Con solo ocho meses de andadura, el establecimiento ha sido distinguido con un Sol Repsol
07 mar 2022 . Actualizado a las 11:43 h.Tienes que hacerlo muy bien para que, en un sector tan complejo como el hostelero, la gente reconozca tu trabajo. Si esos elogios llegan en tan solo ocho meses y tras arrancar el negocio en plena pandemia, además de tener suerte, debes ser realmente talentoso. Y si, por encima de todo, apuestas por la cocina de vanguardia en una aldea apartada de Mazaricos, lo que haces ya debe rondar la excelencia y tu restaurante llamarse Landua.
Ese es el nombre que, durante los últimos días, ha estado en boca de todos los amantes de la gastronomía al ser reconocido con un Sol Repsol, la prestigiosa distinción que cada año concede la guía de viajes a aquellos establecimientos que destacan por su virtuosismo culinario, la calidad y ejecución de la materia prima, el respeto por la cocina de la región, su carta de vinos y los servicios de mesa y sala.
Aspectos estos en los que el restaurante mazaricano, situado en el núcleo de O Fieiro, al pie mismo del monte Pindo, brillan de forma especial gracias al trabajo de María Cambeiro y Alberto Cruz, sus promotores y los dueños de la casona de piedra en la que, tras una profunda restauración, se ubica el negocio y también la vivienda familiar.
«Sempre nos gustou este entorno pola súa beleza e tranquilidade. Así que, cando se dou a oportunidade, non dubidamos en facer as maletas e volver. Aquí está a nosa vida e o noso traballo e sentímonos uns privilexiados por poder facer o que nos gusta onde nos gusta», apunta María Cambeiro, natural de la localidad de Santa Uxía, en Dumbría, donde la pareja ya regentó entre el 2015 y el 2017 otro establecimiento con el mismo nombre y filosofía que el actual. Tras esta aventura se fueron a Barcelona donde Alberto Cruz —él es quien cocina y María se encarga del servicio de sala— se integró en el equipo de cocina del Mandarín Oriental, un espectacular dos estrellas Michelín que no dudaron en abandonar cuando un amigo les envió la foto de una casa de aldea de Mazaricos que se vendía.
«Non o pensamos nin un segundo. Fixemos as maletas e viñemos para aquí, empezamos coa rehabilitación da casa e coa planificación do restaurante que sempre tivemos moi claro por onde queriamos que fose», apunta Alberto —pocos saben que su nombre real es Adalberto— que no esconde su gusto por el producto local, incluso de su propia huerta, al que da un trato exquisito para, sin falsas pretensiones, para ensalzar al máximo sus sabores y matices.
O pescado adoita ser o que máis varía»
De hecho, su oferta gastronómica es extremadamente sencilla y auténtica en cuando al concepto: un único menú degustación con cinco platos salados y uno dulce, que van cambiando prácticamente todas las semanas en función de los productos que haya disponibles en la plaza. «O pescado adoita ser o que máis varía porque apostamos sempre polo que atopemos diariamente na lonxa e outro tanto sucede coas verduras de temporada», comenta el chef, que mantiene que Galicia es la envidia de los mejores cocineros del país debido a la incomparable calidad de sus carnes, pescados y mariscos.
La materia prima
Excelente materia prima que permite elaborar exquisiteces como las que podrán disfrutar los que hoy tengan la suerte de visitar su comedor, con capacidad para tan solo 16 personas. Para arrancar: navaja con escabeche de cítrico y encurtidos, y pinto con dashi de alga kombu y acedera. Después, fiuncho a la llama con erizos de mar y solomillo de vaca de Bandeira ahumado con remolacha agridulce. El postre: calabaza, yogur y naranja. Todo ello maridado con una completa carta de vinos gallegos y con otras referencias muy bien escogidas, según los expertos, de las principales regiones vitivinícolas del país.
Una agradable experiencia culinaria cuyo coste, sin contar la bodega, es de 40 euros y para la que es necesario reservar cita. En este sentido, conviene tener en cuenta que en esta época del año, el Landua cierra los miércoles y solo sirve cenas los sábados. Horarios que Alberto y María no descartan tener que ampliar habida cuenta de la excelente acogida que está teniendo una oferta culinaria reconocida ya a nivel nacional.