sur. Haz como muchas de ellas y para a descansar.
Rúa, una luz hermana de Ons
Situada enfrente de Ribeira, esta isla se caracteriza por ser totalmente de piedra en sus cuatro hectáreas. El faro, datado en 1962, gemelo del de Ons por su estructura, es de gran ayuda para los marineros ya que está situado en un punto con muchos puertos alrededor y en una zona bastante rocosa. Puedes visitarla desde la Illa de Arousa y conocer, en la misma excursión, el islote Areoso, conocido como «el caribe gallego».
San Simón, de prisión a centro cultural
Está en medio de la ría de Vigo y es un archipiélago formado por dos pequeñas islas que se unen por un puente. Es una de las que tienen más historia, tuvo un monasterio y fue utilizada como cárcel, orfanato, leprosería y, después de la Guerra Civil, como campo de concentración. Ahora es un centro cultural y artístico, con actividades como el festival de música Sin Sal, que se celebra cada año en verano.
Sisargas, paraíso para el buceo
Están formadas por las islas Grande, Chica y Malante, además de varios islotes y pertenecen a Malpica de Bergantiños. Antiguamente estuvieron pobladas, como lo demuestra la existencia de la ermita de Santa Mariña, destruida por los piratas en el siglo X. Para visitarlas puedes acudir a Buceo Malpica, una escuela de buceo que se dedica a descubrir los fondos marinos y las Islas Sisargas con sus alrededores.
Ons, el primer camping sostenible
Forma parte del Parque Nacional das Illas Atlánticas, igual que Cíes. Tiene todo lo necesario para una visita, sus playas son tan cristalinas como frías y también puedes conocer la isla a través de varias rutas que te llevarán al faro, o al «Buraco do Inferno», además de tener vistas tanto a la costa como al Atlántico. Si planeas quedarte a dormir, tiene el único cámping sostenible de Galicia, con servicios de acampada, alquiler de cabañas o «glamping». Una buena opción para vivir la isla con calma y sacarle el máximo partido.
Tambo, atacada por Francis Drake
Esta isla está en medio de la ría de Pontevedra y cuenta con una pequeña península que le da su forma característica. Se cree que en la Edad de Hierro ya estuvo habitada y, posteriormente, se construyó un monasterio dedicado a San Miguel, que fue atacado por el pirata Francis Drake. Desde mediados del siglo XX hasta el 2002 fue una instalación militar. Ahora no se permiten visitas privadas pero en fechas señaladas se organizan excursiones a las que te puedes apuntar.
Lobeira, la mejor de Galicia
En el 2019 los lectores de La Voz la eligieron como su isla gallega favorita. En realidad, es un minúsculo archipiélago formado por Lobeira Grande y Lobeira Chica, ubicado en la ría de Corcubión. Fueron escenario de varios naufragios y tempestades, llegando a dejar aislada a la familia de fareros que la habitaban en 1900. En la actualidad es una buena zona para la práctica de buceo, aunque también se puede visitar con «taximares» que te llevarán de ruta por toda la ría.
Cortegada, el bosque flotante
Dicen que esta isla es la que da sabor al marisco de la ría y es que en su bosque priman los laureles. Si quieres conocerla, tienes dos rutas de senderismo y ambas parten del mismo lugar, la ermita de la virgen de los Milagros, construida en 1652, con fama de tener propiedades curativas. También pasarás por las ruinas de una antigua aldea, ya que la isla estuvo habitada hasta el año 1910, cuando fue donada a Alfonso XIII.
Sálvora, punto estratégico
Esta isla es la única visitable del archipiélago de Sálvora, que también pertenece al Parque Nacional. Situada frente a la boca de la ría de Arousa, fue un punto estratégico para vikingos, sarracenos y piratas. En 1770, la familia Otero Goyanes, propietaria de la isla, construyó ahí la primera fábrica de salazón de Galicia. El último habitante la abandonó en 1972 y ahora se pueden visitar los restos de la antigua aldea.