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Pazos, parada obligatoria para degustar los mejores pinchos

Antón Lestón Lago
antón lestón CARBALLO / LA VOZ

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Bar Paula
Bar Paula ana garcia

Los cuatro locales de la localidad pontecesana reciben a cientos de personas cada fin de semana y ofrecen una amplia variedad de comidas

13 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Quien se fije únicamente los datos oficiales, pensará que la parroquia de Pazos, en Ponteceso, se reduce a una recta de 500 metros alrededor de la que viven 335 personas. Nada de eso. En las cifras no se tiene en cuenta la inmensa cantidad de gente que pasa más tiempo en el lugar que muchos de sus habitantes. ¿La razón? Las magníficas tapas, o pinchos, que ofrecen los cuatro locales hosteleros allí establecidos, con los que ni el covid ha podido.

Cervecería O Pazo
Cervecería O Pazo Ana García

El que llega de Carballo se encuentra, primero, la Cervecería O Pazo, un moderno local regentado por Sergio Busto Garrido, en donde solo hay dos cosas seguras: los callos del domingo y el raxo del viernes por la noche. El resto de la semana, la variedad es la protagonista, con tres opciones, tanto al mediodía como a la noche. No obstante, es el fin de semana cuando se junta más gente en el local, llegando a Pazos desde las parroquias más próximas. Por eso, refuerza su servicio durante esos días, cuando llegan a ser seis empleados para intentar dar respuesta a la demanda.

«É difícil atopar persoal. Sobra traballo e falta demanda»

Una tendencia que se da en todos los establecimientos del lugar, que se ven obligados a reforzarse desde el viernes al domingo para poder sacar las miles de tapas que calculan que ofrecen entre los cuatro. Y eso que lo de encontrar personal no está siendo una tarea sencilla en los últimos meses, ya que varios de los propietarios advierten de que intentan contratar, pero que no hay demanda. «Está difícilisimo atopar a alguén, porque sobra traballo e falta demanda», señala Jessica Rama Soutullo, gerente del Bar Paula. Allí es el raxo con salsa de champiñones, que reparten el sábado, el plato que más triunfa entre los clientes a la hora de acompañar la bebida. Los domingos apuestan por algo más original: el bacalao, que también atrae a cientos de personas durante el mediodía, el momento más concurrido de la semana junto al viernes por la noche, cuando reparten churrasco en raciones individuales y colectivas. Y todo sin pagar ni un solo euro de más con respecto a la bebida.

Bar Paula
Bar Paula ana garcia

Con estas premisas, no es extraño comprender el porqué de las multitudes que se juntan en la recta de Pazos. «Estes son de Buño, aqueles de Ponteceso, o da mesa é de Mens, os da barra de Malpica e aquel outro é de Neaño. Aquí case non temos clientes de Pazos», comenta, mientras señala con la mirada, Ernesto Moreira Veiga, que dirige el restaurante Casa Mosqueira, el más diferente a los otros tres. Se trata de la mañana de un jueves cualquiera y alrededor de la barra hay unas quince personas, cifras que ya desearían en otros lugares de la comarca, pese a que advierte de que han sido muy perjudicados por la pandemia. Dividido en dos partes, la tradicional tasca se mantiene como siempre, con cuncas de vino a sesenta céntimos y con las bandejas saliendo de la cocina cada dos por trés. «O noso é un pouco distinto, porque non damos exactamente pinchos, aínda que tamén é gratis», remarca Moreira. Su propuesta gastronómica es más casera. Fuentes de comida saliendo desde la cocina con palillos y la gente picoteando lo que apetezca, aunque con una variedad muy amplia dependiente, en muchos casos, del menú de la parte restaurante, que también atrae a decenas de comensales cada día.

Casa Mosqueira
Casa Mosqueira Ana García

Situación similar a la de la Cervecería Prinss, que no para de repartir comidas y bebidas entre las 13.00 y las 16.00 de la tarde sea cual sea el día de la semana. Carlos García Cousillas es su propietario y si tiene que elegir un pincho estrella, no lo tiene del todo claro: «A fin de semana quedaríame cos callos, salpicón e as fabas con polbo», aunque también destaca el gran éxito que tienen los que se ofrecen de lunes a viernes. Cientos y cientos de personas pueden pasar un domingo por el local, pero el éxito no se queda ahí, ya que el Prinss es algo así como la marmita de Panoramix, de Asterix y Obelix para los carballeses: «Teño xente de moitos lugares, pero é unha pasada as racións de callos que vendo para alí, de verdade, moitísimas», cuenta.

Cervecería Prinss
Cervecería Prinss ana garcia

Y es que, como de cualquier paraíso, la gente se quiere llevar tesoros que les transporte a ese lugar con solo verlo, tocarlo, oírlo o comerlo. Y en este caso, la recta de Pazos, es el paraíso de los pinchos. No hay más que intentar aparcar un día cualquiera del fin de semana.

Competencia, no rivalidad: «Si le va bien a uno, le va bien a todos»

Con tan poco espacio para compartir, se podría pensar que existe cierto resquemor entre los cuatro dueños, pero nada más lejos de la realidad. Todos saben que «si le va bien a uno, le va bien a todos», como indica Ernesto Moreira, pese a que el suyo sea el que menos tiene que ver con el resto por tipo de negocio y clientela. El resto, no obstante, van por el mismo camino porque comprenden que el que viene desde otra aldea o desde otro concello a propósito no es solo para parar en un bar. No obstante, cada uno compite por ser el preferido de los cientos de personas que hasta allí viajan cada semana. Y lo hacen con sus armas, los pinchos, para los que intentan ser creativos y originales con el objetivo de diferenciarse.

La competencia se ha notado también en los precios, y aún no han reflejado la inflación, aunque todos advierten que lo harán por necesidad.