El Consello Galego de Turismo segrega Vilanova y rompe el geodestino O Salnés
VEN A GALICIA
La mancomunidad califica la decisión de error y sopesa recurrir al juzgado. «A Xunta o que ten que facer é unir non dividir», dice Marta Giráldez
17 mar 2022 . Actualizado a las 16:42 h.Vilanova ya no es de O Salnés según el nuevo mapa de geodestinos aprobado el 15 de marzo por el Consello Galego de Turismo. El plano queda conformado por 26 geodestinos frente a los catorce que había, y entre los nuevos figura el de Mar de Santiago, correspondiente al producto turístico creado por los concellos de Vilanova, Catoira, Valga y Pontecesures.
Este cambio implica que Vilanova queda descolgado del geodestino O Salnés, consolidando así, territorialmente, una fractura que, de facto, existe ya en el ámbito político desde que la Mancomunidade do Salnés renovó sus órganos de gobierno en 2019. El alcalde vilanovés, Gonzalo Durán, ni siquiera llegó a tomar posesión en la junta gestora en señal de protesta por la elección como presidenta de la alcaldesa de Meis y socialista, Marta Giráldez.
Vilanova sigue participando de los servicios mancomunados, pero, en materia turística, Durán decidió ir por libre y, junto a los concellos ribereños del Ulla, creó una nueva marca que añadir a la oferta jacobea en Arousa: Mar de Santiago.
El Consello Galego de Turismo —en el que están representados la Xunta, los concellos y el sector privado— acaba de consagrar esta división mediante la aprobación de dos geodestinos, lo cual ha generado una gran indignación en la mancomunidad. La presidenta compareció este jueves en rueda de prensa acompañada de los alcaldes de Cambados y A Illa y del concejal de Turismo de Vilagarcía, todos del PSOE, -en la imagen- para expresar su rechazo a un acuerdo que «vai desmembrar a comarca do Salnés».
«Consideramos que esta decisión incumpre a propia normativa de Turismo de Galicia que establece que os concellos de xeodestino temos que estar vinculados territorialmente». Y, territorialmente, esta nueva división deja a Vilagarcía en una isla, en medio del geodestino Mar de Santiago entre Catoira y Vilanova, y A Illa queda sin una conexión directa al resto de la comarca.
Con estos argumentos, la mancomunidad ya presentó en febrero alegaciones contra la nueva configuración del mapa turístico, pero de poco le sirvieron. La Axencia de Turismo de Galicia las desestimó justificándolo de este modo: «A creación do novo xeodestino Mar de Santiago está xustificada entre outras razóns, pola valoración da Ruta Xacobea Marítimo Fluvial polo Mar de Arousa e o río Ulla».
Por supuesto, la mancomunidad no da por bueno este argumento dado que la entidad tiene sus propios productos turísticos vinculados al fenómeno jacobeo (Variante Espiritual, Ruta del Padre Sarmiento o Navega o Camiño), de los que también participa Vilanova. De hecho es este el puerto de referencia para la salida de los catamaranes que realizan la Traslatio hasta Pontecesures, algo que, advierte Marta Giráldez, podría cambiar. «De persistir esta decisión, teremos que reconsiderar o descorrer dos produtos que pasan pola mancomunidade. Hai máis portos de referencia, e non nos gustaría tomar esa decisión».
La batalla de las subvenciones
Otra medida de presión que puede ejercer la mancomunidad se refiere al reparto de los fondos Next Generation, una tarta en la que Vilanova también tiene un trozo y que podría perder. Giráldez sostiene que la mancomunidad siempre veló por los intereses de todos los concellos miembros, también de Vilanova, pese a que su alcalde se mantenga al margen. «Ninguén pode dicir que se traballou nuns concellos máis que outros, quen non veu é porque non quixo».
Antes de tomar medidas tan drásticas, desde la mancomunidad apelan al Consello Galego de Turismo para que se rectifique, «por que sempre que se xoga a dividir, pérdese», apuntó Giráldez. No obstante, la mancomunidad no cierra las puertas a explorar la vía judicial contra el acuerdo del 15 de marzo, que, en su opinión, contraviene el artículo 23.1 de la Lei de Turismo de Galicia de 2011, que indica que «enténdese por xeodestinos turísticos as áreas ou espazos xeográficos limítrofes que comparten unha homoxeneidade territorial baseada nos seus recursos turísticos naturais, patrimoniais e culturais».
La batalla está servida y en ella está en juego, también, el reparto de fondos de la Xunta a los geodestinos turísticos.
El acuerdo del Consello de Turismo de Galicia se adoptó por una ajustada mayoría, nueve votos a favor, ocho en contra —entre los que se encontraban los representantes del sector privado— y una abstención, según informó Marta Giráldez. «O sector privado, que é o que ten que gañarse o pan e o que sabe o que custa levar adiante os seus negocios, votou en contra dunha decisión arbitraría e pouco coherente». «É un erro. A Xunta o que ten que facer é unir, non dividir, e se consideran que o río Ulla é importante, en todo caso, o que tiña que facer, é unir Catoira, Valga e Pontecesures ao noso xeodestino», añadió la socialista.
«Nos entristece que cada vez que unha persoa estea descontenta por un resultado democrático avalado por un xulgado —en alusión a Durán— se cree un xeodestino, é un sen sentido», añadió la presidenta.