Probablemente sea la gastronomía más reconocida del mundo, junto con la española y la francesa. Lo primero que se nos viene a la mente es la pasta y la pizza, pero hay vida más allá de estos dos típicos productos
17 ene 2022 . Actualizado a las 12:20 h.La cocina italiana, ya solo por sus influencias africanas, árabes y orientales, es una de las más variadas y conocidas en todo el mundo. Forma parte de la dieta mediterránea, la cual fue proclamada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en el 2010 por la Unesco. Su fama atravesó los Alpes hace ya muchos años, pero ahora vuelve a estar presente con más fuerza que nunca. Ante la proliferación de cadenas y franquicias de restauración dedicadas al producto italiano, nos damos una vuelta por la ciudad herculina donde últimamente podemos encontrar auténticos italianos apasionados por la cocina.
INNOVACIÓN
El napolitano Luca Noviello hace ya muchos años que cogió la maleta y, tras pasar por Londres y Barcelona, en Ibiza conoció a una coruñesa y decidieron establecerse en la ciudad de su mujer en el 2017, para abrir en la calle Juan Flórez la Pizzería Terra Mia dos años después. Según nos cuenta Luca, «el concepto de Terra Mia es un concepto innovador, no tradicional napolitano. En Italia existen dos escuelas de pizzeros, la tradicional y la contemporánea» y prosigue: «Yo pertenezco a la contemporánea que utiliza ingredientes más atrevidos y fermentaciones más largas que las hacen más ligeras». Esto, junto con un horno eléctrico de última generación que alcanza más de 500°C, hace que en 90 segundos tengamos una pizza gourmet como recién salida de un horno tradicional de leña. A Luca, a pesar de que sus pizzas son innovadoras, le encanta saborear una buena lasaña tradicional. En un futuro le gustaría ampliar su local actual, a pesar de que recientemente ha recibido un Solete de la guía Repsol, que otorgan a los negocios hosteleros con una marcada personalidad.
Innovador es también el concepto de La Románica, ya que es la primera pinsería que se ha abierto recientemente, en la calle de La Galera. La joven pareja de romanos, Anthony Giacomi y Silvia Barbaresi, quedaron prendados por Galicia y decidieron establecerse en A Coruña. Ella, nutricionista de profesión, quería abrir un negocio de cocina Italiana en el que prevalecieran los platos con sabor a la cocina de su país, pero saludables. Con las pinsas, de una masa más esponjosa que una pizza por su doble horneado y combinación de harinas, pero menos que una focaccia, lo han conseguido y al mando de la cocina está el chef siciliano Marco Amore, que además de las pinzas prepara con muy buena mano lo mejor de la gastronomía italiana. Especialidades con producto de temporada es la propuesta de este cordial cocinero: «Lo que me encanta de la cocina italiana en general es que en un plato, aparte del efecto visual, lo que percibes son aromas», y concluye: «Si tuviera que elegir un plato en concreto, me quedaría con un plato típico siciliano: penne a la norma».
De Roma, pero vía Londres, también llegó Michele Peroni hace once años tras el corazón de Lucía García, una coruñesa a la que conoció en la capital británica y que ahora es su mujer. La recién abierta Ostería Peroni, en la calle Padre Feijoo, según el chef Michele, «es un espacio que comprende varios ambientes: la tienda, el bar y el restaurante». «El objetivo —dice— es acercar los productos y la cocina italiana así como la entiendo yo, por eso la búsqueda de las viandas directamente desde los productores locales de Italia».
VINOS ITALIANOS
En el Alimentari Peroni, que es como llama al espacio dedicado a tienda, se pueden comprar todos los productos italianos que usa en su cocina como pasta fresca, embutidos, quesos, conservas vegetales y vinos de la mano de Alessandro Abrian también responsable del bar. En la sala, la sumiller Gabriela Corbo se encarga de dar a conocer los vinos italianos bajo la supervisión de Lucía, la mujer del chef y responsable de esta parte. A Michele lo que más le gusta de la cocina de su país es «la pasta en todas sus expresiones», «pero si tuviera que decantarme por un plato, creo que escogería uno icónico de la cocina romana, la carbonara», concluye.
Producto auténtico es también el que utiliza la propietaria y chef de restaurante Quaranta TreCento Parma, Verónica Balan. El nombre hace referencia al viejo código postal de su ciudad de nacimiento. «Tenemos la nostalgia de nuestra casa, de todo, por eso le pusimos este nombre, para sentir el calor parmesano», cuenta emocionada. De familia hostelera de toda la vida, aterrizó en España en el 2014 con el sueño de tener su propio restaurante, el cual ha cumplido recientemente. Según ella, «hay muchos restaurantes italianos con cocinas diferentes, pero es difícil encontrar el sabor auténtico». «La cocina de Parma es algo distinto, son platos muy elaborados, pero prevalece el sabor de los ingredientes», aclara. A pesar de su amplia y variada carta, se decanta por la pasta en blanco, es decir, con mantequilla y queso parmesano. «La comería tres veces al día», nos cuenta en su restaurante situado en la avenida de Arteixo.
DESDE LA ISLA DE CERDEÑA
La pasta es la especialidad de los hermanos Marco y Antonio Miscali, cocineros y propietarios de Ayò Pasta Bar, en Rúa Alta, a pocos metros del Orzán. Aseguran que «Ayó es la continuación de una tradición familiar de la que estamos muy orgullosos, con nuestro propio estilo personal». Procedentes de la isla de Cerdeña, llevan en A Coruña casi cinco años, y haciendo pasta en su local, más de tres. La pasta, elaborada a mano artesanalmente en moldes de bronce por ellos, además de cocinarla la venden al público, junto con otros productos italianos que importan. Su estilo de cocina sardo lo complementan con los magníficos productos que encuentran en Galicia.
En el recién estrenado Troppo, en la calle San Francisco de la Ciudad Vieja coruñesa, Gioia Di Fonzo y Pablo GalanRuiz nos ofrecen jazz y música electrónica acompañada de la más exquisita finger food recién llegada de Italia. Esta pareja de amigos, que además se dedican al mundo de la moda, echaban de menos los aperitivos de Pescara, en Abruzzo, ciudad de nacimiento de Gioia. Gracias a ellos, podemos gozar de los sabores del Adriático en un ambiente desenfadado y muy cool. Y es que Italia, cada vez está más cerca.