TESOROS A PIE DE CASA | Una docena de inmuebles de iniciativa privada a tener en cuenta en la comarca: ¡date un paseo por ellos!
03 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La Costa da Morte es una comarca que bebe directamente de la tradición, pero no por mirar al pasado se han descuidado las nuevas tendencias y la arquitectura da buena cuenta de ello. Recogíamos en estas páginas, hace cuestión de semanas, los edificios públicos contemporáneos más icónicos de la zona: vamos con los inmuebles privados.
Nombres propios suenan con fuerza, con los de Juan Creus y Covadonga Carrasco o Antón García-Abril. Obra de este último es la curiosa y aclamada iniciativa experimental bautizada como La Trufa: un cubículo de hormigón que emula una roca y que le sirve al arquitecto como cuarto de invitados, según dijo en su día. Pero si la propia estructura es singular, más lo es aún el proceso constructivo que se siguió para lograrla. Se empleó hormigón, tierra y un gran volumen de paja, que ocupaba el núcleo de la infraestructura y que fue devorada por una ternera —Paulina— durante un año.
Tras ingerir 50 metros cúbicos de este cereal y engordar nada menos que 300 kilos, logró vaciar el interior del espacio, que fue después equipado con todos los servicios para el hospedaje. García-Abril nunca quiso desvelar la localización exacta de La Trufa, pero sí se sabe que goza de una espectacular vista al mar y que está ubicada entre Cabana y Laxe.
Por su parte, Juan Creus y Covadonga Carrasco son los responsables de uno de los estudios de arquitectura probablemente más condecorados de la comunidad. Varios de los inmuebles que hoy resaltamos son de su autoría —bien sea obra nueva o rehabilitada— aunque si hay un proyecto que les ha valido el reconocimiento de su sector, ese es el de la Casa Chao de Corcubión. Premio Gallego de Arquitectura, Premio Juana de Vega, homenaje del Clúster de la Madera, nominación al prestigioso Premio Mies van der Rohe... La sencillez, el aprovechamiento de un solar estrecho de larga fachada, la armonía lograda con su entorno de corte tradicional o la eficaz distribución interior fueron algunos de los aspectos resaltados por los diferentes jurados.
El albergue Bela Muxía y el hotel Bela Fisterra son también de su autoría, así como otras viviendas —como «Casa C», Toba o Redonda— que fueron también reconocidas en diferentes ediciones de los premios otorgados por la Fundación Juana de Vega.
De Juan Seara Oro y Berta Peleteiro Varela es el diseño de una casa de Xoane (Goiáns, Carballo) que resultó finalista en los premios del Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia. Se trata de un elegante diseño de una planta con fachada acabada en hormigón visto combinada con muro de piedra de escollera y con detalles muy singulares como la carpintería de aluminio, elementos de madera y cubierta lastrada con balastro.
Otra vivienda, en este caso en Vilaño, fue resaltada asimismo por el COAG, que también destacó el trabajo realizado en el restaurante O Fragón, ubicado en un espectacular paraje en San Martiño de Arriba (Fisterra). Icono de la contemporaneidad en hostelería, dispone de una enorme cristalera que da visión a toda la bahía de Fisterra. No dejen de visitar, tampoco, el Parador de Muxía, que se cierne sobre la playa de Lourido.
